05. Especial Minseok parte 1.

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Minseok.

Conocía a JongDae desde que éramos niños.

Para ese tiempo podía comunicarme como una persona normal, sin ninguna pizca de discapacidad.

Lo recuerdo todo claramente.

La navidad se acercaba al igual que mi cumpleaños, se y en la calle, en el viento frío y en lo adornos coloridos en los portales de la gente.

Estaba jugando en la gigante caja de arena del parque, planeaba hacer mi castillo de arena perfecto, pero siempre se derrumbaba de las maneras más tontas.

-Hola. -miré de dónde provenía la voz y me encontré con un niño con cara bastante graciosa, parecía un camello y sus cejas eran raras, en su centro, parecían apuntar hacia arriba.

No debía burlarme de las personas, yo era un gordito feo y un gordito feo no tenía palabra para molestar a nadie, el gordito feo debía aguantarse todas las burlas. Me lo recordaban seguido mis compañeros del kínder. Síp, los niños de cuatro años ya saben que es el Bull ying.

-Hola. -Le respondí con una sonrisa indecisa. No sabía si venía a molestarme o a pedirme un favor, estas eran las razones por las que siempre me buscaban.

- ¿Puedo jugar contigo?

Me preguntó con una sonrisa incompleta de todos los dientes, pero era suficiente para completar mi felicidad, porque llegó dispuesto a tomar el lugar de lo que me faltaba. Un amigo.

Asentí rápidamente alegre.

- Soy Kim JongDae ¿Y tú cómo te llamas?

- Soy Kim Minseok - Le enseñé una hilera perfecta de dientes de leche. JongDae me extendió la mano derecha, yo solo lo veía expectante de cada movimiento.

- Seamos amigos, Kim Minseok.- me sonrió nuevamente.

Tomé su mano y sellamos el mejor pacto que he hecho en mi vida.

Seis años después seguíamos siendo los mismos, sólo ahora éramos los mejores amigos del mundo.

- No puedo creer que dejes que te molesten, ¿qué pasa si un día me enfermo y falto? -Me reñía JongDae. Había llegado en el momento justo que me estaban molestando. Su pregunta era interesante.

- El día que te enfermes. -Tomé una cucharada de mi helado de mora.- avísame, no asistiré ese día por falta de protección y porque haré papel de enfermero. -Lo apunté con mi cubierto de plástico.

Si JongDae se llegara a enfermar me preocuparía muchísimo. Al punto de quedarme cuidándolo hasta que se le pase todo malestar.

-¿No hablas muchas tonterías para tener sólo diez años?

- Querrás decir que hablo bien para mi edad, son los libros JongDae, deberías leer para que veas como se te quita lo estúpido. -Recibí un golpe en mi nuca. Lo miré con el mejor ceño fruncido que podía hacer.

- No llames estúpido a tu salvador, maldito inmortal. -Bufé, pero no volví a protestar.

Cuatro años después decidí que debía hacer un gran cambio en mi vida si quería que todas las burlas pararan.

- ¡Feliz cumpleaños! -JongDae se tiró sobre mí. Tremendo susto me había hecho pasar.

- ¿Quién te dejó pasar tan temprano? - puse mis manos en mi pecho tratando de regular mi respiración. Estaba dormido. Teniendo una pesadilla para ser exactos y que se te tiren de esa manera no es de humanos.

¿Por qué Lu Han?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora