Su repentina llamada me desconcertó. Me quedé con el celular en mis manos y el ceño fruncido, extrañada.
Decidí no darle demasiada importancia, y tomada la decisión, me dispuse a dormir.La alarma de mi celular comenzó a sonar, me levanté de golpe y la apagué. Me quedé sentada en la orilla de mi cama, mientras bostezaba y restregaba mis ojos con mis manos. Me paré, ahora si, y me dirigí al baño para tomar una ducha que me refrescara y despertara por completo.
Una vez que salí, me vestí con unos simples tenis, un pantalón y una blusa. Debido a que hoy Ale no vendría por mí, y tenía tiempo de sobra, me preparé un desayuno.
Salí de mi casa y antes de tomar mi camino a la escuela, encontré el ya reconocido para mi cerebro, carro de Evan. Inconscientemente, Sonreí.
Evan se apresuró a abrir la puerta del copiloto y me acerqué.-¿Es en serio, Evan?- dije riendo y negando con la cabeza.
-Lo es- contestó divertido- ahora sube.- me ordenó con su sonrisa.
-Oye... Lo de ayer... Yo... Es decir...- traté de no titubear, pero fue en vano.
-Entiendo, yo lo siento.- dijo y su boca se volvió una fina línea, me acomodé bien en mi asiento y asentí.
Evan encendió su carro y comenzó a avanzar rumbo a la escuela. No quería que pasara lo mismo de ayer, así que hablé.
-¿Dónde vives?- dije volteando a verlo y sonreí, cuando el volteó hacia mi.
-A una cuadra de tu casa.- respondió frío. Volví mi vista al frente al notar su reacción y mordí mi labio, dudando si seguir hablándole.
-¿Tienes hermanos?- antes de que yo pudiera hablar, Evan formuló una pregunta. Su tono de voz fue tranquilo, lo que me dio confianza y seguí su conversación.
-No, ¿y tú?- respondí.
-Tampoco.- dijo y soltó una carcajada.
-¿Por qué ríes?- pregunté extrañada.
-Jamás pensé que te hablaría.- respondió con una sonrisa.
-¿Y ese es el motivo de tu risa?- volví a preguntar aún extrañada.
-Si.- respondió dudoso.Mi ceño de frunció, y me quedé callada esperando otro diálogo por su parte, pero no sucedió nada. Llegamos a la escuela, y Evan se estacionó. Decidí que esta vez no haría un intento de escapar, así que esperé a que él quitara el seguro, pero nada. Volteé mi cabeza hacia su dirección y plante mi vista en su rostro. Soltó un largo suspiro y giró su cuerpo hacia mi.
-Sabes, Sofia. A veces llegan personas a tu vida sin que tu lo esperes. Y algunas veces es malo. Pero, en ocasiones, tienes ganas de cambiar únicamente por esa persona.- dicho esto, sonrió. Mi cerebro trataba de asimilar esa información, ¿Acaso lo decía por mi? No tenía idea de qué podria contestarle, así que, torpemente, dije:
-¿Por quién lo dices?- cuestioné dudosa.
-Por ti.- y con solo dos palabras, mi estómago comenzó a retorcerse, emocionado.
-Pero si... Tu... Yo... Tenemos poco conociéndonos.- titubeé. Sin duda alguna, lo que dije era totalmente cierto.
-Pero con eso poco, sé que vales la pena, Bonita.- y con esa oración fue suficiente para que mis mejillas se encendieran con un rojo delatador.
-Yo...- me cerebro estaba en blanco, no tenía alguna respuesta para él.
-No tienes porque responder nada de lo que te dije,preciosa. Sólo... Piénsalo.- dijo sonriendo y asintió con la cabeza al concluir.
Asentí en respuesta, aún sin dejar de verlo, y esperé que quitara el seguro del auto, pero, en lugar de eso, su bien formado cuerpo, comenzó a acercarse lentamente a mi. Sabía a dónde iba todo esto, y recordé lo de anoche. Sin dudarlo, me acerqué a él. Cuando nuestros rostros se encontraban a centímetros de distancia, Evan tomó mi cabeza y la acercó a él. Sus labios chocaron con los míos, y comenzó a moverlos lentamente, mis labios reaccionaron y se adaptaron a los movimientos de él. Evan comenzó a intensificar el beso, pero, no quería que algo malo pasara, así que, lentamente, me alejé de él.
-Lo siento Sofia.- me dijo con su respiración un poco agitada.
-No importa.- y dicho esto, quitó ahora si los seguros y salí rapido, con mi corazón latiendo rápidamente.
Revisé el celular y ¡Ya tendría que estar en clase! Comencé a caminar rápido y al paso choqué con algunos hombros, pidiendo perdón si detenerme.
Cuando estaba a unos salones de llegar, dieron el timbre de entrada.Me detuve en seco y me llené de enojo conmigo misma. Había adelantado unos minutos el reloj del celular.
Bufé, y me dispuse a seguir caminando con la cabeza baja. Un cuerpo se interpuso en mi camino provocando que chocara con él. Levanté la cabeza para saber quién era, y me encontré con el rostro de mi mejor amigo.
-Por qué tan apurada, Sofia.- dijo, en tono acusador.
-Se... Me hizo tarde.- dudé, él lo notó.
-Si recuerdas que hoy no teníamos ésta clase por que el profesor faltaría, ¿Verdad?- dijo levantando la ceja.
-Cla-claro...- tartamudee.
-Ahora sí explicame, ¿porqué tanto apuro?- dudé en decirle o no. Las palabras de mi mejor amiga vinieron a mi mente, y decidí que lo haría. Me armé de valor, y dije:
-Venía con Evan, y pensé que sería tarde.- dije segura y analizando sus reacciones. Pero actuó normal.
-Bueno, como sea, vamos a...- y sus ojos se abrieron tal cual platos frenándose en seco- ¿VENÍAS CON QUIÉN?- dijo alzando la voz y quise reir, pero me contuve.
-Con Evan- dije sin darle mucha importancia- vamos a la cafetería.
-Oh no, tu y yo tenemos algo de qué hablar.- levantó su dedo índice de forma acusadora y yo sólo seguí caminando.
-No tengo nada de que hablar contigo.- dije segura- ahora, ¿vienes o qué?- su expresión cambió por una extrañada y sólo se limitó a asentir.
Holaaa!! Ya se que es algo corto, pero mi inspiración no da para más xd.
Bai.
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Imperfectamente Perfecto
Teen FictionSofía es una chica tímida, insegura y tiene pocos amigos. Es muy linda, pero aún así parece que nunca ha llamado la atención de ningún chico, y a ella jamás le había atraído nadie. Pero claro, todo puede cambiar de un momento a otro...