¿Quien dijo que ser un "nerd" era cosa fácil?
Bueno así es como desearon apodarme los "genios" del colegio, un mundo en el que para encajar hay que ser un idiota que molesta a los demás, fue la única conclusión a la que pude llegar después de todo esto... Pero comenzaré a contarles por el principio.Con mamá nos habíamos ido a vivir a Japón, después de que se enteró de que mi padre tenía otra familia, pero por problemas de dinero tuvimos que regresar a Corea cuando mamá se fracturó por un accidente automovilístico y papá a pesar de que nunca se preocupó por nosotros, aceptó pagar los gastos que tengamos en Corea. Si fuera por mamá y por mi, ni siquiera me hubiera molestado en llamarlo, pero JiHoon insistió que era lo mejor.
Tuve que dejar sólo a mi mejor amigo, Pyo JiHoon, prometió llamarme todos los días, y me hizo prometerle que no tendré otro mejor amigo.
Ni siquiera sé si podré hacer amigos, cuando papá me llevó a inscribirme, para mi desagrado ya varios chicos me señalaban y se dirigían entre burlas hacia mí, desee que no sean mis compañeros.
Pero para mi desgracia cuando entré al salón, ahí estaban ellos, el único que me trató bien fue el profesor.
Después de que me haya presentado a mis nuevos compañeros, me acerqué a uno de los lugares vacíos, ni bien me senté un bollo de papel tocó mi nuca y cayó al suelo, volteé enseguida, pero todos estaban "concentrados" en sus estudios, agarré el bollo de papel y me acomodé bien en mi lugar, abrí el papel:
>> Nerd <<
Volví a cerrarlo hasta que se transformará otra vez en un bollo de papel, como si eso no importara, escuche sus pequeñas risas detrás de mi, pero hice caso omiso. No soy un nerd, usar anteojos, ser de baja estatura y algo "obeso" ¿Ya me hace nerd? Uso anteojos porque casi ni veo sin ellos y no me importa si no encajó, Ji Hoon aunque este lejos, siempre será mi mejor y único amigo.
Cuando la clase termino acomode mis cosas tranquilamente, sin importar que todos habían salido casi corriendo.
En el momento que levante mi cabeza, un grupo de chicas se acercaron ami, al parecer no era el ultimo en quedar en el salón.
-Hola.
Dijo una de ellas, con una sonrisa brillante en su rostro, su cabello era corto y el uniforme encajaba perfecto en su delgado cuerpo, la chica perfecta, nada educada y algo malhumorada, note ese carácter en el medio de la clase... Pero ella era perfecta.
-Hola.- Respondí algo tímido, de hecho tantas miradas me intimidaban.
-Me llamo TaeHyuna, y ellas son mis amigas YongSong, DaeYongie y RiHara.- Siguió hablando mientras señalaba a sus amigas.
Miré a cada una al momento que eran nombradas, sonreí luego y me puse de pie haciendo pequeñas reverencias como saludo.
-Soy Taeil...
.*.
-Vienes de Japón ¿Cierto?- Pregunto YongSong, mientras en grupo caminábamos los cinco para dirigirnos a la salida del colegio.
-Así es...- Sonreí.
-Siempre quise ir a Japón, la comida japonesa es mi favorita, si quieres un día los invito a todos a comer a casa...- RiHara comentó emocionada, a mi parecer era muy simpática, tenía el cabello largo, color dorado y brillante como el sol, llamaba mucho la atención.
-Deja de invitar a todos a tu casa.- Interrumpió TaeHyuna mientras empujaba a su amiga, y no pude evitar soltar una pequeña risa.
Nos habíamos quedado en el pasillo hablando de Japón y sus distintos lugares para visitar, también de las comidas bueno RiHara hablaba, al parecer le gustaba mucho hacerlo. Pero Daeyongie insistió en que ya era tarde y tenían que regresar a casa, fue la única capaz de silenciar a RiHara, de hecho si era un poco tarde.
Pude ver que en un momento YongSong y Daeyongie se alejaron de nosotros, fue rara esa distracción que no vi al chico de pie en la salida, y tropecé con él, mis libros cayeron al suelo entonces me agache sin mirarlo.
-Lo siento.- Dije al darme cuenta de que aún seguía de pie ahí, mis mejillas se sonrojaron un poco por la vergüenza.
-¿Por qué no te fijas por donde vas? Idiota...
Lo escuché decir, levante la mirada, y entonces lo reconocí ¿Por qué nadie me avisó que a este colegio asistía el idiota del hijo de papá? Y lo peor era que tendré que soportarlo todos los días, por suerte iba a otra clase. Tome los libros y me puse de pie sin decir nada.
-JiHo, déjalo tranquilo.- Intervino YongSong y él se puso de pie.
-¿Y se me da molestarle que?- JiHo se acercó a ella abrazandola exageradamente y así también besaba los labios de la chica, no quise ni fijarme en donde tenia su mano.
-No le hagas caso, es un gruñón.- Susurro RiHara por lo bajo, y tomo la mano de TaeHyuna, que al parecer era su mejor amiga, para alejarse dando pequeños saltos. -Nos vemos después.- Me saludo con la mano libre, mientras que con la otra tironeaba a su amiga para que camine, aunque ella se queje.
Me despedí de Daeyongie que fue la única que quedo, después de que JiHo y YongSong se hayan ido a los gritos en medio de una discusión.
No se en que momento se habían puesto a discutir, pero YongSong parecía de carácter fuerte y JiHo un idiota al que no le importaba nada.
Caminé a casa, no quedaba tan lejos del colegio, al menos papá había aceptado que mamá y yo viviéramos un poco lejos que el, para que su estúpida familia no le haga juicio, pero en gran parte estoy agradecido que así sea porque el hecho de tener que soportar a JiHo también en casa, me daban ganas de querer regresar enseguida a Japón, aunque por el momento viviré solo, hasta que mamá salga del hospital, esa era la razón por la que decidí aceptarlo, por mamá lo haré.
.*.
Después de bañarme y cenar, llame a mi mejor amigo, todas las noches a partir de este día prometimos hablarnos...
-Robale la chica ¿Que puedes perder?
Dijo JiHoon entre risas del otro lado del teléfono, después de que le haya contado todo lo que había pasado en el día.
-¿Estas loco?- respondí -tiene fama de ser el golpeador del colegio, no quiero problemas con nadie.
-Es una pena que yo no pueda ir a Corea... Bueno hazte su amigo, te doy permiso, mientras no sepa que eres su hermano no habrá problemas.
-No me agrada, es muy... Idiota...
-¿Y eso que? No tiene que agradarte... Es solo supervivencia.
-Sabes que no me sale ser falso...
-De hecho, ni siquiera se como soy tu amigo.
-Es que tu me agradas.
Sonreí al escuchar del otro lado del teléfono la risa de JiHoon.
-Esta bien, gracias. Te prometo que iré un día a Corea.
-Te esperaré...
Y si que lo haré, lo esperaría todo lo que fuera necesario. Siempre que el decía que haría algo, así era, no me sorprendería que en cinco minutos estuviese llamando a la puerta.
...