Día 153 - Cargas

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"»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana»."
‭‭Mateo‬ ‭11:28-30‬ ‭NVI‬‬

👜💼👛

Te cuento que he leído este verso en Mateo 11:28 muchísimas veces e incluso lo he usado para aconsejar a muchísimas personas a través de los años, pero fue hasta hace un tiempito atrás que pude sentir de verdad lo que es dejar todas mis cargas a los pies de Jesús.

Te explico, yo soy del tipo de personas que se carga con las desiciones que toman los demás y me cargo muchísimo cuando veo que alguien que conozco está haciendo algo que no es de Dios, así que yo, con mi complejo de mamá, trato de buscar la manera de solucionar el problema, o al menos trato de hacer que la persona vea el error para que cambie.

Pero cuando veo que por más que hable mis consejos parecen no importar pues me frustro, entonces me duele ver a la persona pasar por momentos incómodos por no "llevarse de mi".
Entonces cuando eso pasa lo primero que me llega a la mente es decirle "te lo dije, pero no te llevaste de mi."
Y porque El Señor me habló sobre eso, no lo digo ya, pero igual lo pienso y me molesto por las desiciones inmaduras de los demás.

Pero (y ahora entenderás por qué te estoy explicando esto) no fue hasta un tiempo atrás que me di cuenta de que esa actitud era una actitud de arrogancia.
Y te explico, no es que esté mal que quiera lo mejor para los demás y que me pese lo que hagan y sienta ayudarlos, eso se llama compasión y para las personas que trabajan en Ministerios es muy importante tener ese don, pero, aunque la compasión no está mal, me di cuenta de que el enemigo estaba usando mis emociones para trastornar ese don dado por El Señor y no sólo hacer que me cargue con cosas que se supone debí dejarlas a Dios, sino hacer que me enfoque tanto en los demás que pierda foco de mi misma y de mis propias desiciones.

¿Por qué te estoy diciendo esto?
Porque sé que así como el enemigo utilizó eso que es natural en mí para desviarme y para que, en vez de usar mi don para El Señor, lo usara para cargarme y volverme arrogante, así mismo el enemigo puede estar usando algo (una actitud, alguna circunstancia...) para cargarte también y hacer que olvides tu identidad en Jesus y de tu llamado.

En estas últimas semanas me encontraba súper abrumada por todo esto y no fue hasta que me senté a hablar con El Señor que me di cuenta de que estaba llevando una carga que Él no me había dado y que, en vez de dejársela a Él, estaba tratando de resolverlo todo yo olvidando Su soberanía.
Pero en el momento en que me di cuenta de esto y decidí entregarle todas mis cargas a Dios sentí una libertad que no te imaginas.
Y no es que ya no me importa lo que hagan los demás, pero es que ahora que he dejado todo en manos del Señor me siento libre para de verdad orar y actuar y hablar con compasión de la manera que Dios quiere.

Puede que tu situación sea diferente y que lo que te esté cargando sea algo totalmente diferente a lo que me estaba cargando a mi, pero una cosa sí es igual; el enemigo va a querer tomar situaciones y actitudes e incluso tus dones y la personalidad que te dio Dios para desviarte, cargarte y hacerte olvidar la soberanía de Dios y el hecho de que cuando dejas las cosas en Sus manos Él se encarga.

Así que love, así como Dios me habló a mí te está hablando a ti hoy.
¿Hay alguna situación que te está cargando y te está llevando a la frustración?
Hoy entrégaselo a Dios.
Créeme cuando te digo que el sentimiento de libertad que experimentas es increíble.

No trates de llevar toda la carga tú, no trates de querer controlar todo tú, mejor déjaselo al Señor y pídele que te guíe a hacer Su voluntad.

Puedes orar la siguiente oración conmigo:

Padre Dios, te confieso que he estado llevando una carga muy pesada y que he querido tomar control de la situación olvidando que Tú eres soberano y que cuando dejo las cosas en Tus Manos todo sale mejor.
Perdóname Señor por mi actitud.
Hoy Señor te entrego lo que me está cargando y lo pongo a Tus pies.
Ayúdame a poder actuar como Tú quieres que actúe y a no actuar ni hablar por emoción o impulso.
Te pido hoy que me reveles en cuales áreas de mi vida he sido arrogante y he querido tomar el control y te la entrego Señor.
Permite que pueda amar a los demás como Tú los amas y dame discernimiento para saber qué desiciones tomar.
Quita toda mentira que el enemigo quiera usar Para cargarme, y dame paz.
Gracias Señor por todo lo que haces, gracias por amarme y gracias por recordarme que Jesús se llevó todas mis cargas cuando murió en esa cruz por mi.
Hoy decido dejarlo todo en Tus perfectas Manos y recibo tu paz.
En el Nombre de Jesús.
Amen.

Dios te bendiga love! ❤️👋🏽
Lee Filipenses 4:6-7

Mi tiempo con Dios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora