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¡HOLA! Aquí de nuevo con otra nueva historia que espero que les guste, donde los chico guapos y sexies de aquì arriba iràn apareciendo en ella.
Tenìa ganas de hacer un fic donde Min Ho y Se Hun fuesen pareja, y después de darle un chingo de vueltas y pensar a quién mas metía, pues salio esto, que espero y les guste. ;D
Quiero agradecer a Flowers_9490 por tan hermosa y perfecta portada. ¡¡¡Gracias Vigicitaaaaa!!! ¡¡Te adoro niña guapaa!!
Va con dedicatoria para mis escuinclas hermosas de Whatsapp. ¡¡¡LAS MEGAAMOADORO!!
El chico de cabellos negros como la noche sentado en el pequeño sillón reclinable bebía una taza de café al tiempo que observaba a un joven delgado ir de un lado al otro recogiendo y buscando cosas en el trayecto.
- ¡Chan Yeol! Es la última vez que te hablo para que levantes tu trasero de la cama y te alistes.- decía aquel en voz alta dirigiéndose a la cocina. – Si no estás listo en tres minutos iré por ti.
El chico se levantó con su aún humeante taza de café y fue hacia él.
- Tu hermano es un perezoso de primera. Si fuera tú ya lo hubiera sacado del cuarto arrastrando de los cabellos.
- Pero no eres yo, Min ho. Y no lo traeré aquí de los cabellos.- cortó.
- Como quieras. Yo me voy, si no llegaré tarde a abrir el restaurante.- dejó la taza a medio terminar en el fregadero. Se acercó al contrario para besar su frente. – Nos vemos en la tarde, Se Hun. Cuídense.
Se Hun era el hermano mayor de ChanYeol. Con veintitrés años estaba a cargo de su pequeño hermano de dieciséis, de la casa y en ocasiones de Min Ho. Chan Yeol era el menor de ellos. Estaba por terminar el primer año de la preparatoria, pero aún era inmaduro y no quería tener responsabilidades de ningún tipo. Casi no ayudaba en casa y menos en el restaurante, pues para eso estaban su hermano mayor y Min Ho, según él.
Cuatro años atrás sus padres se habían divorciado, casándose su madre nuevamente hacía dos, luego de que su padre falleciera mientras lo asaltaban saliendo una noche de un cajero automático. Ninguno de los dos quería seguir viviendo con su madre, así que cuando Min Ho, hijo único de la mejor amiga de su madre los visitó y vivió con ellos una temporada, casi suplicaron que los aceptara en su departamento.
No es que no quisieran a su madre, simplemente que ninguno de los dos era capaz de verla después de que se separara de su padre y sobre todo vivir con otro hombre en la casa que su padre había comprado con tanto esfuerzo y trabajo para ellos, su familia.
Después de mucho pedir, hablar y suplicar, Min Ho aceptó que vivieran con él. Su padre había dejado un testamento donde les dejaba una buena cantidad de dinero, un par propiedades: un amplio local, una cabaña en las montañas y un piso que rentaban a una firma de abogados.
