✴ White T-Shirt

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A Kim JongHyun le gustan los atardeceres.

Los colores que se reflejan en el firmamento cuando se mezclan son sinceramente impresionantes, lo deja fascinado la manera en que las pinceladas se muestran claras y como las nubes se pintan de matices naranjas y rosados en sus diversas tonalidades.

No puede describir lo que siente cada que ve ese espectáculo, simplemente es algo que lo sobre pasa, y sin embargo su mirada se desvía a último minuto, cuando el sol está muriendo en el horizonte y suelta los últimos rayos lumínicos en todo su esplendor, porque es justamente en ese momento que lo ve.

Delimitado por aquella magnánima luz que lo hace ver celestial, y JongHyun no sabe si está soñando o definitivamente ha muerto y se ha ido directo al cielo. Jura haber visto un ángel vestido de blanco, uno sin alas porque seguramente las esconde bajo la nívea camiseta que presume las maravillosas líneas de su cuerpo.

JongHyun cierra la boca para evitar babear porque lo que sus ojos observan va más allá de lo que ha visto antes.

Su silueta no es tan masculina y sin embargo tiene un porte aterrador. Es demasiado elegante y lo comprueba con cada paso que da, con cada contoneo de sus proporcionadas caderas de infarto para JongHyun.

Se muerde el labio sin poder evitarlo y no sabe qué lo flechó.

No sabe cómo proceder y permanece inmóvil, observando la silueta completamente iluminada de aquel chico que lo ha enloquecido en cuestión de segundos.

JongHyun está ciego y no puede visualizar nada más allá de él, y tampoco quiere hacerlo. Ha decidido que podría observarlo toda la tarde y seguramente la noche entera si fuera necesario. Para encontrar la perfección en cada parte de su cuerpo.

La música suena y el chico de cabellos negros y revueltos se contonea al ritmo, meciéndose con cierto entusiasmo que hace que las piernas de JongHyun flaqueen, no se ha enamorado antes, no de un completo desconocido, pero está completamente seguro de que lo está justo ahora.

De que no puede hacer nada para evitarlo.

Escucha su melodiosa voz cantar un par de líneas sobre la música a todo volumen y decide que no hay algo en él que le disguste.

Es probablemente su sonrisa, o sus cabellos enmarañados, incluso quizá la manera en que viste, con una simple camiseta blanca que no necesita decoración para portarla con estilo, no en el maravilloso cuerpo de Kibum.

Sus ojos están atados a su silueta y lo sigue por toda la pista, moviéndose frenéticamente, dejando salir todo el impulso que tiene dentro, la adrenalina se estanca en las venas de JongHyun cuando se aproxima a donde él está.

Si Kibum fuera un género musical, sería Rock & Roll. Completamente impredecible, alocado y alegre, lleno de fuerza y con espíritu propio.

JongHyun está enamorado de aquella sensación que se desplaza en sus entrañas, que lo invita a relajarse por una vez en la vida, Kibum es la alegría de la fiesta mientras que él es música tranquila, es una balada demasiado vieja y conmovedora.

Es una canción de amor que quiere motivarse, quiere transformarse en un nuevo ritmo y armonizar. JongHyun siente la necesidad de hacerlo, de que sus pies comiencen a moverse. De llamar su atención.

Quiere sentirse tan vivo como Kibum, quiere contagiarse de aquel ritmo que comienza a vibrar sobre la superficie de su piel, amenazando con adentrarse hasta sus recónditos en un viaje sin retorno.

No sabe exactamente qué es lo que lo flechó.

Pero lo que sí sabe es que ese momento en que sus miradas se cruzan un par de segundos, es suficiente como para arriesgarse. El tiempo parece detenerse y la sonrisa de Kibum se ensancha con coquetería.

La imaginación de JongHyun siempre ha sido la mejor, siempre ha sido tan amplia que no escatima cuando sus pensamientos se echan a andar en medio de la fantasía con aquel hombre de esbelta silueta.

Es especial y lo sabe. Lo provoca, está seguro de ello; lo sabe porque Kibum se gira sobre su hombro, dejando ver el rastro de una sonrisa que va dirigida única y exclusivamente para él. Lo observa morderse el labio derramando seguridad y JongHyun se siente perdido.

Está completamente perdido.

La melodía sigue sonando en su cabeza, en su pecho y le recorre todo el cuerpo, es gracias a Kibum que la crea con cada paso que da, con cada mirada que comparten y con cada sonrisa dedicada.

JongHyun está enamorado de Kibum, y no hizo falta más que una canción, un atardecer y una camiseta blanca para darse cuenta de ello.

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Notas:

¡Hola!

La verdad es que estoy muy muy feliz y muy sorprendida porque... con honestidad no esperaba que muchas personas fueran a leer la viñeta.

Muchisimas gracias por leer y por dejar sus opiniones y votos.

Esta es la segunda viñeta, no se relaciona con la primera. Y pues, espero que les guste. Muchas gracias por leer, les adoro con mi corazón enorme.

Pronto la tercera.

Besos.

Ary.

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