Capitulo Siete

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Zayn volvió a su habitación y cerró la puerta antes de tumbarse contra ella y dejarse caer al suelo. Prácticamente había asaltado a Niall. ¿Cómo podía haber hecho algo así? Se había perdido en la sensación de sus labios hasta que había visto su reflejo en el espejo del armario. Entonces se había acordado y había sentido la necesidad de marcharse. Niall se merecía a alguien mejor que él. Sí, estaba ciego, pero merecía a alguien que no recibiera miradas acobardadas cada vez que conocía a alguien. Realmente le gustaba Niall, quizá incluso era más que simple gusto. ¿Estaba asustado? Dios, como nunca lo había estado. Podría enamorarse de Niall, pero Niall se iba a marchar.

—Estoy tan confuso —le dijo a la habitación vacía mientras se levantaba—. ¿Qué estará pensando Niall? —Dio con su cabeza sobre la madera de la puerta y la dejó ahí—. Soy un idiota. —Finalmente se alejó de la puerta y comenzó a prepararse para acostarse. Durante un instante estuvo a punto de volver a la habitación de Niall e intentar explicarse, pero si ni él mismo podía explicarse su comportamiento cómo iba a explicárselo a Niall. Se metió entre las sábanas, apagó la luz y miró al techo, mientras una voz en su cabeza lo regañaba impidiéndole dormir.

Zayn debió haberse dormido en algún momento porque se despertó sobresaltado al oír ruido en la casa. Abrió la puerta de su cuarto y se dio cuenta de que la habitación de Niall estaba abierta también. La habitación de Louis y Harry estaba cerrada. Siguiendo el sonido, bajó las escaleras descalzo hasta que el sonido fue cada vez más alto, aunque todavía ahogado. Parecía provenir del despacho de Louis. Se acercó a la puerta y pudo oírlo claramente. Era el violín de Niall.

La música era lenta, casi de funeral, y golpeó a Zayn en el estómago retorciéndoselo. Conocía perfectamente el tipo de sentimiento que Niall tocaba, porque se sentía igual. Podía oír la confusión y la inseguridad que Niall sentía cuando lo dejó tan repentinamente. La música cesó y Zayn se quedó muy quieto, intentando no hacer ningún ruido. Entonces la música continuó, las notas graves y largas marcando a fuego las emociones que él mismo sentía. Podía percibir cada pedazo de la confusión de Niall y su tristeza en todas las notas que tocaba.

Dio un paso hacia delante, quedándose justo delante de la puerta, y levantó una mano para llamar... pero se detuvo. La voz que le regañaba en la cabeza comenzó a hacerlo de nuevo, llamándole cobarde, así que tomando aliento profundamente, con cuidado dio un suave golpe.

—Niall. Soy yo. —Abrió y lo vio de pie en el despacho, llevando tan solo unos calzoncillos blancos y sosteniendo el violín en el cuello. Se giró para mirarlo y la expresión de su rostro reflejaba toda la emoción que había oído en la música.

—No quería despertarte.

—No lo hiciste. No podía dormir.

—Pues ya somos dos. —Zayn observó a Niall colocar el violín en su maletín—. ¿Por qué te marchaste?

—Yo... Es difícil de explicar.

Niall cerró el maletín y lo tomó del asa. Con cuidado caminó hacia la puerta, hasta que estuvo justo frente a Zayn.

—¿Quieres intentarlo?

Zayn asintió por reflejo, y después susurró—: De acuerdo. —Niall no se movió.

—Me voy a quedar aquí hasta que me expliques porqué me has tratado así.

Zayn intentó ordenar sus pensamientos para poder explicarse.

—Yo. Yo sé que no puedes verme, pero si pudieras hacerlo, no querrías saber nada de mí. —Zayn se sentía un cobarde.

—Otra vez eso, no. ¿Cuál es la verdadera razón? ¿Por qué estás tan asustado? —Para ser ciego, Niall veía las cosas claramente—. Puedo oírlo en tu voz.

AMAR SIGNIFICA... SIN LIMTES.|Ziall Horlik|Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora