Dafne fue uno de los cientos de estudiantes agitados y desesperados por atravesar las puertas de la universidad. El ruido monótono y desesperante de la alarma no la dejaba pensar con claridad. Sus tacones no ayudaban en casos de emergencia, por más de que los estuviera maldiciendo con toda su alma. La agitación del ambiente hacia detener cada ciertos pasos para identificar correctamente el camino de salida pero en el mar de cabezas era difícil seguir una línea.Lo que la tenía más desconcertada es que no había señales de su amiga.
Tampoco había humo.
Dio la vuelta en el corredor al igual que una vaca siendo literalmente arrastrada en una línea de montaje hacia al matadero, todos apretados y se empujaban los unos a los otros. Pensar en eso le dio un escalofríos que recorrió su cuerpo.
De repente, su cuerpo fue detenido por una pared que apareció con sorpresa en su camino que la hizo casi caerse pero el monton de gente le impidio tocar el piso con el trasero. Aunque este no fue una pared normal.
-Señor Gandy, disculpe que lo haya lastimado.
Este se giró rápido y la miró, sonrió.
-No se preocupe señorita, en estas circunstancias cualquiera puede tropesarse, ¿se encuentra usted bien?
Ojos azules a azules. Una chica fácil mente podría perderse en ese mar profundo.
-Si lo estoy señor -sonrió tímida.
El señor Gandy vio a todos y luego a su acompañante, uno de los profesores de Química estaba a su lado esperando indicaciones a su parecer. Estos se asistieron.
-Sera mejor que salga señorita al igual que sus compañeros.
Se alejó con el profesor y desaparecieron en el mar de gente.
Dafne siguio su camino como quien no hubiera tropezado con su amor platónico desde hace tres años. Sus cachetes rojos eran lo único que la delataba.
Podía ver a algunos metros la puerta de salida, al pasar a través de ellas la alarma se detuvo. Igual su corazón.
El espécimen más sexy de hombre que hubiera visto estaba caminando tranquilamente y con una sonrisa tan soncarrona que parecía un niño.
***
El señor Cavill aunque no lo pareciera aún estaba excitado. Tener a una mujer del calibre de la señorita Mayer a tus rodillas chupandote la polla, no sabría si estaba soñando porque este sin dudas era el mejor sueño húmedo que ha tenido.
Ambos se miraban con sonrisas en sus rostros mientras terminaban de arreglarse la ropa. El no podía ocultar su emoción por saber que habrá un nuevo encuentro con la señorita Mayer y esta vez habrá más.
Eve acomodo el resto de sus cosas e intentó salir de la sala pero su caminar fue detenido por el fuerte brazo del señor Cavill.
-Quiero que me des tu número -exigió el señor Cavill.
Sonriendo y sonrojada, Eve sacó de su bolso uno de sus cuadernos, el de Historia Medieval en concreto, y de la ultima hoja arrancó un pedazo de esta y con un lápiz se recosto sobre la mesa con sus brazos sobre la madera y su culo en popa, dejando que el señor Cavill admirara las vistas.
Luego de escribir las cifras, se irgio en toda su pequeña altura, doblo el papel y lo metió en el único bolsillo de la camisa del señor Cavill.
El sólo podía mirarla. Sin pensarlo la tomó por sus caderas mientras la acercaba y tomaba su boca como propiedad. El lápiz tocó el suelo, sonando al mismo tiempo que la señorita Mayer y el señor Cavill gimieron.
Las grandes manos de él pasaron a su culo y alzando una de ellas, golpeó con la fuerza suficiente para que Eve chillarara de gusto. Lo repitió con la otra mano y tubo el mismo efecto. Sus lenguas no querían soltarse, estaban tan entretenidas luchando y conociéndose.
El oxígeno se hizo necesario luego de unos largos segundos, aunque no tuviera en cuenta cuántos exactamente. Cuando sólo los separaba unos centímetros el señor Cavill dejó un beso en su frente.
-Tú culo me encanta.
Alejandose de ella, tomó su maletín y el saco del traje que hoy había traído, se acercó nuevamente.
-Esta noche te haré una llamada. Ponte el conjunto de ropa interior mas bonito que tengas y espera en tu cama.
-¿Porqué? -Eve no entendía, o no quería entender.
El señor Cavill le sonrió y se dirigió hacia la puerta. Y como todo un Don Juan de telenovela centroamericana, asintió gentil hacia Eve y dijo.
-Sólo espera como te lo dije, señorita Mayer, no se va a arrepentir.
Y se fue.
Eve tomó el lápiz caído y lo arrojó a su bolso con el cuaderno y salió por la puerta. Vio que ya no había nadie en los pasillos. El señor Gandy se encontraba recostado sobre la puerta de salida. Sin verlo por la vergüenza de casi ser descubierta con su profesor metiéndole sus dedos, camino hasta su auto y se alejo de la universidad rumbo a su casa.
****
Ya unas buenas cinco horas habían pasado desde que había puesto ese papel en el bolsillo de su querido profesor de Historia Medieval. Y en esas cinco horas se la pasó buscando en su casa algún conjunto decente que tuviera. No tenía ninguno, podía decir que tenía las partes de arriba de algunos o de otros sólo la parte de abajo.
Así que le comentó a Dafne su desgraciada situación.
-Necesito un conjunto.
Su amiga la miró desde su lugar predilecto para mirar su serie favorita, de este mes por supuesto, Teen Wolf. Su trasero estaba tan incrustado en el sofá que se necesitaría al mismísimo Leonardo Di Caprio para sacarla de allí voluntariamente. Entre mirandola a ella y a la pantalla le respondió.
-Toma alguno de los míos, quizás te entre.
-No tenemos el mismo talle, eres más alta que yo, además más delgada.
Dafne contuvo un grito cuando, de repente vio la pantalla de la televisión. Miró a su amiga, luego a la tv y repitió eso unas cuántas veces. Detuvo el capítulo justo cuando una pelirroja gritaba.
-Dios santa Eve... esa mujer puede ser tú gemela. Las separaron al nacer estoy segura.
Eve miró la pantalla y... no vio nada que hiciera parecerse a la chica pelirroja. Sus cejas se fruncieron.
-¿Eres una Banshi y no me lo has dicho? ¿gritas como ella? Su ex era tan delicioso... pero en la vida cotidiana es gay. No sabes cómo me dolió en mi corazón de mujer que el fuera gay.
Eve sólo pudo reír ante lo que dijo su amiga. Hablaba hasta por los codos y decía siempre lo primero que se le venía en mente.
-Dafne, sólo tiene mi color de cabello. ¿Me vas a ayudar o no?
-No tengo dinero para prestarte y los conjuntos según tú no te entrarán. Haz magia.
Resignada a más no poder, Eve fue a su cuarto y tomó su bolso. Tenía algo de dinero sobrante así que pensó en ir a una tienda de lencería. Se bañó, vistió y fue al centro comercial.
Que la suerte siempre esté de mi lado.
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No diré nada, no serviría de nada.
Mi corazón aún se rompe por Colton Haynes 💔
Diganme que les pareció el capítulo. Me gustó escribirlo.
Disfruten y tengan un buen día.
P/d: mañana me ir e a ver 50 sombras más oscuras, estoy súper emocionadaaaa 😁😁
Si también vas a ir a ver la película hacerlo saber que parte te gustó más del segundo libro. El mío fue cuando tuvo el accidente y todos estaban súper preocupados y el sólo quería ir corriendo por Ana 😍JulietaDaraSavage.
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Quiero Más De Usted
RomansaLa fantasía de una alumna, un profesor y de muchos otros. El deseo se hará cargo. No hay vuelta atrás. *Quería advertir que la historia contendrá escenas fuertes de sexo explicito, solo para mayores de edad. Si eres menor y deseas leerlos dejo...