Capítulo Siete: Planeación

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Nada cambió en los siguientes días, las cosas fueron normales como si no hubiera pasado algo casi impensable. Más allá de miradas picantes, poner esta parte en tal otra... pero se pudo llevar con total calma la situación de ambos.

Dafne aún no podía sacarse de la cabeza aquella sonrisa y cabello negro de su mente, sabía bien que ese hombre no era de la universidad porque ya habría pasado un enamoramiento por el. Bueno, ya lo tenía pero tenía que mentira e a sí misma por su propia cordura.

Henry pasó unos días provechosos con su sobrina, su hermano estaba en las nubes por quién sabe que. Sus padres siempre insistían en que se tenía que unir a una mujer que lo haga feliz y así formar familia estable, pero el sabía que eso no iba a suceder.
Tenía en mente una sola mujer. Su cabello rojo era bello, aun lo podía recordar cómo descansaba suave sobre la almohada blanca. Algunas veces tenía la tentación de llamarla por la noche para poder repetir, pero no tenía suficiente fuerza para hacerlo pero ganas no faltaban.

Una noche pensó en su situación actual. No tenía miedo de ser descubiertos, porque no hacían nada ilegal pero las autoridades de la universidad podían pensar otra cosa, lo cual lo traía sin cuidado. El techo nunca se vio más profundo e interesante pensando en sus cosas. Ella tenía la opción de decir que no, pero si lo hablaba no podrían llegar a alguna otra cosa. El no perdería nada.

Necesitaba una segunda opinión. Levantándose de la cama camino a la habitación que tenía su hermano en su casa estos últimos días. Tocó dos veces la puerta al oír risas de niña y se escuchó un "pasa" desde el interior. Si hermano se encontraba acostado en la cama con su sobrina haciendo le cosquillas a la pequeña.

-¿Puedo hablar contigo? -Henry se caracterizaba por ser un hombre rápido y sin vueltas.

Lydia se rió, miró a su padre y este hizo lo mismo.

-Si, ¿quieres que los dejé sólo? -respondió Derek con voz socarrona.

Henry lo miró y no necesito mas. Se sentó en la cama e hizo señales para que su sobrina se acercara a él. Lydia saltó a sus brazos.

-Habla grandote -dijo Derek, se recortó en la cabecera de la cama para poder ver de forma clara a su hermano.

Henry empezó a hablar sobre sus dudas sin mencionar ciertos puntos que se debía hablar frente a su sobrina. Luego espero a que su hermano pensará unos segundos mientras jugaba con Lydia. Oyó el suspiro de Derek y lo observó en una pose extraña. Su mano descansaba sobre su mandíbula, y sus ojos miraban al horizonte. Pensó que se veía como un idiota.

-Es una situación rara, ¿hablaste con ella?

Henry negó, mientras observaba a su sobrina acostada como un bebé en sus brazos, era hermosa, su rostro estaba levemente sonrojado por tanto juego y sus ojos cerrados. Recordó cuando era pequeño su madre lo hacía dormir en sus brazos mientras hablaba con alguien más. Su pecho se movía cada vez que hablaba y eso lo tranquilizaba, tenia una voz suave que lo hacía dormir con facilidad. Su cálido abrazo era el paraíso.

-Tengo que hablar con ella, me encanta y no se que hacer o como... iniciar una relación.

-Puedes invitarla a salir -sugirió Derek.

-¿Una cita?

-Si, no lo veo muy aberrante. Puedes hasta hacer una doble cita para que no se sientan incómodos, o si la calentura sube más de lo apropiado.

De pronto, vio como una idea se le cruzaba por la cabeza a su hermano.

-¿Conoces a alguna amiga de ella que sea bonita? Quizás tengas algún amigos por ahí disponible.

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