Capítulo 9

47 3 0
                                    

Why do I keep loving you?




Los minutos pasaron y yo seguía rogándole a la absoluta nada. Me ignoraba completamente. Tom me ignoraba, y mas que eso, quería decir, simplemente no me miraba ni me dirigía la palabra. ¿Qué había sucedido entonces? Bien, como casualmente, lo que solía suceder. Tom estaba enfadado por haber discutido con Ria.

~ flashback ~

-Ésas plataformas son tan.. ¡Las quiero! Y ésa chaqueta. Me encantan Tom ¿La llevamos? -

Dije tirando de su playera como si fuese un niño pequeño.Pero cabe destacar que aquí el dinero lo tenía Ria. Pero antes de aclarar mis dudas, le pregunté de manera amable.

-Y mira ésos jeans¡¡Llevémoslos!! Pero, Tom ¿Quién se va a encargar de pagar?-

Pregunté inocentemente, mirándolo con ésa chispa de alegría como siempre lo hacía cada vez que quería algo. Le sonreí ligeramente, algo emocionado, desde ya.

-Bueno.. Lo tiene Ria.-

Dijo soltando un suspiro cansado y con su voz completamente fría. No podía creerlo. Cuando caminé hacia ella, la miré de arriba hacia abajo, imposible de poder controlar mis impulsos. No perdía nada con sólo pedírselo de la manera que quería, al fin y al cabo, era nuestro.

-Tom me dijo que compartamos la compra.-

Hable algo alterado mirándola con desprecio. Ella alzó una ceja haciéndose la victima, y adoptó una pose coqueta y sobradora. Acaricio su cabello y me miró de lado.

-¿Quién tiene el anillo de compromiso aquí?-

Preguntó y me enseño su mano. Mis ganas de darle una abofeteada se hicieron presentes, pero en cambio no lo hice, fui hacia ella con toda la paciencia del mundo, y se lo pedí esta vez de manera amable.

-Dije que compartamos la compra, querida.-

Le hable con toda la amabilidad del mundo, pero se volteó completamente dándome la espalda, para seguir viendo vidrieras, resultaba como si le estuviese hablando a la pared, ya que ni siquiera dió ni un sí, ni un no por respuesta.

-Maldita zorra.-

Hable entre dientes, muy bajo a la vez maldiciendo, apretando los puños, sin dudas no sabía que ésto pasaría.

-¿Qué dijiste?-

Cuestionó sorprendida y alterada mirándome.

-¿Qué? Nada.-

Levante una ceja desinteresado y me dirigí hacia mi hermano, con toda la paciencia que aun sacaba de no sé donde.

-Quiero ésas plataformas, ya y ahora, Tom. No me obligues a amenazarte.-

Le hable al oído y en éso Ria se dió cuenta y nos quedó mirándonos como si fuésemos culpables de algo.

-Mírala Tom, lleva haciéndome la contraria desde que te comprometiste con ella. Tom, yo quiero esas plataformas, joder.-

Le hable aun mas alterado que de costumbre, tocándole el pecho con mi indice.

-Esta bien Bill.-

Dijo soltando un suspiro cansado y rodando los ojos. En éso comienzo a notar que Ria nos venía a acompañar, sin dudas ella había escuchado todo.

Ella lo miró con seriedad en su rostro, sin dudas estaba molesta.

-¿Qué?-

Dijo Tom mirando a su futura esposa, levantando los brazos señal de resignación. Ésta vez había ganado yo.

~ fin del flashback~

Luego de aquél momento incómodo en el Shooping, habíamos comenzado una pelea sobre de quien había comprado más que el otro, hasta que se ganó una abofeteada de parte mía.Ella era la menos indicada para hablar del tema.

Un rato más tarde me encontré con mi hermano totalmente enfadado mirándome con ésa manera acusadora, aunque en verdad, no tenía la culpa de nada.

-Bill no le tenias que pegar-

Susurró en mi oído y me estremecí totalmente.

-¿Y que si lo hago, joder? Estoy harto de todo, vete de aqui, vete de mi vida, no te quiero, Tom-

Me quejé molesto. Luego de haberle dicho las últimas palabras, lo saqué empujándolo lejos de mi habitación.

Pero en el fondo aquellas palabras me hacían daño. Simplemente deseaba un dia tranquilo, sin que la defendiera, sin que le regalara el dinero que conseguimos con tanto trabajo y esfuerzo, ella todo lo tenia gratis, sin mover un solo dedo. No hacia absolutamente nada, simplemente era una mujer indecente, con caros gustos y que Tom la complacía en todo lo que pedía.

¿Que ganaba ella con todo ésto? Ellos se estaban para casar muy pronto, pero Tom no coincidía en la idea, ya que Ria se lo quería llevar lejos de mí. Quería alejarlo, sin saber que a penas podía pasar un día sin Tom.

Me dejé caer el cuerpo en la cama, completamente sin siquiera pestañear, viendo hacia el techo como completo imbécil, hacia la absoluta nada. ¿Acaso que tenia detrás de todos esos implantes? Absolutamente nada. Como siempre, yo terminaba siendo el imbécil, moría con cada mentira pero es que acaso ¿Porqué seguía creyendo? Él decía que las cosas iban a mejorar, pero nunca sucedía. Cada paso que daba, cada respiración que tomaba. Mi mundo se rompía, no quedaba nadie que me conociera realmente como lo hacía él. Sin embargo, soy adicto a él y me siento perdido, olvidado. No me encuentro aunque busque en mí. Porque después de él, no había nada.


***

A Través Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora