O.

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Oh mamá, mira como he puesto tu mantel favorito. Oh mamá, mira como he derramado todo tu vino.

Seguramente, debes estar maquinando en tu mente para descubrir la respuesta a mi pregunta. Pero,  ¿te has planteado quien cuenta esta historia? ¿Estás seguro de que todo lo que sabes es real?

Me desperté, con los dedos agarrotados alrededor de un pedazo de tela. Había arrancado un trozo de la sábana mientras dormía.

Me quedé un rato, sentada en la cama mirando el tejido azulado que descansaba sobre mi mano abierta. Las puntas de mis dedos seguían algo entumecidas y estaban rojas y doloridas, la circulación tardaría en llegar a ellas.

Decidí levantarme un par se minutos después. El estómago me dolía y crujía, haciendo el mismo ruido que una jauría de perros rabiosos. Estaba completamente hambrienta.

Aun vistiendo bata, bajé las escaleras.

Terminé la manzana de color verdoso y dejé el corazón sobre la mesilla del salón, alargando la mano intentando no levantarme del sillón.

- ¿Ya desayunaste, Doo? -preguntó Bonnie, sentándose en el hueco libre.

- Si. Hay manzanas por si quieres, están deliciosas -respondí, mirando el vacío de la pared donde debería haber una televisión.

- Te ves agotada, hermanita -comentó, mientras peinaba el cabello de su muñeca.

En serio, era igual a mí. El parecido que tenía esa muñeca conmigo era casi idéntico.

- Anoche dormí algo mal, sólo eso.

Y era verdad, únicamente esa era la razón. No había más que decir, mi mente había colapsado por una simple muñeca.

Dejé la última foto que teníamos en la repisa de la chimenea de gas del salón. Por toda la casa había colocado las distintas fotografías que compartíamos en mi familia.

- Dorothy, ¿colocaste tu cuarto? -preguntó mamá, con una voz sorda y amortiguada, seguramente estaba en su habitación.

- Casi mamá -le contesté.

- No me vale esa respuesta, colócalo -ordenó.

Me fui a mi cuarto entre miles de suspiros. Era agotador acomodar mi cuarto, no era algo que yo hiciera y no me gustaba.

Decidí ver a mi hermano después de colocar mis cosas "correctamente" desde el punto de vista de mi madre. Estaba en su cuarto, con la puerta cerrada, o eso parecía. Así que toqué.

Dollhouse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora