Como una pesadilla (parte 1)

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Hay personas que merecen estar muertas y otras que mueren sin merecerlo, son pocos los que matan por justicia y muchos los que mueren injustamente.

Yo no sentía remordimiento, estaba bien sin duda, había matado por justicia y la verdad no me arrepentia de hacerlo.

Aquella mañana desperté temprano, mamá estaba preocupada por mi golpe en la nariz, pero le mentí diciendo que no tuve cuidado y tropecé en el baño.

Como normalmente lo hacia, me aliste y fui al colegio, ese si se podría decir que era un "buen día", llegue temprano y nadie me tiraba nada, todos pasaban por mi lado como si yo no existiera, al menos no me lanzaban cosas o insultaban.

Al ingresar al salón, escuche que los amigos de JiHo se preguntaban en donde estaría el, como si les faltará algo por su ausencia, yo en cambio me sentía bien.
Aunque la felicidad me duro poco, para mi sorpresa JiHo entraba al salón, y tranquilamente se sentaba en su lugar de siempre, aunque no saludaba a sus amigos, supongo que fue porque la clase ya había empezado, pero ya podía sentir los papeles golpear en mi cabeza y sus risas bajas para que el profesor no le llamará la atención.

¿Es esto una pesadilla? Trague en seco, en realidad estaba asustado ¿Como había salido de abajo de la tierra? ¿Como era posible que el estuviera ahora en el salón?

Suspire y gire disimuladamente la cabeza, JiHo me dedicó una mirada llena de odio y enseguida volví la mirada al profesor.

Casi no le había prestado atención a la clase, mis notas bajarán tanto como mis ganas de vivir...

Al finalizar las clases, no tuve tiempo de reaccionar que ni bien el profesor abandono el salón, Park Kyung y su grupo de amigos me rodearon

-Oye tu... ¿Que paso anoche? ¿Donde esta JiHo? -Pregunto Kyung de mala manera.

-Yo... n...no se donde esta ¿Porque me preguntas a mi? - Enseguida guarde mis cosas y me puse de pie. - Quizá no tenía ganas de asistir a clases.

-No mientas... Fuiste el último en verlo...

-¿Que te lo asegura?

-El iba a jugarte una broma, y me pidió que me fuera.

-Eso no es excusa para acusarme de algo... Yo hice el aseo y me fui a casa...

Le di un empujón para quitarlo del camino, ya que no lo haría por su cuenta, y comencé a caminar con rapidez ellos caminaban atrás de mi.

-Idiota no termine de hablar contigo.

- ¿A caso no lo has visto en la clase? El me estaba molestando. -Respondí, aunque sabía que nunca debi haber hecho eso eso, ellos se quedaron en silecio y yo me detuve al verlo a JiHo frente a mi, mis pies comenzaron a temblar, en cuanto el dijo.

-¡Asesino!

-No mientas el no ha venido a clases... 

-¡Ya déjame en paz! - Grite y salí corriendo.

Ya lo había comprendido, era mi imaginación, una maldita pesadilla ¿Como fui tan tonto de pensar que me saldría con la mía luego de matar a JiHo?

-Asesino, asesino....

JiHo seguía molestando, corriendo a la par mía, intente ignorarlo y corrí saliendo del colegio, al llegar al gran portón que daba a la salida definitiva tropecé contra una persona, sólo pude ver sus zapatos acuerados, caí de rodillas y comencé a llorar.

-Yo... Lo siento....

-¿Taeil? -Aquella voz gruesa me resultó tan familiar, pero no me anime a levantar el rostro, el chico se agachó a mi altura y me abrazo. -Taeil... Te eche tanto de menos...

Aquel abrazo era cálido y me llevaba hacia tantos recuerdos.

-JiHoon... ¿Eres tu? - Pregunté casi de un grito escondiendo mi rostro en su pecho, llorando aún más fuerte, no podía creer que el estuviera aquí, que pena que me viera de esta manera.

-Anda dile a tu amigo que queres un asesino... - JiHo no paraba de fastidiar y yo me abrace más fuerte a JiHoon.

.*.

Luego de que pueda calmarme, caminamos por la vereda en silencio, JiHoon llevaba mis cosas y en el camino había comprado helado para ambos, era lo que solía hacer para levantarme el ánimo, cuando estábamos en Japón.

-Creí que tu mamá no te dejaría viajar.

Intente romper el incomo silencio, mirándolo de reojo el sonrió y suspiro pesadamente como si esperaría otras palabras de mi parte.

-Pedí como regalo de cumpleaños... Venir a verte... -Dijo entonces, maldición ¿Como pude haberlo olvidado?

Levante la mirada. -Lo siento... Yo...

-No te preocupes, con que me felicites estare conforme.

-Felicidades.. - Respondí enseguida, sonriendo levemente en cuanto llegamos a mi casa y el me abrazo.

-Muchas gracias Tae.

-Se que te hubiera gustado que lo recuerde... Pero es que...

Suspire y lo abrace con fuerza.

-No te preocupes enano. - Despeino mis cabellos y riendo entró a mi casa como si fuera la suya ¿Enano? Ja odiaba que me dijeran así, pero JiHoon lo hacia de una manera que daba ternura -Tu mamá me dejo quedarme unos días con ustedes ¿No te molesta cierto?

-Claro que no...  - Dije mientras entraba a la casa, no quería decirle por el momento ¿Que pensaría si le dijera que su mejor amigo era un asesino? -...Mi casa es tu casa...

Podría decirse que aquella tarde fue la mejor, después de todo lo que había pasado, JiHoon me traía un poco de alegría.

Estábamos en la cocina, preparabamos la cena y terminabamos de hacer su pastel, JiHoon me miraba de a ratos, yo sabía que el quería preguntarme, pero no era el momento, por eso yo rogaba que no lo hiciera.

Coloque la última fresa en la copa del pastel y le sonreí, las fresas eran sus favoritas.

-Que delicioso se ve... ¿ Ya me lo puedo comer? -Pregunté en un tono burlón.

-Ey... Es mi pastel...

El formo un pequeño puchero con sus labios, hunte crema del pastel en mi dedo y le ensucie la nariz entre risas, el iba a vengarse, pero entonces el timbre de la puerta sono.

-Yo iré... -Respondí con nervio y me quite el delantal de cocina corriendo a la puerta, el camino atras mío.

Miré quien era y luego abri, Rihara.

-Siento la hora de mi visita ¿Puedo hablar contigo? - Miré que estuviera sola y luego asenti accediendole la entrada, JiHoon de quedó en la cocina así que no tendría problema, nos sentamos en la sala y ella continuo.

-Ay no se como empezar... Verás... JiHo esta desaparecido, y su abuelo la única familia que tiene... El hombre tiene casi ocheinta y ocho  años y JiHo se ocupaba de llevarle la comida... con las chicas estábamos pensando en llevarle la comida hasta que JiHo aparezca... Pero... Todas tienen miedo y la verdad es que yo también....

-¿Y yo que tengo que ver con todo esto? -Pregunté un poco aturdido.

-Yukwon no quiere ayudarnos, me preguntaba si tu...¿ Puedes hacernos el favor?

-¡Claro que lo hará! - Apareció JiHoon de la nada y ambos lo miramos, RiHara feliz y yo... Bueno yo no tenía ni un poco de ganas en ayudar al abuelo de JiHo, pero olvidaba la solidaridad que tiene mi mejor amigo. -Y yo puedo ir con Taeil... Por cierto, soy JiHoon.

RiHara se puso de pie para saludarlo

-¿Enserio? Muchas gracias... Traeré todos los días la canasta para que sólo tengan que llevarla... Sin remordimientos que lo que JiHo hizo, no tiene la culpa el abuelo. - Aquello último me lo dijo a mi, sonriendome.

Después de que RiHara abandonara la casa, no pude hablar del tema con JiHoon, ya que llegó mamá y terminamos de celebrar su cumpleaños.

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