Alas

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Lestat lógicamente estaba molesto, pero si para chula reina yo,  me había quedado embarazada de mi padre, este bebé haría de nuestro reino aun más fuerte eso lo sabia,  el tuvo el valor de enfrentarme.

-¿Estas contenta de lo que haz hecho reinita?-

Cuando me vuelvo mala, soy mala, y el infierno se abre para recibirme con gusto, el estaba hincado ante mi como el súbdito que era en mi reino, me miraba con dolor, por el amor que había entre nosotros, el amor masoquista de yo te hago y yo te lo regreso cielito lindo, Me levante con mi aire de diosa tenebrosa, le tome del mentón y lo mire a los ojos

-Así lo haz querido mi amor,  te pedí que te casaras conmigo, que reinaríamos juntos y te enamoraste de otra,  te pedí un bebé y me lo negaste, yo soy tu reina y si tu mi amor no me lo das me lo dará mi rey ancestral, el me ama a su forma y yo a la mía-

Decirle eso muy en fondo me lastimaba, me dolía y mi bebé lo sabia, su corazón latía tan fuerte por Lestat como mi propio corazón, me moría por el, y el me hacia sufrir, pero vaya que adoro sufrir por el. el me miro a los ojos y sabia que sentía, no dudo en jalarme a mi trono, se sentó en el y me miro

-Las amo a las dos- 

Me senté en sus piernas y lo abrase por el cuello. lo bese lento con deseo, como solo lo beso a el.

-Entonces no te quejes mi amor, no te quejes de algo que tu provocaste-

En eso entro Dorian mi latoso dragón emocionado, al vernos grito aun más contento, corriendo detrás de el, Damian, Sebastian, Tessriel. Samuel. Santiago, Sairo, Dhimitri  y en fin los niños que podían correr estaban en la sala del trono 

-¡Mami, papi, que bien ya se aman otra vez,  pero mi tía llegó, viene con las cartas!-

Al vernos así, mi amo llego y sonrió, su sonrisa picara siempre me ha gustado y me dijo

-Hola, ya vine a jugar con tu marido Dhimitri, por fin termine las cartas mágicas,  ¿Quieren jugar?

Mi amo ama el anime de Sakura y en su decidía;  se propuso crear las suyas y comprobar que funcionaban en mi hogar, mi padre que ya tenia un cuerpo físico y Horacio de la misma forma, no tenían alas como los demás, así que la carta vuelo era la mas complicada me había dicho mi amo, mientas los niños jugaban con salto, lluvia, bosque,  ver a mi padre tratando de volar me emociono,  mientras Lestat me tomaba de la mano mirando la experimentación.

-El lo lograra es fuerte el Rey-

Yo sonreí ante el comentario, el enfado de Lestat era menos, y sabiendo lo que mi bebé sentía por el me abrazo por detrás y beso mu cuello acariciándome el viente, lo recorrió lento, de manera sensual-

-Vayan a su cuarto de juegos.

Gritando Horacio y emocionado por tener alas por la carta, el también lo intento logrando volar como demonio recién nacido,  cierto es que Lestat y yo somos unos lujuriosos, y nos amamos, nos lastimamos, nos volvemos a amar y a devorar en lujuria, hice caso de lo que mi guardián me dijo, Lestat estaba en mi cama de juegos, nuestra habitación inspirada por las 50 sombreas de Gray,  después del delicioso orgasmo me miro y sonrió.

-Hay que vivir mi amor, los niños saben que nos amamos y les hace felices vernos juntos, olvida a mi humana y yo olvido tu anillo, solo somos tu y yo, se mi esposa-

No lo pude evitar, desnuda dije mis votos, desnuda lo cubrí con mis alas de ángel y lo bese.

-Soy tu esposa, y tu mi esposo,  así sera aun más fuerte al pasar 100 años,  te amo Lestat-

Nuestra pequeña boda se celebro entre suspiros, jadeos, entre orgasmos y besos, desde ese momento nos volvimos esposos, amantes eternos.



Lluvia PaganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora