Capítulo 1: "Un accidentado encuentro"

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Los rayos solares iluminaban el bello rostro de una jovencita pelinegra que se encontraba dormida envuelta con algunas sabanas.

La joven al sentir los rayos sobre sus bellos ojos y largas pestañas negras, abrió los ojos lentamente y al ver la claridad del día alarmada salto de la cama, miro su reloj que estaba sobre su mesa de noche y su ansiedad creció.

No puede ser, es muy tarde, dijo la joven tomando una toalla limpia de un cajón y dirigiéndose a la ducha.

Minutos después:

La joven rápidamente se vistió, no se recogió el cabello pues llevaba prisa, bajo corriendo las escaleras a su comedor, se sirvió un vaso de leche, lo bebió con rapidez, tomo su bolso y salió a prisa de su casa.

Gimnasio:

Ya me voy maestro, decía un atractivo joven de cabello alborotado con seriedad.

¿Está bien hijo, mañana en que horario vendrás?, decía un anciano.

Por la tarde, ya sabe que por ahora no puedo venir en un mismo horario, ya me tienen harto esos reporteros, metiéndose en la vida ajena como si alguien se metiera en la vida de ellos, dijo el joven de cabello alborotado con molestia.

Gokú es parte de su trabajo, dijo un calvo.

Claro, como a ti no te andan siguiendo, dijo Gokú irónico.

Es qué yo no soy tan famoso como tú y tampoco tuve un romance con alguien tan público, dijo Krilin.

Ya ni me recuerdes eso, fue la peor estupidez que hice en mi vida, dijo Gokú tomando su pequeño maletín y saliendo molesto del gimnasio.

Krilin, ¿por qué se lo recordaste?, ahora tendré que soportar su mal humor por la tarde, decía lamentándose Yancha.

Ya no seas exagerado yo también vendré está semana en la tarde dijo Ten.

Minutos después:

Gokú manejaba a toda velocidad por la pista, el joven llevaba colocado lentes negros y un gorro para pasar desapercibido de la prensa, mientras pensaba: El mal momento me involucre contigo, solo me usaste para conseguir lo que querías "fama" y luego te fuiste con alguien que te la dio más que yo y para colmo esos reporteros metiéndose dónde no los llaman, que les importa lo que yo opine de tú estúpida boda.

Calle:

Una bella jovencita pelinegra caminaba a paso rápido por las congestionadas calles de la ciudad.

Si no me apuro llegaré tarde a la editorial y la señora Uranai es capaz de despedirme ya que estoy a prueba en esa editorial, pensaba la bella jovencita mientras aceleraba el paso y cruzaba la pista sin percatarse de un vehículo que venía a toda velocidad no lográndose detener a tiempo ante el cambio de luces.

Cuidado, fue lo único que escucho y el ruido de unas llantas que trataban de detener su loca carrera.

La jovencita llevo sus manos a sus oídos ante el escandaloso ruido y cerró los ojos esperando lo peor.

El auto logro detenerse a escasos centímetros de la joven, pero ante el nerviosismo del momento la joven cayó desmayada al piso.

Lo que me faltaba, un escándalo más, dijo Gokú bajándose con molestia a ver el estado en que se encontraba la persona que supuestamente había atropellado.

El joven llego a donde estaba la joven con los cabellos cubriéndole el rostro y al ver a la gente empezar a rodearlo, para evitar un escándalo mayor si lo reconocían tomo a la jovencita en sus brazos y la llevo a su auto mientras dijo rápidamente cambiando de voz: solo esta desmayada, la llevare al hospital por precaución.

MI MEJOR ENTREVISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora