Capitulo Diecisiete

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Los últimos días habían sido muy divertidos, y había obtenido todo lo que había venido a buscar: pasar tiempo con Niall. De día, hacían muchas cosas juntos. A veces simplemente se sentaban en alguna de las opulentas habitaciones de la casa, leyéndose libros el uno al otro o Niall tocaba algo para él. A veces comenzaba a sentirse inquieto, pero se recordaba a sí mismo que aquello no era la granja.

El día anterior, en un momento en el que Niall estaba practicando, se escapó a la cocina y ayudó a Adelle a cocinar su famoso pollo frito. Cuando Zayn le preguntó si le enseñaría a hacerlo, ella había cerrado la puerta de la cocina y le había hecho jurar que lo guardaría en secreto antes de mostrarle cómo lo hacía. Cuando hubieron terminado, Niall acababa de terminar de practicar también y ambos se dieron un auténtico festín. Sí, se lo estaba pasando muy bien.

Zayn estaba ahora sentado en la cocina, escuchando la música del violín de Niall que se colaba por todos los rincones de la casa.

—Ese chico va a echarte de menos cosa mala cuando te vayas. — Adelle continuó trabajando, pero Zayn pudo oír la preocupación en su voz.

—Lo sé. —Y lo hacía, porque él también iba a echarle mucho de menos . La primera vez que se separaron fue muy dura, pero esta, iba a ser todavía peor. Sabía qué sentía por Niall, esta vez no tenía ninguna duda . Su corazón se lo decía con absoluta claridad—. Es que no sé cómo evitarlo. Me quedaría si pudiera, pero... —No pudo terminar.

Oyó el sonido de una sartén al caer casi libremente en el lavavajillas.

—Nunca serás aceptado, no de verdad.

—Tengo esa impresión de Maura. —La madre de Niall había estado mucho más agradable últimamente, hablando con él y siendo amable. Zayn pensó que era porque se imaginaba que se marcharía pronto de todos modos, y no le haría daño ser hospitalaria—. Es gracioso, pero a Niall le aceptó todo el mundo en la granja.

—¿Y cómo puede ser eso? Solo estuvo allí dos semanas. —Ella sonaba increíblemente escéptica.

Zayn se rio y se lo explicó.

—Estamos hablando de una granja cuyos dueños son dos hombres gais, uno de ellos criado por un padre también gay y su pareja.

Adelle se le unió, y también rio.

—Tiene razón, señor Zayn. —Ella se quedó en silencio y Zayn se levantó para ir a buscar a Niall—. ¿Lo has dicho en serio? ¿A tus amigos no les importa de dónde viene? —De nuevo estaba allí aquel tono escéptico.

—Mis amigos, no. Pero yo vivo en una granja. ¿A quién le va a importar? ¿A los caballos? Personalmente, encuentro a Niall atractivo precisamente porque sé de dónde viene. Es parte de lo que le hace especial.

Ella le sacó de su cocina, y él se dirigió por el pasillo hacia la sala de música, donde Niall había estado practicando. Mientras se acercaba oyó voces suaves, y vio a Niall y a su madre hablando. Niall asentía con la cabeza y no parecía nada feliz. Su mandíbula se había cuadrado y su cuerpo estaba rígido.

Cuando ella terminó, le dio una suave palmada en la rodilla y se levantó, sonriéndole y cuando pasó por su lado hacia el salón. Debía de ser ya la hora del cóctel.

Zayn entró en la habitación y vio que la expresión de Niall se iluminaba. Niall siempre parecía saber cuando él estaba cerca. Y aquello le gustaba. Sabía que los sentidos de Niall eran mucho más agudos que los de cualquier otra persona, pero todavía le sorprendía que le reconociera incluso cuando entraba en silencio.

—¿Has tenido una buena charla con Adelle? —Niall dio unas palmaditas a la silla que había junto a él.

—La verdad es que sí. Me gusta esa mujer. Es una persona especial.—Zayn no sabía por qué era así. Quizá es porque era capaz de escuchar, pero sentía que podía hablar con ella.

AMAR SIGNIFICA... SIN LIMTES.|Ziall Horlik|Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora