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La lluvia empieza a caer cubriendo por completo las calles, la castaña camina a paso firme y veloz tratando de llegar lo mas pronto posible a su departamento, seguramente se va a ganar un fuerte resfriado, pero no esta como para gastar dinero en un taxi, sin contar que ya había avanzado la mayor parte del camino. Finalmente llegó a casa abriendo la puerta de inmediato.










- Camila por Dios - Hablo la morena preocupada, levantándose de inmediato del sillón en el cual descansaba y camino en busca de su mejor amiga.













- Creo que me bañe - Bromea la castaña abrazándose ella misma tratando de calmar el frío en su cuerpo.











- Ve a colocarte ropa seca - Le indica la morena - Te prepararé chocolate.











La castaña asiente para después dirigirse a su habitación en busca de ropa seca, mientras la morena prepara el chocolate. Después de colocar ropa seca, salió de su habitación hacia la de Dayana, sabia que ella estaba en la cocina, pero en esa habitación estaba alguien demasiado importante para ella, el cual no había visto en todo el día. Abrió la puerta lentamente, tratando de no hacer ruido, para luego entrar a la habitación cuidadosamente, para después acercarse a la pequeña cuna ubicada aún lado de la cama de la morena, encontrándose con la tierna imagen del pequeño abrazado a su osito de peluche.












- Es hermoso ¿Cierto? - Susurra la morena acercándose al lugar, y dándole la taza de chocolate ya servido.










- Lo es - Responde la delgada, la cual se había girado un poco observando a la morena acercarse.










Se quedaron un momento en silencio observando al pequeño descansar - ¿Ya notaste que día es hoy? - Finalmente habla la morena, rompiendo el silencio formado, mientras sigue observando a su pequeño.










- Si - Susurra la delgada - Un día como hoy fue la última vez que los miramos - Suspira, recordando aquella escena en aquel camerino.











- Extraño tanto a Dean ¿Sabes? - Afirma la morena recordando al que se llego a convertir en su mejor amigo.











- Lo se - Sonríe la delgada observando al pequeño durmiendo en la cuna, para después acariciar su mejilla - Su apellido como nombre de él me lo ha confirmado siempre.












- Aceptó que estaba molesta con él - Responde recordando lo mal que terminaron las cosas - Y aceptó que sentí odiarlo, pero era un sentimiento erróneo - Sonrió - No puedo odiarlo, no cuando lo quise y aún lo quiero mucho.











La castaña suspiro recordando pequeños episodios de la amistad del castaño y Dayana, es normal que ella aún lo extrañara tanto, ellos habían construido una amistad demasiado hermosa. Aún recordaba aquellos momentos donde todo era risa y felicidad, donde en los momentos tristes de la morena, Dean había estado ahi, siendo de gran ayuda y tranquilidad.









Hecho un último vistazo hacia el pequeño, para después salir de la habitación dejando a la morena sola. Entró a su habitación recostándose en su cama mientras la curiosidad por saber del moreno le era inevitable ignorar, y odiaba en estos momentos pensar en él, mas cuando ya había pasado un año y todo tendría que estar olvidado.









Tomo su computadora sentándose en la cama, para después encender el aparato y al instante tecleando algunas palabras, seguramente después se arrepentiría de esto, pero hace mucho no sabía de él, hace mucho no buscaba información de él, básicamente un mes después de haberse mudado de país había dejado de hacerlo, tal vez no era tan mala idea hacerlo ahora.










Bella Traición 2da parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora