03.

2.2K 298 89
                                    


Se Hun

Esa semana no hablé con LuHan, el chico parecía estar evadiéndome. LuHan había estado saliendo todos los días temprano y para cuando yo llegaba a la habitación ya él estaba dormido o escuchaba música a alto volumen hasta caer en los brazos de Morfeo. Hasta que llegó el viernes en la noche.

Al parecer el chico tenía planes de ver su película semanal. Se encontraba sentado en su cama con un almohadón sobre sus piernas y su computadora sobre este, a su alrededor tenía paquetes de palomitas abiertos, pero sin iniciar, una botella de soda Coca-Cola.

— ¿Vas a ver una película? —pregunté lo que ya sabía.

— Sí. —No me dirigió ni una media mirada al contestarme, se mantenía concentrado en su portátil buscando quién sabe qué tipo de películas.

— ¿Cuál vas a ver?—Por alguna extraña razón quería que me mirara, ver sus ojos y sonrisas brillantes.

—Evitando el amor. —Su respuesta fue igual a la anterior. Sin mirarme, solo mirando la pantalla frente a él.

—Vaya, una película romántica. —Yo estaba tratando de entablar una conversación de una u otra manera. — ¿Alguna razón por haber elegido ese género para hoy?

Vi como de un momento a otro dejó de escribir como un frenético y sus manos se convirtieron en puños. Pero, aun así sus ojos no se encontraban con los míos.

— Quiero llorar. —su respiración sonó entrecortada y no sabía si había sido buena idea preguntar.

—LuHan. —Al escuchar su nombre al fin me miró, agradecería al cielo por eso, pero la mirada con la que me encontré no era la que yo quería.

Yo no quería ver ojos cristalizados.

Ya me había acostumbrado a los hermosos ojos que brillaban de alegría.

— ¿Qué te está atormentando tanto?—continué mientras caminaba hacía su lado de la habitación y me sentaba al borde de su cama, frente a él.

Sin despegar mis ojos de los suyos. No quería perder ese contacto, no de nuevo.

—Está este chico por el cual me estoy muriendo, me gusta tanto que se ha colado hasta en mis sueños y al parecer a él no le pasará ni por un mili-segundo que yo estoy ahí, para él. Simplemente parece que yo fuera invisible, SeHun. Siempre es lo mismo con todas las personas, no se dan cuenta de que estoy ahí hasta que abro la boca. Y me duele tanto que él sea como las demás personas, sin notarme. Porque hay una persona más brillante que me oculta, todo el maldito tiempo. —al pronunciar la última palabra rompió a llorar.

Hice las palomitas, la soda y la portátil a un lado. Y lo abracé con todas mis fuerzas. LuHan había sacado mi lado protector de alguna manera en tan poco tiempo y yo quería con ese abrazo decirle eso, que estaba protegido, que no necesitaba a ese chico estúpido del cual estaba hablando.

Me correspondió el abrazo de una manera desesperada. Sentí sus manos frías hacer puños con la tela de mi camisa en mi espalda. También sentí su corazón palpitar rápido y fuerte contra mi pecho.

-—Ya pasará LuHan, ese idiota te dejará de gustar en algún momento y en ese justo momento se dará cuenta de todo tu amor por él, pero ya tú no estarás ahí para él como siempre. Y se dará cuenta del diamante que perdió por andar mirando piedras.

Estaba tratando de darle palabras de aliento, dejé un casto beso en la coronilla de la frente de mi compañero para luego apoyar mi barbilla en su pequeña cabeza que se estremecía por lo hipidos del reciente llanto que ya estaba cesando.

¿Por qué Lu Han?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora