En las enciclopedias había leído sobre ellos. Hasta había escuchado historias de algunos soldados que habian peleado con ellos pero pocos los habian matado. Eran creaturas del planeta Godia y que habían sido enviadas por los Godienses para destruir Nuvolio.
Mutantes de muchas toneladas y por lo menos diez metros de alto. Piel escamosa de color amarillento. Tres cabezas, diez ojos por cada una. Bocas gigantescas con tres filas de dientes y afilados colmillos de un metro de alto. Cuatro brazos, dos a cada lado de su tórax. Al final de cada brazo, una mano tan grande que podría coger un edificio de cinco pisos. Dedos del tamaño de carros y en la punta, garras tan afiladas que podrían despedazar a alguien sin esfuerzo. Dos enormes piernas y dos pies que podrían aplastar una docena de humanos sin ningún problema.
Ellos podían hacer un gemido que ninguna otra especie puede hacer. Esa era su forma de comunicación. Así podían llamar a sus compañeros o indicar que estaban vivos. En especial, llamar a sus compañeros y decirles que encontraron carne humana. Por lo que yo sabía, todos los Gúlox habían sido aniquilados por el ejército de Nuvolio. No sé cómo, el OCERMI tenía uno.
Mi regalo era un Gúlox. La creatura estaba luchando para escapar. Pronto estaría fuera de esa caja y me buscaría, para comerme. Debía huir. Pero a donde. Muy suavemente escuché agua corriendo por rocas. ¡Un río!
Corrí y corrí atravesando un bosque. Podía escuchar sus gemidos siguiéndome. Luego de unos minutos, llegué. Para cuando llegue al río, el paisaje había cambiado mucho. Uno esperaría que al costado de un río hubiera vegetación y animales, pero en este caso era todo lo opuesto.
Nada. No había nada más que arena. Y claro, el rio. Que extraño lugar. Un rio de agua roja en el que la corriente va contra la gravedad. ¡Roja! El agua era roja. Claramente eso no era agua, era sangre.
Era la sangre de los otros postulantes que habían sido devorados por el Gúlox. Cada vez escuchaba más cerca sus pasos. Debía escapar. Mi única opción era el río. Salté. Aún estaba caliente. Casi podía escuchar los gritos de jóvenes desesperados tratando de escapar de las garras de la creatura. Yo no moriría así. Mataría al Gúlox.
Me pregunto si mi padre tuvo que combatir a un monstruo come humanos para entrar al ejercito. Pero aun había una pregunta más importante en mis pensamientos. ¿Por qué la OCERMI haría luchar a novatos con una creatura carnívora? Para dar la prueba física debes haber pasado el curso de la ASONU pero ninguna clase o libro de texto decía como combatir una creatura extraterrestre supuestamente extinta. Supongo que si la OCERMI nos hubiera informado que tendríamos que pelear contra un Gúlox, muchos jóvenes no se hubieran presentado al reclutamiento. Yo sí.
Luego de la muerte de mi padre, me prometí a mí misma mantener a mi familia segura y seguir el gran ejemplo que él me dejó. Siempre lo recordaré. Fue un hombre muy luchador que dio todo para darle lo mejor a su familia .
Agradezco que mi madre tiene un trabajo estable con un sueldo que nos puede mantener, pero de vez en cuando, ella llora y yo debo calmarla. Mi hermana ha sido la que mejor acepto la pérdida de papá. Debe ser porque ella era tan solo una niña de 5 años cuando él nos dejó.
De pronto, escuché unos pasos a tan solo unos centímetros de mi cabeza. Sentí como unas garras acariciaban la sangre como esperando a que una presa se clavara en ellas. Cerré los ojos y esperé lo peor; una muerte segura.
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Nuvolio
Teen FictionRealmente soy muy mala haciendo resumenes asi que lean de frente :D Me esforce mucho y espero que les guste. Si tienen alguna sugerencia, comentario o lo que sea diganme. Accion y romance la combinacion perfecta. Espero que les guste. Si les gusta...