Parte 5

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Stiles se estiró en la cama sin intención de abrir los ojos. Notaba el calor y la luz entrando por la ventana y no tenía ganas de abrir los párpados y quedarse momentáneamente ciego. Así que optó por rodar sobre sí mismo y esconder la cabeza bajo las sábanas que tapaban su cuerpo.

Sí. Así mucho mejor.

Iba a seguir durmiendo, esperando el fatídico momento en que el despertador sonara, cuando se dio cuenta de que algo fallaba.

De entrada, aquella cama era mucho más grande que la suya. Y bastante más mullida, todo fuera dicho. Además, las sábanas eran más finas que las que solía tener en su cama, mucho más gruesas para entrar en calor. Siempre había sido un chico bastante friolero.

Extrañado por la combinación de todos esos factores abrió los ojos para saber qué demonios estaba ocurriendo.

Sacó la cabeza de debajo de la sábana y se encontró con el ventanal del loft de Derek.

Sonrió estúpidamente al descubrir por fin qué ocurría y dónde se encontraba, y la sonrisa se convirtió en un gemido de placer al recordar todo lo que había pasado en ese mismo loft y en esa misma cama.

Mas en seguida decidió que bien podía disfruta del presente en vez de centrarse en el pasado. Así que rodó de nuevo sobre el colchón para buscar a Derek.

Él no estaba en la cama. Eso ya lo había intuido.

Aunque descubrir que las sábanas estaban frías en el mismo lugar donde recordaba que Derek se había quedado dormido fue un poco descorazonador:

¿Cuándo se había levantado?

Teniendo en cuenta que Derek era un hombre lobo que parecía una auténtica estufa humana, debía de haber sido hacía bastante rato para que ya no hubiera rastro de ese calor.

Stiles se restregó los ojos con pereza, mirando a todos lados desde su posición.

- ¿Derek?

Nadie respondió y tuvo claro que estaba solo en el loft.

Algo que no era la primera vez que ocurría, ya que el loft de Derek llevaba tiempo siendo el cuartel general de los seres mitológicos de Beacon Hills, pese a que su propio dueño nunca dio su consentimiento.

Pero esta vez no sólo estaba solo en el loft de Derek, sino que lo estaba como su madre le trajo al mundo, después de haberse acostado con Derek en esa misma cama.

Y aunque esos hechos eran importantes y muy, muy buenos, no lo era tanto hacerlo sin la persona con la que los había compartido.

En serio, ¿dónde leches estaba Derek?

Y más importante aún: ¿por qué se había marchado sin decirle nada?

Vale que Stiles siempre había sido capaz de seguir durmiendo en medio de un terremoto, pero dudaba mucho que Derek tuviera problema alguno en despertarle si realmente quería hacerlo.

Se rascó el cuello y fue a buscar su móvil. Lo encontró encima de una silla, al lado de la cama y que al parecer Derek usaba como mesilla de noche, y se recordó hablar con él más tarde sobre el tema de mobiliario para parecer una persona y no un animal. Aunque primero tendría que encontrarle.

Suspiró cansado y encendió el móvil. Al hacerlo se encontró con dos sorpresas.

La primera era un mensaje de Derek diciendo que había tenido que comprobar una cosa y que ya se verían más tarde. No decía el qué ni por qué no le había despertado antes, lo que habría sido de agradecer después de haberle desvirgado... La educación nunca estaba de más en esas situaciones.

Everyone Loves StilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora