CLARKE
Allí estaba en el despacho con Gina, transcribiendo la grabación de la entrevista, cuando al ir a echar mano de sus notas se dio cuenta de que no tenía la carpeta. Hizo memoria y no recordó en ningún momento habérsela llevado a casa, así que dedujo que se la había dejado en el despacho de Raven Reyes. Cogió el teléfono y habló con ella. Le dijo que la buscaría y se la haría llegar. Así que pasó el rato con su amiga seleccionando las fotos que acompañarían el reportaje.
-¡Guaaauuuu! -exclamó Gina cuando vio las fotos que Clarke había sacado a Raven-. Es una mujer imponente.
- Sí, ya te comenté que era muy guapa -dijo Clarke-. Una mujer interesante.
- ¿Y no aprovechaste para intentar ligar siquiera un poquito? -preguntó Gina a Clarke mientras la miraba con una ceja levantada.
-Yo no, aunque ella me pareció que intentó tirarme los tejos -le respondió la rubia-. No es mi tipo; a mí sabes que me van las formales. Y esta, creo yo, de formal tenía poco... Dominaba perfectamente todo el protocolo de seducción. Ya sabes que las ligonas no me ponen nada.
- Ya, sí, pero para darle una alegría al cuerpo, tampoco tienes que ser muy selectiva, princesa, que por lo que yo sé, ya va siendo tiempo de que te des un homenaje y te regales un buen revolcón -comentó Gina
- ¡Cuántas veces tengo que decirte que yo ya paso de historias fugaces, que quiero algo estable y duradero! -le respondió Clarke cansada de lidiar con las constantes insinuaciones de Gina sobre su pobre vida amorosa.
-¿Quieres algo estable y duradero? Eso no se busca; llega y ya está. Y mientras tanto la vida te pasa de largo -dijo Gina.
-Quizás, pero desde luego con Raven Reyes no iba a llegar a nada ni medio parecido a una relación formal. Hubiera sido un "aquí te pillo, aquí te empotro".
-Pues a mi tu opinión me está pareciendo bastante prejuiciosa. Y la verdad, tampoco hubieras perdido nada por probar, Clarke -insistió su amiga.
-Gina, no vamos a volver a tener esta discusión. Sé que puede ser prejuiciosa, pero yo sé lo que vi. Nuestra amiga la científica tiene pinta de ser de las que dispara a todo lo que se menea. Y de verdad, Gina, estoy cansada de que me mareen. Busco otra cosa, ya lo sabes. Y llegará cuando tenga que llegar. Y si no llega, pues ya veré entonces lo que hago -zanjó la rubia.
-Vale, tienes razón, no insisto más, pero es que me fastidia mucho veros a Octavia y a ti tan solas. No entiendo cómo no tenéis un regimiento de mujeres haciendo cola para conquistaros.
- Tendríamos ambas dónde elegir, créeme, pero ambas preferimos la calidad a la cantidad. Y no te preocupes tanto. Algún día llegará nuestro turno también -le dijo queriendo zanjar el tema.
Clarke dejó apartado un poco el reportaje y se puso con otros quehaceres, al fin y al cabo hasta no recuperar la carpeta, no podía hacer mucho más. Si a lo largo de la tarde no llamaba, al día siguiente se acercaría a la oficina para recogerla ella misma.
Hacia las siete sonó su teléfono.
-Hola -dijo una suave voz al otro lado del auricular-. ¿Eres Clarke Griffin?
-Si, ¿quién pregunta?
-Me llamo Lexa Woods -se oyó al otro lado de la línea telefónica-. Soy compañera de Raven Reyes. Creo que la has llamado hoy porque te habías dejado una carpeta en su despacho. Bien, pues aquí la tengo. Raven está ocupada, pero si no te importa que te la devuelva yo, dime dónde quieres que te la lleve.
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AACLARKE (COMPLETA)
RomanceClarke entró como un torbellino en la vida de Lexa. Se vieron en un bar de ambiente y a los cuatro meses se había mudado a su apartamento. Clarke es periodista, Lexa es químico; Clarke es alegre y desorganizada, Lexa es equilibrada y metódica; Cla...