🍸Extensión: 1112 palabras.
Los ojos de Kibum lucen especialmente radiantes esa noche.
Al menos eso es lo que piensa JongHyun, él... ese chico que siempre ha pensado que los ojos de Kibum son una de las cosas más interesantes del planeta. JongHyun, sin exagerar... piensa que todo Kibum es una pieza de arte, que debería ser percibida por la humanidad como una maravilla.
Y después se controla, cuando sus miradas se desconectan porque Kibum ha bajado la mirada, con esas mejillas claramente sonrojadas. JongHyun sabe que es tiempo de detenerse, que está siendo demasiado obvio si no le quita la mirada de encima.
Pero no puede evitarlo, todo es culpa de Kibum y esa perfección que destila en cada poro de su nívea piel. JongHyun esboza una sonrisa diminuta en la comisura de sus labios y no puede evitar dejar de mirarlo. Observar a Kibum sonrojar, ver como la tensión y el nerviosismo invade su cuerpo con lentitud, sin duda podría convertirse en uno de sus pasatiempos favoritos.
ㅡ JongHyun...
La voz de Kibum es clara y cantarina. Y se detiene, desvía su mirada un par de segundos de su fisonomía para hacerle saber que lo entiende, y que le dará por su lado, al menos por ese momento.
El castaño sentado completamente recto frente suyo coloca estratégicamente su diestra sobre la superficie de la mesa, mientras las puntas de sus dedos acarician estratégicamente la tela del mantel blanco que forma parte de la decoración aquella noche.
El rubio esboza una sonrisa, y esta vez no lleva nada más implícito, es una sonrisa genuina para Kibum, su Kibum.
Levanta la mirada una vez más y observa a su alrededor, todos los clientes de aquel famoso restaurante están enfrascados en sus mesas, pareciera que nadie les presta atención y eso es para JongHyun una bendición, porque nadie impedirá que la mirada de Kibum, que alguno de sus gestos sean para alguien que no sea él.
ㅡ ¿Qué vas a ordenar?
ㅡ Tomaré lo usual, bebé... ㅡ menciona JongHyun con voz suave, arrastrando las palabras y sumergiéndolas en el romanticismo que siempre le gusta impregnar en la atmósfera que los envuelve.
Kibum no puede evitar una sonrisa sonora y niega en un gesto, mientras que se muerde el labio inferior. JongHyun es un mundo aparte, siempre tiene algo nuevo para decir, algo que le ponga la piel de gallina y lo haga sonreír como estúpido. Siempre dice algo que hace que el corazón se le acelere sin poder evitarlo.
ㅡ ¿L-lo usual? Deja de bromear, no es como si viniéramos aquí todos los días...
JongHyun le guiña un ojo y aunque Kibum piensa que es un descarado, lo deja pasar.
ㅡ Perdón, estaba hablando de otra cosa, bebé...
ㅡ JongHyun...
A Kibum se le sonrosan las mejillas cada que escucha aquella palabra de su amado, lo hace sentir en verdad avergonzado y es algo con lo que no se siente para nada cómodo. Pero se limita a suspirar mientras su mirada se desprende de la suya una vez más, directo hacia su plato vacío.
ㅡ No hagas eso... ㅡ musita JongHyun mientras parpadea en un gesto amable, estirando una de sus delgadas manos por sobre la mesa, hasta la muñeca de Kibum, atreviéndose a tocarlo con las yemas de sus dedos, deleitándose con la suavidad de su dorso una y otra vez. ㅡ No te escondas de mí, no huyas...
Kibum lo observa directo a los ojos y asiente con lentitud, mientras gira su mano para dejar que sus palmas de toquen con suavidad. Él también quiere tocarlo, él también quiere formar parte de su universo, también está necesitado de atención.
ㅡ Entonces... ¿Qué es lo que quieres? ㅡ prosigue Kibum sin bajar la mirada, enfocándose en él únicamente, repitiéndose mentalmente que está bien. Que es realmente hermoso y no pasa nada. No puede cortarle la respiración en un simple restaurante, con unas simples palabras... ¿O sí?
ㅡ Tú sabes lo que quiero... ㅡ declara el rubio en voz baja, pero demasiado clara a los oídos del castaño. Completamente inmóvil en su lugar ㅡ Tú, te quiero solo a ti.
Kibum está a punto de rodar los ojos porque presentía algo como aquello, pero la respuesta hace que su respiración se desnivele, y está seguro de que su pulso ha subido en tan solo unos instantes.
JongHyun lo descoloca, lo hace sentir especial, lo hace querer avanzar hacia él sin detenerse, sin siquiera pensarlo por un segundo. Ama cada palabra dulce que emana de sus recónditos, ama las caricias en su mano con parsimonia, y la manera en que se concentra exclusivamente en él.
La forma en que siempre le demuestra con acciones y con palabras, que es Kibum su ser más preciado.
Entrelazan sus manos sin importar quien pueda observarlos, su atención es toda para él, sus ojos son incapaces de desviarse un milímetro de su fisonomía. Porque lo merece, JongHyun lo vale todo.
ㅡ Es usted un atrevido... Señor Kim ㅡ exclama con cierta diversión mientras coloca una mueca en su rostro, con la única finalidad de que la tensión que ambos están creando se disminuya.
Lo último que JongHyun quiere es hacer una escena, levantarse y echarse sobre la mesa para alcanzar su rostro, para besarlo frente a todos para que así, vean que esa obra de arte es suya, exclusivamente suya.
ㅡ Es lo que usted provoca, Señor Kim...
ㅡ ¿Te das cuenta de lo raro que suena eso?
ㅡ Deberías acostumbrarte... ㅡ murmura con un timbre sedoso y las cejas de Kibum se levantan al cielo, claramente sorprendido.
No puede decir nada, no alcanza a preguntar porque el camarero aparece junto a ambos y los observa con cierta curiosidad, acompañada de una bonita sonrisa en el rostro. Les atiende como se merecen, y KiBum se siente con ganas de no despegar su mano de la del rubio.
Su corazón late frenético cuando tiene que deshacerse del contacto porque su orden ha llegado, y en lo último que piensa es en comer.
JongHyun recorre su mano hasta su copa, ha pedido un cocktail que según dicen es maravilloso, pero que KiBum se niega a probar rotundamente. Porque lo sabe, que solo necesita un pequeño empujón para ir a parar en sus brazos. Y si ha de caer por completo con JongHyun, quiere hacerlo completamente cuerdo.
JongHyun le sonríe, emanando esa calidez que siempre está desplegándose por todos lados, rodeándolos. JongHyun se enamora cada minuto que pasa de ese chico de cabellos castaños y risa escandalosa. De la manera en que va vestido de pies a cabeza, de su corte de cabello y de la manera en que enfoca sus bonitos ojos, exclusivamente para él.
Y sabe, que no importa cuántos cocteles le ofrezcan, ninguno se compara con su usual, con su favorito... su KiBum.
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Notas:
Tenía que actualizar porque #HappyKiBumDay ♥
Me ha quedado raro, lo siento uwú, también quedó bastante corta... Y bueno, ya restan tres canciones más. Espero que esta sea de su agrado...
Muchas gracias por sus votos y comentarios, me hacen muy feliz de ver que les agradan las viñetas, en verdad.
Les mando un abrazo y nos vemos en la siguiente canción.
Ary.
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Canciones para Kibum ❀ JongKey
Fanfiction❀ Si le preguntaran ¿Qué es lo que te gusta de Kibum? Seguramente la única manera en que JongHyun pudiera responder sería con canciones, con el montón de trazos sobre servilletas de una cafetería y una vieja libreta de anotaciones. Donde JongHyun gu...