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NamJoon

~ Te juro, Jackson, que hoy estoy bastante ocupado con lo de la propuesta, ¿Es muy urgente lo que tienes que decirme?
~ Por favor ven, es muy importante n-no puedo decirlo por teléfono.
~ Vale, estoy afuera en diez minutos...

     Me estiré para tomar las llaves del auto y me coloqué el abrigo lo más rápido que pude, tenía alrededor de una hora antes de que me encaminara a recoger a Jin.

—¡Hyung! —Jimin corría escaleras abajo como un loco desesperado, tropezó con los últimos escalones así que cerré lo ojos esperando el impacto que nunca llegó, cuando los abrí Jungkook lo había sostenido por la cintura, lo  cargo poniéndolo en el suelo como si de un bebé se tratara y luego se alejó. Yo no tenía tiempo para ver cómo ese par se amaba u odiaba así que salí del dormitorio dejándolos atrás.

Conduje hasta el departamento de Jackson mirando de vez en cuando el reloj en la pantalla, no tenía tiempo que perder, aparqué el auto frente a su edificio y note que el de cabellos rubios me esperaba de pie frente a la puerta, nuevamente una luz me cegó por unos instantes, ¿eran mis nervios por la propuesta? O realmente había cámaras en todas partes.

—Dijiste que era importante así que aquí me tienes. —Jackson dio un paso hacía mí tomando mi muñeca y luego colocó algo sobre ésta, abrí la mano lentamente sintiéndome confundido por unos instantes, era el mismo anillo que planeaba darle a Jin.

—Ken vino a verme diciendo que quiere recuperar a Jin y necesitaba mi ayuda. No seré parte de esto.

Jodido idiota, y más idiota yo por creerle eso de la cena de reconciliación con Sandeul.

—No dejes que le lave el cerebro a Jin.

—No le creería de cualquier manera.


[...]

     Y era la décima vez que me rechazaba la llamada en los últimos diez minutos, habían pasado cuarenta minutos desde que fui a buscarle, nadie abrió la puerta del departamento de Ken, según Yoon Gi tampoco estaba en el dormitorio así que sólo había un lugar en donde Jin sabía esconderse creyendo que nadie lo encontraría, el karaoke. Recorrí los karaokes más concurridos buscándolo sin tener éxito, estaba a punto de salir del que considera mi ultima esperanza hasta que escuché a la trabajadora en turno hablar de un chico guapo del que no sabía si se estaba riendo o asfixiando, le pedí que me guiara hasta la habitación donde se encontraba y vi la imagen más ridículamente tierna de Jin en todo el tiempo que llevaba de conocerlo.

     Estaba medio dormido en el sofá  con el micrófono en mano y una botana de algas en la otra, sus mejillas estaban completamente rojas y suponía que todo se debía al efecto del alcohol, tenía sus ojos ligeramente hinchados y lo que yo rogaba que no fueran mocos, como dije, adorable.

—Ah de verdad. —Camine rápidamente hasta el lugar donde yacía la bella durmiente y toque repetidas veces sus mejillas, no movía ni un sólo músculo. Pague la cuenta de todo el desastre que había hecho Jin y luego lo saque del lugar en brazos, le acomode en la parte trasera del auto y emprendí el camino de regreso al dormitorio. Todo el camino era silencioso y tranquilo, todo hasta que Jin se despertó.

—¡Bajan, bajan!

     Frene el auto de inmediato y mire por el retrovisor, Jin abrió la puerta —y por abrir me refiero a que casi la tumba— y salió corriendo despavorido hacia la banqueta, el resto no era necesario contarlo.

We Got Married? ;Namjin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora