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Estaba nervioso, se que me ama pero no es fácil mostrarle mi otra parte; Nati aun es muy pequeña y se que ella cree conocer todo de la vida pero no es así.
Hoy pondré a prueba su amor y confirmare hasta que punto esta dispuesta a ser sometida por mi.

Natalia

Toque el timbre y espere que Ricky me abriera.

-Hola muñeco- salude provocativa.

-Estas hermosa- me dijo analizandome de abajo hasta arriba.

-vas a dejarme aquí afuerita?

-No....no ni loco- dijo saliendo de su transe y tirando de mi mano hacia dentro, devoró mi boca con mucha pasión y un fuego interior se apodero de mi, me apreté mas a su cuerpo para poder sentirlo mas y lo logre, su erección estaba por explotar y presionaba en mi vientre. Baje una de mis manos hasta su miembro  y comencé a acariciarlo por encima de la tela del pantalón.

-ooh por dios...para- pidió entre gemidos pero no me detuve.

-por....por favor....primero hablemos- volvió a insistir y alejo mi mando de su pantalón.

-y no puede ser después, ya estoy mojada- le digo para provocarlo mas y lo consigo, me empuja contra la pared y sube mis piernas a cada lado de sus caderas, desprende su pantalón mientras me mira con fuego en sus ojos y saca su miembro duro.

-te gusta provocarme...he- me dice agitado, yo me remuevo en sus brazos haciendo que mi pelvis choca con su miembro y el gime- aaha

Con un rápido movimiento hace a un lado mis bragas y de una embestida entra en mi.

-AAHAA!!!- dolió, pero es esquicito, se mueve bruscamente y me vuelve loca, amo tenerlo dentro, amo causar este efecto en el, amo saber que es mio.

Abrazados en el sofá observo los nuevos hematomas que manchan a mis muñecas y glúteos. No entiendo como puede ser delicado y violento al mismo tiempo y sin querer hacerlo recuerdo aquella noche donde me desgarro el cuerpo y el alma al Désirée aquellas cosas.

-En que piensas amor?- al escuchar su vos salgo de mi transe.

-Aquella ves, me desgarrastes. Salí de aquí mismo sangrando; con mucho dolor en mi cuerpo y en mi alma. Hasta creí estar embarazada, pero por suerte no fue así, ese día yo misma me jure no volver a dejar que me lastimarás; pero solo con verte me desarmas y todo se va al demonio. Siento que me tienes en tus manos. Siento que  con tus caricias y tus besos me dominas- mientras hablaba lo sentí tensarse debajo de mi, cuando termine de hablar, se sentó en el sofá y yo quede sentada sobre el.

-No imagine que esa noche te hubiese lastimado tanto, si era mi intensión porque la ira y celos me dominaban; pero nunca imagine que te hubiese afectado tanto- me dijo mirándome a los ojos.

-Las marcas en mi cuerpo se van, pero en mi alma se quedan. Me dolió mucho saber que la imaginabas a ella mientras estabas con...- el me interrumpió.

-Nunca fue así, pero sabia que eso te molestaría por eso lo dige.

-No entiendo, porque querías verme mal- le pregunte sin entenderlo, el me hizo a un lado y se puso de pie, se lo veía enojado.

-Vi los malditos chupones en tu cuello- me dijo con desprecio y recordé que esa misma mañana había despertado con Max-  sabes cuanto amo besar tu cuello, al ver eso la ira me gano, solo quería que sufrieras.

-Solo eramos amantes, tu estabas con la insulsa- reprocho por su si cinismo.

-Si estaba con Sofi, pero ya no la tocaba porque tu acaparabas mi tiempo; pero vos si te revolcabas con quien se te antojara!!!!- grito muy cerca de mi rostro.

-Pues ese era tu problema no el mio- le di la espalda y camine a la cocina por agua.

-Sos una descarada!!-grito a mis espaldas. Retrocedí y lo enfrente.

-Desde un principio lo supiste, ahora no te quejes- nos quedamos mirando y vi la lucha interna que pasaba por su mente.

-te revolcabas solo con el o con mas- insistía con lo mismo y no le iba a decir la verdad si igual no me iba a creer, le di la espalda- contestame!! con cuantos siempre fue así

-no te voy a responder!!!- me empujo contra la pared y me aprisionó allí.

-cuantos fue siempre así o en algún maldito momento fui el único- pregunto cerca de mi rostro casi en susurro.

-no me vas a creer- susurré con ganas de llorar, no me gusta que actúe así, me recuerda  a Daniel.

-Solo fue Max- dije sintiendo caer una lágrima por mi mejilla- y solo fue una ves. El día antes a aquella noche- Ricky fue suavizando su agarre y levanto mi rostro.

-Por que lloras

-Me das miedo cuando te pones así- no aguante mas y me derrumbe en sus brazos, no me gusta recordar pero no puedo evitarlo.

-Shhh tranquila mi amor, no me temas por favor- me abrazaba fuerte y me sentía protegida.

-Se....se que no me arias daño, pero....pero no puedo evitarlo- me aferro mas a el.

-Perdoname, te amo tanto que no puedo controlar los celos, quizás soy demasiado brusco, salvaje para ti- me dijo triste y me enderece entre sus brazos y lo mire a los ojos.

-Que quieres decir

-Sabes a lo que me refiero, mira los hematomas en tu cuerpo, soy una maldita bestia y no puedo controlarme por eso es mejor que....- no podía ser que el me fuese a decir eso.

-No!!!  ni se te ocurra- le advertí muy seria.

-Nena hay algo que aun no sabes de mi- me miraba serio- por eso insistí en que hoy estuviéramos aquí, esto que acabamos de hablar me confirma que no estas preparada y por eso creo mejor que dejemos esto hasta aquí- me aleje de el y lo encare.

-Quieres dejarme ya no me amas

-No nena, sabes que te amo pero no quiero hacerte daño.

-No me vengas con esa, a mi me encanta tener sexo contigo, me encanta que seas salvaje estos hematomas son de deseo de pasión, estos hematomas no me lastiman porque fueron hechos para satisfacerme.

-Ven- tomo mi mano y me llevo a una habitación en el fondo, muy alejada que estaba bajo llave- aquí esta mi otra parte que aun no conocías del todo- abrió la puerta he ingresamos al cuarto.

Tu sumisa,  pero SÓLO en la cama.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora