Magdalenas

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Los golpes en la puerta sonaron seis veces, interrumpiendo la quietud que había a aquella hora temprana –Donghae, ya levántate –la voz de su madre sonó insistente desde el otro lado, el aludido entreabrió los ojos, aún sintiéndose cansado y poco conectado a la realidad, arrugó el entrecejo >¿qué hora era?< -y ni pienses que no irás al escuela, si te duele la cabeza te daré una aspirina, pero ya has faltado muchos días –volvió a hablarle, su voz resultaba molesta en la mañana

Donghae gimió quejumbroso >la escuela< -¿Qué quieres para desayunar? –preguntó ella –¿mantecadas o fruta?- El castaño cerró los ojos, quería seguir durmiendo, no podía ni pensar en comida ahora mismo, no con las calientes cobijas cubriéndole y la suave almohada...

-las mantecadas suenan de maravilla precioso

Donghae asintió, sonaba bien –mantecadas- dijo en voz alta para que su madre lo escuchara, creyó oírla suspirar y abandonar la puerta de su alcoba, sin más volvió a relajarse y cerrar los ojos, tratando de conciliar 5 minutos más de sueño, giró su cuerpo y su nariz chocó contra algo tibio

-Buenos días precioso –Los ojos café de Eunhyuk le miraban divertidos, con la cabeza recostada en la almohada y dejando ver la piel de sus hombros y brazos, Donghae dio un salto y salió de la cama mirándo sin comprender

Lamió sus labios resecos con nerviosismo -¿Qué haces aquí? –murmuró -¿cómo entraste?

Por su parte Eunhyuk ensanchó su sonrisa, repasándolo de arriba-abajo, viendo su deliciosa desnudez, el menor tomó la sábana de su cama pero no logrando sacarla, entró de nuevo bajo las cobijas, cubriéndose de la mirada impúdica que lo escaneaba

El rubio suspiró divertido –no es difícil escalar hasta tu cuarto, no deberías dejar la ventana abierta –le regañó sin perder el buen humor

-a-ayer...?- comenzó Hae, pero cualquiera que iba a ser su pregunta murió, al sentir al rubio aprisionarle contra el colchón, manteniendo sus manos bajo las suyas

Eunhyuk respiró muy cerca de él, robándose el poco aire que lograba aspirar, entonces se alzó tan sólo un poco, aún manteniéndolo bajo su control, dándole la vista completa de su cuerpo si el quería, pero, sin poder evitarlo, Hae se concentró en sólo verle la cara, podía sentir claramente que estaba desnudo >que ambos lo estaban<, el rubio rió –¿ves las marcas en mi cuello precioso?- le cuestionó

Los ojos del castaño miraron dudosos, recorriendo un poco más que sólo el cuello, entonces observó varias marcas violetas, levantó la mirada y vió al mayor a los ojos –has abusado un poco de mí anoche –sonrió arrogante

Donghae más que extrañado por su actitud, se concentro en el hecho de que, !no recordaba nada¡, debió fruncir el ceño, por que el rubio lo notó -¿Qué recuerdas? -susurró, examinándolo a él, y a cada posible palabra que pronunciara 

Trató de pensar en qué era lo que había pasado, pero después de haber llegado a VIP, sus recuerdos se perdían, a excepción de algunas cosas que sabía si habían pasado o no –solo recuerdo VIP –dudó –creo que vimos a Siwon, y... -miró cauto al contrario

-y....? –le apresuró

>Lo que recordaba no podía ser, seguramente lo habría soñado, era imposible<, así que suspiró y decidió decir cualquier otra cosa más creíble –mi madre va a matarme –lloriqueó, entonces Eunhyuk asintió, aceptando lo poco que recordaba

-Deberías irte a bañar precioso, se hace tarde – le guiñó un ojo, y se giró sobre el colchón, dejándole libre el camino, el castaño maldijo al ver la hora y se levantó, cuidando de llevar consigo cualquier cosa para taparse, rebuscó en el piso y encontró la camisa que le había prestado Yesung, la metió por su cabeza y se colocó sus bóxers, aún sintiendo la mirada tras él, caminó a la puerta y giró el pomo, mirando al exterior para asegurarse que su madre no anduviera por ahí, suspiró tranquilo y regresó la vista a la cama

My Bad Boy [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora