14. El momento en el que supe que estaba enamorada.

23 1 0
                                    

17 de Noviembre del 2016:

El timbre tocó y nuestra hora de clase había acabado. La maestra de psicología no llegó y nos dejaron un trabajo que teníamos que sellar con el director. Todos nos formamos para que nos lo firma, y me tocó detrás de ti. Llegó un amigo y se metió delante de mi. Lo abracé y lo moví de lugar. Terminaron de firmarte a ti, y nosotros te estorbábamos para que tú te fueras. Pusiste tú mano en mi brazo y le diste tres apretones.

—Con permiso —me dijiste. Abracé más fuerte a mi amigo y te dejé espacio detrás de mí. Pasaste y acariciaste mi espalda mientras pasabas detrás de mí.

Nunca había sentido ese frío del que todos tanto hablan cuando alguien me tocaba de cualquier forma. Desde que me dan la mano mis amigas, hasta cuando me hacen piojito. Nunca lo había sentido. Y tú tacto me lo causó.

En la última hora, el profesor de deportes dejó que las niñas saliéramos antes y entonces todas fuimos a la cafetería. Estaba molestando a una amiga mientras hablaba con la amiga que tenemos en común. Llegaron tu y tú mejor amiga, con quien ya no estas peleada, y se sentaron a lado de nosotras. No sé en qué momento, pero nuestra amiga en común, empezó a platicar con tú mejor amiga. Tampoco recuerdo cómo fue que de un momento a otro, todas platicábamos entre nosotras; entonces salió el tema de ser mamá.

—Tú eres cómo la mamá de su grupo —me dijiste.

—No —te respondí sonriendo.

—Sí —dijo tú mejor amiga.

—No —contestó nuestra amiga en común—. Pregúntale a quien sea, y te va a decir que soy yo.  

—Ella —insististe.

—Te voy a decir  Mamá gallina —me dijo tú mejor amiga.

Tú serías la mejor mamá —me dijiste. Y entonces dejé de escuchar el ruido a mi alrededor y te miré fijamente. Pero sólo por unos segundos.

No recuerdo el resto de la conversación porque en lo único que me concentré por el resto del día, fue en esas palabras.

Son las 12:35 a.m., apago la luz del techo y prendo la de mi buró para ponerme a leer. O al menos tratar de hacerlo. Últimamente me encuentro distraída la mayor parte del día.

Sólo me tomó 3 segundos, tic tac tic tac tic tac, y entonces supe que todo estaba perdido; había dejado de ser yo misma, para convertirme en algo más. Podías pedirme lo que quisieras, y yo te lo daría sin reparo. Ni siquiera tuviste que desenfundar el revólver y disparar; destruiste mi voluntad.

Supe que estaba enamorada de ti desde el momento en que eras todo en lo que podía pensar. Los pensamientos que tenía sobre estar sola para siempre, fueron reemplazados por la sonrisa mas bonita que jamás había visto.

Cuando escribía sobre amor e imaginaba tú rostro. Fue cuando me di cuenta de que estaba enamorada de ti.

Desde el momento en que me diste las ganas para querer escribir quince poemas todos los días, pero siempre me quedo sin palabras porque no son suficientes para describir los sentimientos del querer a alguien tan hermoso y carismático en el mundo.

Cuando el tiempo dejó de sentirse real sin ti.


Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora