CAPÍTULO 3

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CLARKE

El lunes Clarke se dirigió a realizar la entrevista. La mujer en cuestión era una ingeniera química de 27 años, toda una promesa en su campo y la periodista agradeció tremendamente que el reportaje que Gina  había planteado se centrara en el lado humano de la investigadora y no en el profesional.


Así pues, montó en su coche y se dirigió hacia el parque tecnológico donde tenía su sede la empresa para la que trabajaba la joven ingeniera.  La verdad es que iba cargada de prejuicios , suponía que iba a entrevistar a una anodina joven que le hablaría de todo el esfuerzo que durante años había dedicado a sus estudios, de lo contenta que estaba de que ahora su trabajo fuera reconocido y bla, bla, bla.   


Una secretaria la hizo pasar al despacho y le anunció que la señorita Reyes la atendería enseguida. La primera sorpresa se la llevó nada más entrar.  El despacho era espectacular y estaba decorado con muchísimo gusto.  Esperaba un sitio gris y anodino y encontró una explosión de color y buen gusto.  A lo mejor no iba a ser tan malo...


Cuando la puerta se abrió y Clarke giró su cabeza hacia ella, tuvo que hacer un esfuerzo para que la mandíbula no se le desencajara y para cerrar la boca a tiempo antes de parecer completamente idiota.  Allí  apareció con su bata blanca y sus interesantes aires de intelectual la investigadora más sexy que había visto nunca.


No la reconoció.


-Perdona por hacerte esperar,  soy Raven Reyes   (le tendió la mano)

-En realidad acabo de llegar. Clarke Griffin  (estrechó la mano que le ofrecía)

-Deja que me quite la bata. Sentémonos mejor en aquellos sillones, estaremos más cómodas que con una mesa de escritorio por medio. ¿Quieres tomar algo?   -preguntó Raven educadamente.

-Un café con leche, gracias   -respondió Clarke.  Le vendría bien el momento que la investigadora necesitaría para ponerle el café para serenarse un poco.  Estúpidamente la presencia de esa imponente mujer la había puesto nerviosa...


Se sentaron en los sillones y mientras Raven metía las cápsulas en la cafetera, Clarke pudo observarla a sus anchas:  morena,  penetrantes ojos negros, estilizada,  delgada pero voluptuosa y vestida impecablemente (zapatos negros de tacón,  falda del mismo color,  blusa entallada blanca y un original collar que hacía que los ojos de la periodista se dirigieran más de lo debido al espectacular escote de la ingeniera).  La entrevista discurrió de manera distendida y a Clarke le pareció que Raven Reyes,  en algunos momentos,  coqueteaba con ella.  Y mucho. Clarke misma le hizo las fotos que acompañarían a la entrevista y pensó que la mañana no había estado tan mal.


-Creo que ya está todo,  señorita Reyes    -le dijo mientras recogía la grabadora y demás trastos que había dejado desperdigados encima de la mesa.  Muchas gracias

-No me llames señorita Reyes, llámame Raven, por favor.  En realidad se ha hecho un poco tarde  y estaba pensando que quizás te apeteciera acompañarme a comer.  Creo que ya te he contado toda mi vida y milagros y me gustaría charlar contigo de otra cosa que no fuera yo.

- ("¿Está intentando ser solo amable?  ¿Está coqueteando conmigo?  Estoy desentrenada,  pero me da toda la sensación de que me está poniendo ojitos y está intentando ligar conmigo" -pensó Clarke- )   La verdad es que a estas horas empiezo a tener un poco de apetito, así que creo que sí,  acepto tu invitación     -respondió la reportera.

AACLARKE (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora