Flor Nocturna

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Recuerdan que conocí a una hechicera llamada Flor nocturna, bien había descubierto muchas cosas, el por que me había arrebatado a Gabriel,  ella amaba a mi maestra, mejor conocida en esta historia como Ruiz,  un demonio engañoso en el que ya no confió mucho, y ambos nos fuimos a la cama y me costo mi destierro de los Laycans, ahora Anne  me daba las respuestas a muchas cosas que me habían pasado,  y recordando la profecía de Flor.

  "Mira la luna, danza con el fuego, busca aun amante y mira el espejo, tus sueños te mienten y el no esta lejos, su alma es pura, sus pensamientos perversos... Un ángel o un demonio ¿como puedes saberlo? Ten cuidado de hacerlo enojar, ten cuidado de no cumplir sus deseos, un niño caprichoso que conoce el tiempo, un hermoso Serafín que sera vuestro consuelo... mira esas alas que te abrigan, que te guardan, llaga al sol y fatiga tu alma, no le hagas llorar y no le causes dolor... jamás le mientas, no engañes a tu corazón"  

Para ser sincera aun hay mucho de esas palabras que no entiendo, pero el que Anne este a mi lado en esta época de mi vida me da fuerza, solo se que ella, Flor se volvió mi enemiga, que deseaba mi muerte y en consecuencia yo deseaba la de ella.

-Yo cuidare de tus pequeños hermanita, hay que seguir con el orden, sin fijarnos en la presencia de esa perra-

Anne siempre me hizo sonreír, confió mucho en ella, se que cuando cuida de mis niños lo hace como si fueran de ella, y ella me daría sus conocimientos a cambio de entrenamiento, a cambio de algo que ella no tenia.

Ese día en mi despacho, hice traer a mi hijo Ame, Anne corrió hacia el y lo lleno de besos y mi pequeño serafín se quejaba

-Tía basta, tía ya deja de darme besos, ya no soy un bebé-

Entonces me acerque con la daga a ellos y abrace a mi hermana por la cintura, le bese el cuello, ella suspiro , entonces ella en le abrazo por el cuello y me mordió con sus colmillos de laycan, me deje tomar por ella en ese intimo encuentro, y jadea suave mientras susurraba

-Anda mi amada, te daré alas para volar, anda que de Ame también debes beber-

Anne aun con la sangre en sus labios beso a mi hijos en su cuello, mi pequeño se sonrojo y ella clavo sus colmillos en la casta piel de mi bebé, mi hijo como niño grande resistió la mordida, mi hijo había aceptado su primera misión, dar alas a un demonio, mi hermana estaba feliz, la sangre de un serafín corría por sus venas  y la mía haría que la alquimia resultara.




Lluvia PaganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora