Capítulo 2

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En el test nos ponen pruebas estilo "qué pieza encaja aquí" y tenías que rotar la pieza mentalmente con líneas que se parecían un montón... Estaba interesante el test, desde luego más que hacer matemáticas... Teníamos un tiempo máximo para hacer cada prueba y a mí, la verdad me salieron bastante bien.

Después de la prueba a mis compañeras les pidió que salieran de la sala pero que no se fueran y que yo me quedara con ella.

-Hola, Eider. - Me saluda

- H-Hola, ¿qué pasa?

-Nada, te quiero hacer unas preguntas

-Vale...

-Describete a ti misma, sueltate.

-Bueno, yo soy Eider. Me considero una persona bastante tranquila, sarcástica, irascible y un tanto vacilona. La gente me mira en ocasiones de forma extraña, pero me importa una mierda - me doy cuenta de la expresión que pone al oír las palabras y lo rectifico - Perdón, quiero decir que me da un poco igual, creo que es porque mi forma de vestir no es muy convencional: mírame, con camisas de sueltas, pantalones negros, ropa oscura... No sé, pero es la clase de ropa que me gusta. Y la gente suele prejuzgarme  por ello muchas veces pero, no soy tan así...

Creo que me he soltado mucho, tal vez demasiado, nunca le he contado a nadie esto. 

Eva toma apuntes de lo que estoy diciendo.

-Me encantas, Eider. Ves las cosas de una forma diferente a los demás.

-Vaya, gracias. - digo un poco incómoda.

-Te puedes ir ya si quieres, Eider.- me informa.

-Gracias.

- Eider, ¿Puedes decirle a Syla que entre?

-Claro, tenga un buen día.

Salgo y le digo a mi amiga que entre. Vuelvo a mi estúpida y aburrida clase de matemáticas.

Al entrar, como tengo unos compañeros bastante metomentodos, me miran todos preguntándose que dónde estaba. Miro a dónde están Taylor y sus amigas, que, como siempre me miran como si tuviese un mono en la cara.

Es muy cliché, lo sé. En todas las pelis hay una típica pija y puta que anda por ahí dando vueltas, pues, en mi clase es la señorita Taylor. Pero a mí ella me importa una absoluta mierda, aún no se ha atrevido a acercarse  mí y decirme las cosas a la cara... Que se prepare, cuando lo haga esa perra se va a enterar.

Por favor, que termine ya... Que termine ya... La clase es insufrible y me la paso entera dibujando los ojos verdes de un gato, no sé por qué siempre dibujo eso, me sale solo... Me persiguen a todas partes, en los libros, los cuadernos... ¡Hasta en la pizarra de la puerta de la nevera!


La clase termina y por tanto,mi sufrimiento también, por Dios... ¡Ya era hora! 

En el cambio de clase me encuentro a Syla por los pasillos, ya habrá terminado la prueba esa...

-¡Hey! Tía, la mujer esa me ha tenido secuestrada haciéndome preguntas, ¡Qué miedito daba! - comenta Syla - Oye, se me ha ocurrido que esta tarde podíamos ir al centro comercial para comprar ropa, música o algo...

-No puedo, tía. Esta tarde me voy a la peluquería para repasarme el tinte - Tengo mechas californianas rojas en mi pelo castaño oscuro.

-Eider, te repasas más el tinte del pelo que Michael Clifford - Replica mi amiga soltando una de sus referencias musicales, ruedo los ojos.

-Habla la que tintó una vez el pelo entero de azul eléctrico...

-¡Oye! ¡Estaba borracha! - me pega y llegamos a clase de Lengua.

Esta clase me gusta más, porque las cosas van cambiando: Leemos cosas diferentes, poesías diferentes, autores diferentes...

Nos mandan hacer una poesía para mañana, guay, me gusta calentarme la cabeza y pensar.

La clase de Lengua se me hace infinitamente más corta y amena que la de mates. 

El día ha finalizado, todos los alumnos se van a sus casas... Y yo también.

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