09. Especial de Minseok parte 2.

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JongDae


Estaba siguiendo a Yixing, un chico de último año, no lo conocía, pero había mencionado que Minseok Hyung estaba en problemas.

Sólo bastaba que su nombre estuviese en la oración para hacer las cosas importantes para mí.

Después de todo, la cantidad de años que tenemos de amistad no se esfuman, ni aunque el actuara como un estúpido.

Espero que el motivo por el cual tuve que dejar mi hamburguesa a medio comer lo valiese.

Yixing me estaba guiando directo a la enfermería. Esperaba que esa sólo fuese una parada y que Minseok no estuviese ahí.

Pero yo no tengo tanta suerte.

Luego de pasar por la puerta y seguir a Yixing detrás de la cortina vi la tercera escena más desgarradora de mi vida.

Han estaba hecho un mar de lágrimas al lado de un Minseok lleno de sangre.

Dios.

Me acerqué lo más rápido que pude a su lado.

— ¡Hyung!—estaba entrando en pánico.

Minseok abrió los ojos y me miró.

Las esquinas de sus labios se levantaron dándome una pequeña sonrisa. Y creo que esa sonrisa fue el detonante para hacerme sentir peor de lo que ya me encontraba.

— ¿Estás contento ahora?—Las palabras de LuHan parecían cargadas de veneno. —Esto le pasó por tu culpa.

Tenía razón.

— ¡JongDae!—fue lo primero que escuché en la mañana antes de abrir mis ojos. — ¡JongDae, despierta, estúpido!

Me senté y luego abrí mis ojos. Minseok se estaba poniendo el pijama de una manera acelerada. Estaba a punto de preguntarle qué le pasaba hasta que escuché la voz de su mamá detrás de la puerta.

Su mamá quería entrar al cuarto, y yo estaba desnudo.

Me cago en la mierda. Fue lo primero que pensé antes de comenzar a buscar mi ropa y vestirme igual o más apresurado que Minseok.

Cuando terminé me senté en la cama como niño bien. Y el mayor de los dos fue a abrir la puerta.

—Bajen a desayunar, mis corazones. —nos dijo con una sonrisita de "lo sé todo, pendejos".

Pero su mirada lo decía todo.

A la tía MinGi nadie la podía engañar.

Ni siquiera entró al cuarto sólo se fue por dónde vino.

—Tu papá me va acortar las bolas. —dramaticé.

—Tranquilo, no es para tanto. —Me palmeo la espalda Min, tratando de "reconfortarme". —Tal vez piensa que estábamos haciendo otra cosa, como ver porno o algo así. —Me sonrió.

La sonrisa de Minseok era hermosa, estaba seguro que podría parar guerras y curar el cáncer.

Le sonreí de vuelta.

No podía ser tan malo...

¿Verdad?

Cuando entramos al comedor ya estaba sudando frío. Los platos con el típico desayuno americano ya estaban puestos.

Un suave olor a miel y a fritura invadía el aire.

Los padres de mi Hyung ya estaban en la mesa. Me senté a un lado de Min.

¿Por qué Lu Han?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora