Capítulo 8.

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- Ey. ¿Acaso no vendrás a comprar las cosas para la cena?.- decía Min Ho mientras movía el cuerpo que estaba debajo de la cobija. – No habrás olvidado que hoy viene a cenar el novio de tu hermano, ¿Verdad?

Se Hun refunfuñó mientras se retorcía y pataleaba en la cama. No quería levantarse de la cama, no quería ir a comprar nada y mucho menos quería preparar la cena para el idiota que salía con su hermano. No era su obligación alimentar ni recibir con interés o ganas al chico ese, ahora quería seguir acostado y dormir un poco más.

- Si no levantas ese maravilloso y perfecto cuerpo que tienes, tendré que recurrir a secretas tácticas que no dudaré en utilizar contigo, pequeña criatura.

El menor se quedó quieto de repente, perdido por aquellas palabras. Min Ho adivinando que Se Hun estaría penoso, retiró la cobija y le descubrió el rostro notándole las mejillas sonrojadas. El menor tratando de que el pelinegro no comenzara a decirle de cosas, se levantó rápidamente y entró al baño que estaba en su habitación. Se tardó lo más que pudo, se dio un baño exfoliando su cuerpo aun sin necesitarlo, pues lo había hecho el día anterior. Lavó su boca, aplicó crema hidratante a su cuerpo y salió del baño con una toalla atada a la cintura y una camiseta sin mangas blanca dispuesto a cambiarse.

- Aún sigues aquí.- dijo al ver al mayor recostado en la cama mirándolo atentamente.

- Tardaste a propósito, ¿no es así?.- el pelirrosa desvió la mirada y fue hacia el closet a buscar su ropa.

Lo abrió, y escogiendo un pantalón de mezclilla negro y una playera amarilla volvió a cerrarlo. En cuanto se giró su cuerpo fue empujado contra las puertas del closet.

- Claro que no. Siempre me tardo lo mismo.- sintió las manos de Min Ho en la cintura y la nariz rozando su cuello.

- Está bien te espero afuera. No te tardes demasiado, ¿sí?.- susurró, lo besó y después salió de ahí de prisa.





El lunes llegó aun sin que el moreno lo quisiera. Salió de su casa muy temprano para ir a trabajar, pasando toda la mañana y parte de la tarde entre distraído y ansioso. Después de que saliera de trabajar, llamó a Chan Yeol para confirmar la hora en que debería estar en su casa. Para cuando ésta llegó, ya se encontraba fuera de la casa, estacionándose casi enfrente de esta.

Chan Yeol había corrido hacia la puerta de entrada y en cuanto se encontraron en la de la calle, éste lo tomó de la mano y lo llevó dentro. El menor lo jalaba de la mano mientras él se sentía un poco ridículo, sin saber qué hacer o hacia dónde mirar. Era la primera vez que sentía aquella sensación de infantilismo.

Jong In, El novio de mi hermano menor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora