Capítulo 21

30 2 0
                                    

Nothing's louder than love.





La reunión con los Gs y amigos, ésta vez, era bastante sencilla. Gus continúo con sus proyectos olvidándose de todo, mientras que Tom y yo hacíamos los preparativos. Decoramos el sitio e hicimos pedidos. Un pastel de cumpleaños, gorritos y demás accesorios para la diversión.

Colgué los globos e inmediatamente recibí unas cosquillas en mis costados, me provocó dar un pequeño salto, seguido de un quejido, sin parar de reír.

-¡Compórtate!-

Exclamé entre risas y carcajadas ligeras. Me tomó del rostro aproximándose y me propinó un beso en los labios.

¿Qué era aquella mala sensación que se me instalaba en mi pecho? No supe describir, ni siquiera sabía cómo podíamos seguir accediendo a besos, roces, aquello mismo que nos involucraba aún más de la cuenta y después de llegar a un límite, debíamos negarlo todo.

-No. Olvídalo, iré por un café-

Hablé lo más claro posible, tenía la voz apagada. Me escabulli por los pasillos, hacia la cocina, sin embargo, tenía una idea de lo que me ocurría.

Mi piel se estremeció por su presencia, sin siquiera tocarme y no supe que decir.

-¿Se besaron?¿Otra vez?-

Concluyó su pregunta. Una lágrima escurridiza cayó por mi mejilla al notar el aire tenso entre nosotros dos y contemplé el silencio, después de escuchar un portazo detrás de mis espaldas. En instantes, el timbre sonó, eché un vistazo y noté que Tom había dejado pasar a Georg y simplemente en camino hacia la sala, las miradas de Tom y Shannon chocaron, hasta quedar ése tipo de incomodidad que hacía las cosas difíciles. Un "hola", seguido de un "bien, terminen, me iré por la bebida" me produjo cierta desconfianza en Tom. Tenía un nudo en mi garganta, impidiendo poder hablar, decirle algo importante o talvez mentirle sobre mí mismo y que todo estaba bien. Desapareci cuanto antes, después de saludarlos a ambos mientras un escalofríos me recorrió entero al conectar mi vista con la de ella.

Bien, resultaba que yo era el idiota, mientras tanto, pensé que él planeaba ponerme a prueba, aunque depende de las circunstancias, él me obligó.

Aún recordaba aquél momento inoportuno, él me miró fijamente esperando que actúe. Estábamos en un restaurante, y me ruboricé al instante, al notar la presencia de ella cerca de mí.

Ria estaba presente, mi corazón palpitaba fuertemente, asustadizo y nervioso, me acerqué a la rubia para saludarla, tomé su rostro en mis manos y le dí un beso lento, que se tornó profundo en cortos minutos. Mi piel se erizó, la sensación de confusión me tomó desprevenido, ahora sentía presión en mi pantalón al poco tiempo y aquello era un castigo. Nos miraron, Tom se quedó pálido, ignorando todo, haciéndoles creer a todos, que nada estaba pasando y Ría no tenía palabras. De todas formas, ella se sentía incómoda, a parte de haber quedado bien con Tom, se hacía la misteriosa ¿Acaso seguían quedando en amigos?

De momento, fingi que todo estaba bien y tomé su mano, dandole una ligera caricia en su mejilla y mirándola con deseo.

-Sientate junto a mí-

La miré con una sonrisa amplia.

Pero acaso ¿Qué era ésa sensación? Jamás la descubriría. Ansiaba por dormir y olvidar todo ésto. Tenía miedo de las consecuencias, aunque para Tom, todo estaba concedido.

Él dijo "Solo confía en mí, ésta noche" y mi corazón se aceleró por su corta presencia, ansiaba estar junto a él, ansiaba probar sus labios, ansiaba perder el tiempo a solas, sin interrupciones.

...


" ¡Sorpresa! " Gritamos todos juntos, al ver la puerta abrirse con desconfianza. Los globos rebotaban por el lugar, todos fueron a saludarle de inmediato para poder asegurarse de que su regalo había sido entregado correctamente. Me reí levemente al mirarle tan emocionado, saludé al cumpleañero Gus y me quedé cerca de la rubia.

La cena transcurrió con normalidad. Nat sirvió las copas y todos brindamos después de que cantaran y Gus soplara las velas.

Me sentía mal, el tener que compartir mis besos con alguien más, no estaba siendo agradable para mí. Tom lo sabía, lo podía notar a simple vista, pero muy profundo yo sabía, que nada era más alto, que el amor que nos teníamos el uno al otro.

A Través Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora