Capítulo Ocho: Inconveniente

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Mañana del Sábado.  

¿Que diablos se usa para una cita con tu profesor de Historia Medieval con el cual ya tuviste ciertos acercamientos...?  

Un vestido clásico cruzo por su mente, pero lo descarto de inmediato. Aun no tenia idea de a donde irían, puede que un vestido fuera una vestimenta excesiva. Pero aseguraba que usaría las botas nuevas a toda costa. Deseaba que lloviera aunque esas nubes locas blancas en el cielo no le decían nada, por la ventana de la habitación el Sol resplandecía orgulloso. Frente a la luz de este se encontraba la puerta de su ropero. Se aventuro a la desventura de buscar que ponerse para una doble cita. 

Lo alborotado de su cabello no ayudaba mucho, la humedad en el ambiente hizo de las suyas el día de hoy. Tomo ambos lados de la puerta y los empujo hacia si. No era el ropero de Narnia pero era modesto, no tenia tanta ropa con que llenarlo. Los zapatos abajo, vestidos a la izquierda hacia arriba, pantalones en medio, blusas a la derecha hacia arriba y abrigos derecha hacia abajo. ¿Bolsos? Tenia tres. Blanco, negro y otro color nude que le parecía divino. No tenia mucho de donde elegir pero le parecía mucho mas sencillo. 

Sus vestidos de verano le encantaban, los florales le hacían resaltar el rojo de su cabello y el blanco de su tez. El sol y la pereza fue lo que le hizo decidirse por un vestido azul con flores rojas, aunque sabia que entrada la noche refrescaría saco un abrigo de jean. Unas botas color camel, lentes de sol y un lápiz labial rojo terminaron de convencerla del atuendo. El sonido de su teléfono le hizo volver en si. Dafne seguro ya estaría preparando el desayuno, y su olfato lo confirmaba.

Saco toda la ropa y la coloco sobre su cama. Pasaría la tarde con su amiga, quizá llamaría a su madre luego de desayunar y hablarían algunas horas. Lo normal en un sábado. Hoy no le apetecía limpiar nada, aunque sabia que tendría que hacerlo mañana. Cosas que no se aplazan demasiado tiempo. Con el teléfono en su mano salio de la habitación acercándose a la cocina, el olor del café la atrajo como polen a una abeja. Maldijo por su adicción a la cafeína por la mañana.

Su amiga sentada en una silla comía un trozo pan con alguna cosa untada mientras escuchaba la serenidad del cantar de los pájaros.

-Buen día -saludo Dafne. 

Eve sonrió calidamente a su amiga en saludo al mismo tiempo que tomaba asiento junto a ella.

-Envidio a los pájaros por poder volar, y cantar tan bonito -comento Dafne mientras tomaba de una taza, suponía fuera café.

-Pienso igual, aunque no viviríamos mucho tiempo y tampoco podríamos comer chocolate -comento Eve- tampoco podríamos tener sexo cuando se nos antojara.

Ambas se miraron simultáneamente y se echaron a reír.

-Tienes razón, mejor uso el transporte publico como todos los humanos normales y un avión para volar. Prefiero tener sexo cuando quiera que volar.

-Tu si eres inteligente, amiga. 

Los quince minutos usuales del desayuno volaron al hablar. Ambas se miraron con una pregunta fija en sus mentes pero pareciera que ninguna quería soltar lengua. Recordando que no había visto la notificación en su teléfono, Eve desbloqueo el teléfono y vio un mensaje del señor Cavill.

*7:30P.M. Pasaremos por ustedes. Ansioso por verla señorita Mayer.*

Eve sintió como una porción de la sangre de su cuero fue a parar a sus mejillas, también escucho la risa de su amiga. Esta tomo, no.. arranco, el teléfono de sus manos para leer el contenido de aquel mensaje. Eve podría jurar que hasta su amiga se sonrojo.

-¿Sabes quien sera mi cita? -pregunto nerviosa Dafne.

Eve negó.

-No tengo idea, seguro sera algún amigo. 

-Solo espero sea agradable, recuerdas a... -pensó en voz alta su amiga.

Eve se levanto rápidamente y negando hablo.

-No, cualquiera es mejor que el Dafne -sentencio- aun me debe quinientas libras ese mal nacido.

***

Antes de que Eve se diera cuenta, el Sol ya había bajado lo bastante, al igual que la temperatura. La calidez de la tarde fue sustituida por un ligero viento que podría confundirse con presagio de lluvia. Saliendo del baño Eve tomo la ropa interior necesaria para su vestimenta de la ocasión para luego ponérsela. El reflejo en el espejo le agrado. Creía no necesitar mas. 

Tomo camino a la sala, esperando a su amiga y a sus citas. Dafne después de cinco minutos se acomodo a su lado. 

-Estoy un poco nerviosa -dijo su amiga.

-Igual yo, tranquila.


                                                                                *****

-¿Como que no encontraste a nadie para cuidar a Lydia? 

Henry estaba alterado, no podía pensar en alguna idea, quizá tampoco razonar. Pero este inconveniente los deja sin salida. No podía dejar a su sobrina con cualquier persona.

-Lo lamento Henry pero tendrás que cancelar mi cita, sabes que Lydia es mas importante. 

Suspirando resignado, el señor Cavill tuvo que aceptar que no había otra opción que la doble cita sea cancelada. Su familia era lo mas importante para el pero no quería suspenderla. Quería ver a la señorita Mayer a la luz de la luna para saber si era hermosa aun en la penumbra, y escucharla reír y que el fuera el causante de esa risa cálida. 

Por eso se vistió según tenia planeado y usando la colonia mas cara que tenia, le llego una idea de repente. Llamo a su hermano rápidamente.

-¿Estas loco Henry? -pregunto Derek, dudando- ya algo tarde, las chicas ya deben estar preguntándose donde estamos y... 

 -Tu solo hazlo y ya. En diez minutos estoy en tu puerta.

-Esta bien Pero si algo malo sucede...

Colgó rápidamente, haciendo fastidiar a su hermano mayor una vez mas. Tomando su chaqueta y llaves fue caminado a marcha rápida a su coche y dirigiéndose a casa de Derek para la doble cita que no se cancelaba. Su sonrisa no podía ser mas radiante. 

#

La pequeña Lydia estaba preciosa con sus pantalones negro y su abrigo.  Era la niña mas linda que había visto el menor Cavill. Derek estaba algo tenso y nervioso. Era razonable que lo estuviera, no tenían planeado llevar a Lydia a su cita pero Henry hacia insistido y Derek quería salir. Hace bastante tiempo que no salia a una cita. Los tres bajaron del coche y se acercaron a la puerta. Lydia quería tocar el timbre, Henry la subió a la altura del botón y la pequeña presiono unos cuantos segundos hasta que su padre le dijo que parara de hacerlo, luego su tío la bajo.

"Un momento" se escucho del otro lado de la puerta. Sesenta segundos después una cabeza rubia se asomo por la puerta, y detrás de esta se encontraba Eve. Estas al verlos sonrieron pero luego notaron una pequeña mas abajo de los altos hombres de cabellera oscura, la señorita Mayer sonrió aun mas.

-Hola Lydia.

La pequeña sonrió y saludo a ambas mujeres. Henry se acerco a Eve, puso un beso en su mejilla y con una mirada intensa ya dejo claro lo que harían esta noche cuando estuvieran solos. La señorita Mayer estaba complacida.

La mirada de Derek se dirigió a Dafne, y pensó, valió la pena arriesgarse.


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Muchos ya deben saber que miento y luego no cumplo...

Como están? Yo? Con los dedos frió :C

Espero les guste el capitulo, pronto habrá otro, esta semana o la otra (si... como un amante) 

Déjenme algún comentario, así sabre si les gusta a historia y como se esta desarrollando. Aun tengo ideas que pulir pero todo esta maquivelicamente planeado mujajaja

Gracias por leer, nos vemos la próxima

JulietaDaraSavage.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2017 ⏰

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