36

2.7K 348 25
                                    


Jin

     Aún no lograba comprender, después de todo lo que había pasado hacia unos años, no comprendía el por qué Jackson quería verme. Dandole mucho preámbulo me dirigí al lugar donde me había citado temprano, era un café —que innovador— uno de los tantos que había en casa esquina de Seúl.

     Al llegar el hombre de cabellos castaños ya se encontraba ahí dibujando sobre una servilleta, me sentía como una chica celosa mientras mi mente me jugaba malas pasadas imaginando el cómo muchas veces él y NamJoon compartieron más que una taza de café.

—Jackson.

—Jin.

     Sentí como si todo el café empezara a arder en llamas, nos saludamos sin mucha empatía y tomamos asiento uno frente al otro. Nos miramos fijamente por fracciones de segundo hasta que rompí el silencio.

—Bien, ¿para que necesitas mi presencia?

—Vengo a pedirte un favor. —Él, pidiéndome favores a mí, que descarado. Elevé ligeramente mi ceja expectante a sus palabras y él bajo la mirada. —Es respecto a NamJoon. No sé si ya lo sabes porque a veces actúas más arrogante de lo que puedes llegar a ser, pero deberías tener en cuenta que ese hombre esta dispuesto a todo por ti y no te lo mereces.

Sólo tenía una cosa que decir al respecto: perra loca.

—¿Me citas en medio de mi apretadisima agenda para decirme algo que ya sé?

—Te cito para que hagas memoria de lo patético que puedes llegar a ser, ¿O ya se te olvidó por qué lo terminaste la primera vez?

     Vale, quizá Jackson tenía un poco de razón en sus palabras después de todo, lo de hace unos años había sido una reverenda tontería que no quería recordar, pero, si no hubiera pasado eso entre nosotros no estaríamos donde estamos ahora, compremetidos y cada vez un paso más cerca del altar.

—No me lo tomes a mal Jin —Levantó su taza de café y se la bebió de un sorbo—, sólo no quiero que Namjoon salga lastimado.

—Entiendo. Créeme que se perfectamente que Namjoon se merece lo mejor de este mundo.

—Pues deberías sentirte más que afortunado porque tiene el dinero suficiente para tenerlo todo en este mundo, y a pesar de eso, encontró lo mejor de este mundo en ti. —Siempre había creído que las palabras tenían peso, hablando relativamente, justo ahora había sentido como si una tonelada hubiera caído sobre mí. —Cómo sea, tengo cosas que hacer, disfruta tu café que ya está pagado.

     Me quedé ahí sentado pensando por un buen tiempo hasta que el café se enfrió y el sol comenzaba a esconderse detrás de los edificios. Salí del café y caminé tranquilo y despreocupado hasta que una llamada entrante de Namjoon llegó a mi teléfono.

~¿Jin?
~¿Quién más sino?
~Ya sólo estaba bromeando, acabo de salir del estudio, ¿dónde estás justo ahora?
~Caminando en Gangnam.
~Te veo en COEX en quince minutos, te amo.

     Y colgó, ni siquiera me dio tiempo de procesar la información cuando la llamada fue colgada así que emprendí mi camino directo a COEX un mall lujoso y transitado. Ah, dónde se arme un alboroto con las sasaengs el manager me va a matar y terminará caminando a mi lado mientras toma mi muñeca.

     Tarde más de quince minutos en llegar pues el bus no daba señales de vida y el taxi estaba atorado en medio del tráfico por lo que, cuando llegué Namjoon me esperaba sentado en una especie de mini sala, mirando hacia todas partes y dándole vueltas a su móvil en la mano, me quede parado a unos metros de él únicamente mirándole hasta que su mirada me encontró y corrió directo hacia mí.

We Got Married? ;Namjin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora