Día 31 - El 100%

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Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-2
🌸

Señor, ¿Qué es lo que quieres que yo haga?

Dios, ¿Cuál es Tu voluntad para mi vida?

Padre, ¿Cuál es mi propósito?

Si eres como yo, o incluso si no lo eres, pero si eres una persona que quiere agradar a Dios, si eres alguien que quiere ser usado/a por Dios, si eres alguien que está buscando más de Dios en tu vida, en pocas palabras, si eres Cristiano/a de seguro que te has hecho estas preguntas en algún momento.

Nosotros pasamos la mitad de nuestra vida (quizás más) tratando de darle sentido a la misma. Tratando de ver para qué fuimos creados, tratando de ver en qué somos buenos, buscando dónde cabemos en el mundo.

Vivimos buscando respuestas a preguntas como las de más arriba, vivimos tratando de averiguar para qué estamos en la tierra, tratamos de encontrar ese propósito especial para el cual fuimos creados y, muchas veces, nos enfocamos tanto en buscar y encontrar ese propósito que nos olvidamos de Quien nos dio un propósito en primer lugar, nos olvidamos de buscar a Dios.

Y, ¿Qué pasa?
Nos desenfocamos porque, como no estamos buscando a Dios en sí, nos sentimos vacíos y tratamos de hacer nuestros propios planes, nos trazamos nuestras propias metas y creamos nuestro propio propósito.

Nos alejamos de Dios.

Vivimos una vida Cristiana al 50, 60 o 70 por ciento, pero nunca al 100% porque nos gusta tener el control, nos gusta sentir que podemos elegir a dónde ir y cuando ir.

Nos gusta servir a Dios pero con nuestros propios términos y condiciones.

Entonces cuando nos vemos sin propósito, cuando nos vemos vacíos, o cuando Dios nos confronta y sentimos que no estamos haciendo lo que se supone que hagamos, nos frustramos y comenzamos a preguntarle a Dios el porqué de las cosas y a pedirle que nos muestre de una forma u otra exactamente qué es lo que tenemos que hacer.

Te lo diré.

¿Quieres saber qué es lo que tienes que hacer?
Tienes que darle el 100% a Dios.

¿Quieres hacer Su voluntad?
¿Quieres ser usado/a por Dios?
¿Quieres cumplir con tu propósito?

Dale todo el control de tu vida a Dios.

¿Por qué?
Porque cuando le das el 100% a Dios, cuando dejas de ser un/a Cristiano/a mediocre y empiezas a vivir realmente para Él y lo empiezas a buscar de todo corazón, entones ahí  es cuando Su gloria se muestra en tu vida y ahí Él mismo empieza a guiarte por el camino que debes de andar.

Pero esto no lo puedes hacer solo.

No lo puedes hacer siendo un/a Cristiana solo los domingos y en las reuniones de jóvenes.
No lo puedes hacer solo leyendo la Biblia cuando el predicador lo dice en la iglesia.

No.

Esto lo haces cuando le das el 100% a Dios, cuando dejas que sea Él que haga tus planes y metas, y cuando dejas que sea Él que guíe tu vida.

Ahí es donde encuentras tu propósito.

No porque tu propósito lo encuentres caminando con Él, sino porque tu propósito
es Él.
La meta es servirle y vivir para Él.

Por eso es que debes de entregarle todo a Dios.
Dios no te va a obligar a hacer nada, Él te da las opciones y tú decides.

Por eso debes de dar ese paso de fe y darle el control total de tu vida. Debes de estar dispuesto/a a dejar que Él ponga y quite, que construya y desbarate.
Debes dejar que Él guíe tu vida al 100%

¿Quieres encontrar tu propósito?
Ríndete por completo al Señor.

Dios te bendiga love❤️👋🏽

Mi tiempo con Dios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora