Min Ho caminaba de un lado a otro, aquella situación entre los dos hermanos lo estaba estresando más de lo que pudo imaginar. Chan Yeol se había marchado de la casa después de haber peleado con Se Hun hacía ya casi un mes y no sabía qué hacer. Sabía que el menor estaba en casa de su madre. Un par de días atrás, en la calle y de lejos, lo había visto bien dentro de lo que cabía, pues al igual que Se Hun, el menor estaba mucho más delgado y demacrado y creía que éste había crecido un par de centímetros.
En más de una ocasión estuvo a nada de interceder y arreglar las cosas para que éstos pudieran estar nuevamente juntos. Uno necesitaba al otro a su lado para estar bien, pero si hacía algo así, tal vez Se Hun se molestaría con él. Sí él mismo no había hecho algo al respecto, entonces lo mejor era no meterse, pensó.
No se había dado cuenta cómo era que estaba frente a la puerta de la recámara del pelirrosa. Pensó si estaba bien tocar la puerta o no, pero luego de un minuto golpeó suavemente con los nudillos y la abrió lento. Asomó su rostro pero no vio a Se Hun ahí, el ruido del agua en el baño lo hizo voltear y caminar hacia allá.
- Cariño, ¿estás bien?.- dijo a través de la puerta. Esperó la respuesta del menor.
- Sí. Salgo en un momento.
- No quiero que salgas, sólo necesitaba saber si estás bien.- explicó el pelinegro.
Caminó hacia la salida y entonces escuchó la puerta del baño abrirse. Se giró y le dolió el pecho. Se Hun llevaba una toalla atada en la cintura, una camisetita blanca sin mangas y otra toalla con la que secaba su cabello. Estaba mucho más delgado de lo que parecía y de lo que lo había visto así la última vez.
- No tienes que preocuparte de más, Min Ho.- se dirigió al closet, sacó un bóxer y un pants negro. - Estoy bien.
- Pediré algo para comer, ¿Quieres algo en particular?
Lo vio ponerse serio pensando en algo.
- Pizza. Quiero pizza.- dijo con una sonrisa después.
- Pediré dos y tú comerás una sólo.- murmuró girando el pomo de la puerta para salir.
- ¡Te escuché! ¡Deja de decir cosas creyendo que no lo hago!
Min Ho rió y salió de ahí cerrando la puerta tras él.
En efecto, Min Ho había pedido dos pizzas medianas. Champiñones, Chile perón y jamón para el menor y carnes frías para él. Puso las cajas una al lado de la otra, igual a como estaban ellos sentados en el piso recargados en el sillón viendo Tv.
