Capítulo Tres/Parte Dos: Su mano y la mía

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Derek sentó a Lydia en un pequeño asiento que tenía el carrito de compras, ella muy gustosa miraba hacia todos lados y señalaba cada lugar. Mi hermano me hizo entrega del control del carrito, llevándolo a través de la tienda buscando y mirando la lista de cosas que necesitaba mi madre. Noté que algunas mujeres miraban hacia donde nos encontrábamos en mas de una ocasión, lo cual no me incomodaba pero era un tanto molesto si sucedía constantemente. Derek no lo tomo en cuenta y siguió con lo suyo. 

En la lista que nos entrego nuestra madre anoto ciertas verduras lo cual nos llevo directamente al fondo del establecimiento. Aunque ademas de lo requerido Lydia pidió algún que otro dulce y una muñeca del sector de niños. 

En el camino me encontré algunos amigos de la infancia que aun vivían en la zona. Muchos me preguntaron si Lydia era mi hija, con una sonrisa respondía negativamente y les informaba que era mi sobrina. Quedaron asombrados ante la noticia de que era la hija de Derek y alegando que eran muy parecidos, aunque yo no lo pensara. Si la pequeña tuviera el cabello negro como el resto de los Cavill diría que es la viva imagen de su padre, pero al tener el cabello castaño no lo notaba.

Un pequeño anciano me reconoció y envió recuerdos para mis padres, pero yo en la vida había visto a ese hombre.

-¿Hay otra cosa en la lista que no buscamos? -preguntó mi hermano.

Volví a leer la lista en busca de algo mas, pero todo ya lo habíamos buscado.

-No.

Derek asintió, miro a su hija que jugaba con la muñeca y señalo la sección de vinos.

-Vamos a buscar uno para papá, sabes cuanto le gusta un vino con la carne asada.

Empece a caminar pero un jadeo y unas preguntas algo irrespetuosas llegaron desde mi izquierda.

¿ESE ES TU PROFESOR DE HISTORIA...? ¡¿ES GAY?!

Arquee una ceja mientras giraba hacia donde provenía la voz de una mujer, encontrándome a dos mujeres pelirrojas. Mi corazón se detuvo por unos segundos, luego volvió a la vida aceleradamente. 

La señorita Meyer a unos metros de mi, mas roja que de costumbre y con los ojos puestos en la mujer que la acompañaba, quien miraba hacia mi con duda. Note rápidamente el parecido entre ambas pero no sabia con exactitud que eran.

Carraspee para llamar la atención de mi alumna.

-Debo tener el placer de verla, pero las preguntas de su acompañante no son de mi agrados señorita Meyer.

Ella cerró sus ojos, y de inmediato note como se ponía nerviosa. Aun tenia ese efecto en ella que tanto me encantaba tener. 

-Buenas tardes señor Cavill -dijo- lamento que haya escuchado...

-Que haya tenido la mala suerte de escucharla no le da derecho de hacer esas preguntas - mire hacia su acompañante- que sea yo un desconocido para usted no quiere decir que no le de importancia señorita.

Asintiendo rápidamente, se alejo hacia la sección de panificados dejándome con mi sobrina y la señorita Meyer. Vestia casual ya que no era hora escolar pero su vestimenta no dejaba de ser impresionante a mi gusto. Una falda hasta medio muslo simple color blanco, tejanos cafés y una blusa rosa pastel. Alrededor de su cuello tenia un chal del mismo color de sus tejanos. No era nada fuera de este mundo.

Ella me miro y luego apunto con su mano hacia el carrito que yo tenia a mi costado derecho. 

-¿Es su hija? -pregunto.

-No, es mi sobrina.

Sonrió sincera e intento hablar con Lydia, quien la miro con curiosidad.

-Hola pequeña, me llamo Eve -tendió su mano en saludo, Lydia miro hacia mi asentí y ella la tomo pero no la movio- ¿cómo es tu nombre?

-Lydia Cavill.

Una de las primeras cosas que le enseño a decir a Lydia es su nombre por si se perdía en el super o algo por el estilo según me dijo Derek.

-Hermoso nombre Lydia -me miro y sonrió- debo irme señor Cavill, un gusto conocerte pequeña Lydia. 

Se alejó después de que mi sobrina le respondiera, pero reaccione a tiempo. 

-Señorita Meyer.

Note que Derek había vuelto, haciendo una seña de mi mano le dije que ya volvía en unos segundo, el solo asintió. Me acerque a la señorita Meyer y hable bajo solo para ella.

-No crea que olvidare este encuentro y las palabras mal habidas de su acompañante - me acerque hasta su oído- la tengo en mi vista desde que la vi por primera vez y no se me escapara tan rápido, señorita Meyer.

Su nerviosismo era notable y eso me gusto. Tome su mano, la lleve hasta mis labios y la bese casta mente unos segundos eternos. Nuestros ojos estaban unidos y no podía dejar de mirarlos por mas de que quisiera. Tampoco quería hacerlo.

-Dejare en claro que la quiero para mi, aunque no sea correcto siendo yo su profesor y usted mi alumna, pero mi mente no quiere entenderlo. Algún día la tendré en mi poder. 

Ella solo se alejo de nuevo cuando la solté pero esta vez no volví a llamarla.

Su olor aun seguía estando impregnado en mi luego de unos minutos, y me volvía loco. Ahora realmente la deseaba mas de lo que me podía permitir en circunstancias normales. Pero como mi cerebro estaba desconectado desde que la vi, no entendí las consecuencias que esto podría ocasionar a ambos.

El deseo que tenia de tenerla solo para mi, debajo de mi gimiendo mi nombre y pidiendome mas y mas... Debía tenerla a toda costa. 



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Tarde pero seguro. Espero les guste el capitulo tanto como a mi escribirlo.

De a poco ire agregando las personas al reparto a medida que vaya encontrando a quien quiero que los "represente" .

¡¡¡EL HERMOSO IAN SOMERHALDER COMO DEREK CAVILL !!!!! (chillidos por parte de todas las mujeres)

Nos leemos cuando vuelva a subir capitulo...

JulietaDaraSavage







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