Everyone Loves Stiles

Parte 19

Stiles llegó sin resuello al loft al haber subido por las escaleras en lugar de usar el ascensor. Pero ya llegaba tarde y, si encima esperaba a que aquella antigualla de ascensor bajara los cuatro pisos para volver a subirlos luego, a ese ritmo insoportablemente lento ya sería casi la media hora de retraso la que acumularía.

Y Stiles no quería llegar MÁS tarde.
Ni siquiera entendía cómo había podido ocurrirle después de haber estado todo el día ansioso por reunirse con Derek en su casa.
Bueno, sí que lo entendía. Y todo era culpa de su padre. Tan solo había ido a visitarle después de clase para recordarle que aquella noche se quedaba a dormir con Derek, y de paso recordarle a Parrish que vigilara bien lo que comía el Sheriff (en ese sentido Jordan se había convertido en su mejor aliado para cuidar de la dieta de su padre ahora que pasaba menos tiempo en casa), cuando a su querido padre no se le ocurrió otra cosa que enseñarle el caso con el que estaban ahora.
Y quien dice "enseñar" dice que "estaba encima de la mesa y Stiles lo leyó".
Pero eso también era culpa del Sheriff... ¿A quién se le ocurría dejar las carpetas de los casos abiertos de par en par, esperando a que cualquiera con un mínimo de curiosidad echara un vistazo?
Y quien dice "echar un vistazo" dice "estar tres horas comentando el caso con el Sheriff y su ayudante", hasta que por fin encontraron una buena pista por donde seguir con la investigación.

Fue ese el momento en que a Stiles se le ocurrió mirar la hora y cuando descubrió que llegaba tarde a esa reunión "especial" que Derek había preparado para él.
Lo de "especial" no era porque Stiles lo dijera, sino porque esas habían sido las palabras exactas de Derek. Y quien dice "palabras" dice "un mensaje de texto tan breve como llamativo":

Pásate sobre las 9 por el loft. He preparado algo especial

Ese había sido el escueto mensaje de Derek, que Stiles había leído como un millón de veces desde que lo hubiera enviado... Después de que hubiera comprobado que se trataba efectivamente de un mensaje de Derek, eso sí, porque hasta ese día Stiles no sabía que la palabra "especial" figurara en el vocabulario de Derek Hale.

Se pasó el resto del día imaginándose qué podría ser algo "especial" para Derek, y un millón de posibilidades le vinieron a la mente. Lo que solo consiguió que el tiempo pasara horrorosamente lento porque estaba ansioso de que dieran ya las 9 de la noche y pudiera comprobarlo en persona.
Pero al final acabó presentándose en el loft a las 9:20 porque Stiles, que era siempre puntual, si tenía que llegar tarde alguna vez en su vida, esa tenía que ser la noche "especial" de Derek.

Al llegar frente a la puerta corredera se tomó unos segundos para recuperar el resuello, y por fin entró con una sonrisa de disculpa ya en los labios.
La sonrisa desapareció cuando se dio cuenta de que él no era el único que llegaba tarde. La luz del loft estaba apagada y no parecía haber nadie en casa. Lo que, al menos, conseguía que su fama de ser siempre puntual siguiera intacta.

- ¿Derek? ¿Estás en casa?

Nada más hacer la pregunta sintió un cosquilleo recorriendo todo su cuerpo. Al ser consciente de lo rápido que había pasado de pensar en el loft como "el loft de Derek" a "su casa". Tanto que ni siquiera se había dado cuenta de ello hasta que no hizo la pregunta en voz alta. Como si fuera algo normal que llevara haciendo toda la vida: llegar a la casa de los dos y anunciar su visita de aquel modo tan hogareño.
La oscuridad del loft iba a responder a su pregunta, dejando claro que Derek no estaba en casa, cuando de pronto se percató de una ligera iluminación procedente de la escalera de caracol que había en un extremo del loft. Apenas se veía pero, con el resto del loft en penumbra al ser de noche, llamaba la atención.

Se acercó a la escalera tras dejar la mochila sobre la mesa principal, y vio que la luz procedía del quicio de la puerta, indicando que había algo encendido tras esa puerta.