29 de septiembre del 2016:
No pude quitar mis ojos de ti en todo el día. Me aseguré de memorizar todos tus movimientos: la forma en que te acomodas el cabello, tú sonrisa, la manera en que te tocas el labio inferior cuando ves algo en tú celular y el sonido de tu risa.
Eres bellísima.
Tú mejor amiga te dejó un regalo por tu cumpleaños, por cierto, lamento no haberte felicitado; pero como ya te lo había dicho soy muy tímida. Tú regalo era una caja con cosas escritas pegadas por afuera y por dentro. También alcancé a ver qué había fotos suyas, unos cigarrillos y una pelota de tenis. En ese momento me pregunté si había algo que no supieras hacer.
Una de mis amigas, que solía ser tu amiga en primer año, me dijo que eres muy buena en matemáticas y solías tener promedio de nueve, ¿qué fue lo que te pasó? Tú promedio ahora es de ocho y no participas en clase de estadística. ¿Fue por ella? ¿Por la que ahora es tu mejor amiga? ¿Por qué cambiaste para ser su amiga?
Primero me entero de que eres buena en matemáticas y ahora que en realidad sí te gustan los deportes pero cuando nos toca clase, solo te quedas en la banca y te quejas por estar con ella. Con tu mejor amiga.
