(***)

47 0 0
                                    

Le escribe una carta a el de despedida que empieza diciendo:

"Cuando leas esto, yo ya no voy a estar en este mundo..."

y la deja en el buzón de su casa, pensando que no la vera hasta el día siguiente. Pero el la recibe antes de lo pensado, esa misma noche. Desespera y, creyendo que ella ya murió, decide también el quitarse la vida. Va en busca del edificio mas alto para tirarse. Y claro, el edificio resulta ser el mismo. Total que los dos se encuentran ahí arriba. Cuando el llega, ella esta en la cornisa. El camina lentamente por el mismo borde hasta que sus dedos se tocan. Y ahí están: con las manos tomadas, el vestido de ella (que según Clori hace juego con sus ojos) flameando en el viento, cuando alguien desde abajo los ve. Y ese alguien llama la policía, que llama a los bomberos y pronto hay una multitud mirándolos y gritándoles que no lo hagan, que lo piensen mejor, que no vale la pena. Por supuesto llegan las cámaras de televisión, que transmiten en directo y al rato todo el país esta pendiente de esos chicos, de que no den un mal paso que convierta la escena en una verdadera tragedia.

Entonces entre la multitud aparece el padre de ella, desesperado, y con un megáfono de esos que usan los bomberos le ruega a su hija que desista. Le promete que va a aceptar al novio, porque con tal de no perderla esta dispuesto a todo. Entonces ellos permiten que los ayuden y, con pasos vacilantes y temblorosos, desandan el camino recorrido por la cornisa, mientras alla abajo todos contienen el aliento. El final es feliz:

Llegan sanos y salvos, se abrazan, todo el mundo festeja, y la familia llora de puro alivio.

Ahí termina el relato.

-¿Pero como? ¿Y después que pasa?

Eso es lo que todos se preguntan. Si ahora están de novios, si se van a casar. Están también los que quieren saber los nombres verdaderos, pues claro que ellos no se llaman Romeo y Julieta. Y los que preguntan sus direcciones: Estos casi siempre son los periodistas, que tras esa noche invadieron el barrio en busca de los detalles desconocidos de la historia. Y no solo los de Buenos Aires: Hasta llegaron reporteros de Córdoba e incluso un equipo de la televisión española... Pero Clori no suelta prenda.

-Eso -suele decir- ya es privado. No voy a ser yo quien me entrometa en la vida de esos chicos.

Café SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora