La rueda de la vida me estaba mareando, cuando parecía que todo iba a mejorar volvía todo como si alguien continuamente me estuviera golpeando, sin duda, JiHo tenía una maldición y yo la recibí al matarlo.Se suponía que así me deshacía de el, pero ¿Tener que llevarle comida a su abuelo? ¿Por que yo? JiHoon era demasiado inocente y acepto sin escuchar siquiera mi opinión y los motivos por los cuales yo no era la persona correcta para hacerlo.
-Taeil, Taeil despierta... Llegarás tarde al colegio.
Abri mis ojos al instante, luego de escuchar la voz de JiHoon que me despertaba.
Me senté sobre la cama y el se sentó en el suelo mirándome como si fuera un niño pequeño.
-¿Estas bien? - El pregunto entonces, yo sólo asenti con la cabeza. -Anoche parecía que estabas discutiendo con alguien... Realmente me asuste, que yo recuerde no eras sonámbulo.
-¿Discutiendo con alguien?
-Si... Y decías... Asesino...
Abrí mis ojos lo más que pude por la sorpresa, ¿Como era posible que hablará dormido? negué suavemente con la cabeza y pregunté;
-¿Dije algo más?
-No. - Me miraba pensativo y atento. -Sólo dijiste eso y que te deje en paz..
Suspire -Sólo fue un mal sueño. - Dije no muy convencido y me levante de la cama dirigiéndome al cuarto de baño, para bañarme y arreglarme para ir al colegio.
JiHoon era mi mejor amigo, no podía meterlo en este asunto, por tal razón prefería que el permaneciera en Japón, pero ahora estaba ahí, acompañandome al colegio, como si yo fuera un niño al que podría pasarle algo en el camino. Quería dejarlo al margen, no se trataba de una mentira piadosa, era mi mayor secreto.
-¿Estas seguro que estas bien?
Pregunto el en cuanto llegamos al colegio, levante la mirada y en la entrada estaba el, JiHo me esperaba, seguramente con muchas de sus maldades en mente, asenti sonriendo levemente y lo abrace.
-Te veo luego...
Entre apresurado traspasando a JiHo, e ingrese al salón. El profesor aún no había llegado, al sentarme en mi lugar, Rihara se acercó a mi antes de que alguien más lo hiciera.
-Oye... Tu hermano es muy buena onda.
-¿JiHoon? No, el es mi amigo..
-De todos modos... ¿Irá contigo hoy?
-Si iremos... - Baje la mirada suspirando, ya me decía yo que no era buena idea, al menos JiHo sólo me miraba sin decir palabras.
.*.
Concluidas las clases, me apresure para abandonar el salón, metiendome en el baño, moje mi rostro y ya estaba listo para hacerlo.
-¿Entonces ayudarás a mi abuelo?
Pregunto JiHo, el cual sólo se reflejaba en el espejo.
-¿Si lo hago dejarás de molestarme?
-No dejaré de molestarte ni aunque mueras... No tenías derecho a hacerlo... Ni siquiera me has enterrado decentemente...
Aquellas palabras me hacían sentir molesto, hasta muerto tendré que soportarlo, moje mi rostro una y otra vez, quizá el tenía razón, pero bajo tierra estaba.
- Por favor... Ya no se que hacer. - Mis ojos se volvieron llorosos y JiHo comenzaba a reír.
-Lo hubieras pensado antes ¿sabes?... No me lo esperaba, eres un asesino... Y Kyung ya lo sabra, y vengara mi muerte.
-¿Que? - Me incorpore al escuchar aquellas palabras. -¡Ya déjame en paz! - Camine rapido para salir, me di cuenta de que podía evitarlo si estaba lejos del colegio, era como si JiHo había quedado atrapado allí.
JiHoon esperaba a la salida, junto a RiHara, parecía que ambos se llevaban bien, por como hablaban y reían. Lo que me faltaba, que me robaran a mi mejor amigo.
Apenas si lo mire, comencé a caminar en dirección a la casa de JiHo, y ellos me siguieron.
-Entraré yo sólo, y hablaré con el abuelo. ¿De acuerdo? - Dije dirigiendo mi mirada a ambos, una vez que estábamos en la puerta, tome la canasta que traía JiHoon, aunque el me detuvo apretandola una poco fuerte.
-Déjame acompañarte...
-N...no... Déjame hacerlo a mi.
-Pero yo quiero...
-¡No! - Comencé a ponerme nervioso y le arrebate la canasta a la fuerza, ya que no tenia intenciones de darmela. -Puedo hacerlo sólo, deja de estar todo el tiempo queriendo ayudarme...
Le di la espalda, sabía como era el, y no me hubiera gustado hablarle de esta manera, pero pareció enterderme y ahí se quedaron esperando.
Al llegar a la puerta, les dirigí una mirada rápida antes de golpear, una suave voz de hombre mayor se escucho del otro lado.
-¿Quien es? - Preguntó, tosiendo luego.
-Soy... soy un amigo de JiHo.
-Pasa querido...
Como el lo dijo, abri la puerta, procurando que los chicos estén lejos, entre a la casa y mire al abuelo, tendido en la cama y una silla de ruedas al lado, se veia muy enfermo.
-Le traje algo para comer, y sus medicinas, por parte de JiHo.. -Me acerque a el, amablemente y me senté en una silla a su lado.
-Que amable. - Tosia tras cada palabra. -¿Y donde esta JiHo? Mi nieto nunca me deja sólo.
Mientras sacaba las cosas de la canasta, pensaba que tal vez JiHo no era tan mala persona como yo pensaba.
-El... Se fue de viaje.
-¿De viaje?
-Claro...- Sonreí, un poco "psicópata", realmente no se que pasaba conmigo. -Fue a un viaje muy lindo... Usted puede ir con el si quiere...
-¿Como? No... Yo ya estoy muy viejo...
-Eso no importa... - Mientras lo veia comer acaricie su cabeza con suavidad, el hombre era muy buena persona, pero seguramente extrañaría mucho a su nieto. -Dígame.... ¿No tiene más familia que JiHo? Alguien que lo pueda cuidar mientras el esta de viaje...
-N...no... - Enseguida senti en su mirada una tristeza que me angustiaba. -Mi única hija falleció cuando JiHo nació, y el padre nunca vino por el, con mi esposa cuidamos de mi nieto, pero ella hace poco falleció y quedamos sólo JiHo y yo.... Pero mi nieto ¿Donde esta?
-Yo lo llevaré con el... No se preocupe... - Susurre una vez que el terminase de comer, luego de aquel pequeño e incomodo silencio. Me incorpore dejando las cosas sobre la mesa de noche, y lo acomode para que pudiera descansar.
Descansar para siempre, nadie podría comprender por que lo hice, pero ya estaba demasiado viejo, enfermo y había quedado sólo, lo único que yo hice fue apresurar el proceso.
Cuando el se durmió completame, tome una almohada y lo asfixie, sólo pataleo un poco, pero como buen hombre que era, enseguida se quedó quieto.
-Tranquilo, ya estará con con su nieto. -Sonreí acariciandole la mejilla, y comprobé que estuviera muerto, enseguida guarde todo y movi el cuerpo, como si pareciera que quería alcanzar la medicina. Lave los platos de Riaha y volví a ponerlos en la canasta para llevarlos.
Cuando acomode todo, sali de la casa dirigiéndome a donde los chicos me esperaban.
-¿Y? ¿Que paso? - Pregunto JiHoon preocupado.
-Pobre hombre... Quedará sólo si no encuentran a JiHo, y esta muy enfermo.
-¿Mañana podre pasar a verlo?
-Mañana si... Ahora necesita descansar. - Los empuje levemente para que caminaran.
-¿Seguro? Si esta muy enfermo necesita que lo llevemos a un médico. - Rihara también sonaba preocupada.
-Si mañana empeora lo llevaremos al médico.
...