Capítulo 2

125 6 0
                                    


Fantasías con el baterista.

La desesperación por obtener su atención se hacia cada vez mayor. Gustav estaba preparando el café y eso era lo más atento que podía ser él. Me impaciente al notar que tardaba por la mirada que le estaba dando hace unos días atrás cuando sin querer trataba de acomodar su pantalón. Mi sangre se congeló sintiendo una repentina sensación de aire helado azotarme la entrepierna. Cómo podía ser que un simple roce me provocara tanto, al fin de cuentas, eramos socios, hermanos, una familia. No pude detenerme en la idea, me sentía avergonzado con el sólo pensar en Gustav como parte de mis fantasías imposibles, una de ellas que casi cometo una locura en ése preciso momento cuando me tomo por sorpresa entregándome el café. Esa sensación imposible nunca se alejaba.. no se quería alejar de mi mente por más que pensara en otra cosa y divagara en lo imposible de quitar ideas de mi mente. Tom había desaparecido con Ria y tenia la oportunidad de establecer cierto vinculo con ese ser que tomaba control de mis pensamientos. Debía encontrar la solución.

-¡Muchas gracias!-

Mi mirada se perdió en la suya y ambos nos ruborizamos. Tosí sin querer, se me había pasado unas gotas del liquido que bebía por estar pensando en él. Traté de tranquilizarme y comencé a sentirme nervioso con su sola presencia. De hecho no estaba ni Georg, ni Andreas, ni siquiera estaba mi maquilladora favorita.

Un aire caliente azoto mi entrepierna, debía pensar rápido, cuanto antes si no quería ofender a Gustav, por sentir sensaciones extrañas recorrerme entero. Todo esto me tomaba por sorpresa, a si mismo comencé a morder mi labio observándolo, sin quitar la mirada de la suya comenzaban a fluir los pensamientos morbosos sin siquiera control.

Cuan bien se veía con anteojos, debía reconocerlo. Era tan atrayente como podía mantener su piel impecable, sin restos de barba. ni nada parecido.. Suponía que su piel era tan suave como una seda.

Cruce las piernas rápidamente, confundido, mi miembro estaba a punto de estallar por motivos que desconocía. ¿Como podía pensar en ésto? ¿Como podía tener semejantes ideas de uno de mis amigos de toda la vida? Ya no podía más. Debía hacer lo que debía. Salí hacia el baño, era doloroso el estar presente y no llegar a hacer nada, cuando de repente una mano me produjo una fuerte corriente eléctrica que nublo todos mis sentidos.

-¿Qu-que pasa? ¿Porqué me detienes?-

Le pregunte totalmente helado al mirarlo directamente a los ojos.

-Bill..-

desvió un momento la vista pero a la vez comenzó a hablar entre dientes.

-Bill..tú ... tienes un problema..bastante serio.-

Dijo refiriéndose pervertídamente a mi erección.

-S-Si..voy... a arreglar ésto..-

Dije algo nervioso, ¿cómo era que se daba cuenta de las cosas? ¿como podía deshacerme de ésto..? ¿como podía simplemente detenerme? esto se volvía mas extraño de lo que era.

Tenia algo de vergüenza, tenerlo presente al que provoco todo esto estaba matándome.

-P-podemos..podemos arreglar éso..-

Sus palabras me tomaron por absoluta sorpresa. Era algo que fantaseaba desde aquella vez. No podía pensar con normalidad por la fuerza de sus palabras, así que lo conduje hacia la habitación más cercana cerrando con llave después.

El sonido de los pantalones desabrocharse nos mantuvo un momento ocupados, ¿Como era que podía atender a todo esto? ¿como era posible que el vocalista de Tokio Hotel terminaría en ésta situación? a no ser por el baterista, que provocaba ésas fantasías que tenían loco al vocalista.

aquellas fantasías tan insanas.

-¡Ohh Gustav!-

Di un grito placentero cuando su cálida boca comenzó a saborear la punta, y sus dedos suaves me colmaron entero.

Mi cabeza se hacia hacia atrás con cada movimiento de su experta boca. Sus suaves manos subieron por mi torso brindándome caricias , recorrían la parte de la estrella, el tatuaje que Tom muchas veces recorrió con su lengua.

-Gus, ¡joder!Más..Más-

Grite inevitablemente cuando sus labios apretaron aumentando la velocidad, su boca era como estar en el cielo y tocar las nubes con las manos.Todo esto me tenia la mente en blanco desbordando placer y gemidos.

El momento en que sus labios se despegaron de aquella zona, era extraño mirarlo y que no sea Tom, pero mis fantasías eran más fuertes, y comencé acariciar su entrepierna endurecida, provocándole placer de alguna manera.

Era muy sexy tener que pensar que su suavidad de sus manos me recorrían la piel, la altura era un problema, pero comencé a soltar largos gemidos hasta que él terminó con la boca llena de mi semilla.

Me miró a la cara, tenía ciertas ideas en mente, en cómo lo tomaría después, o si éste seria un pequeño secreto entre los dos o simplemente era un escape a la rutina, quizá yo pensaba mucho sobre el tema y todo ésto terminaría en algo pasajero. Éso estaba por verse. Las cosas debían hablarse en algún momento, pero éste no era un buen momento para charlar sobre nuestras vidas, sobre ésta situación en la que habíamos terminado ambos.

A Través Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora