Entre a la cocina nerviosa. En ella había varias chicas cortando cosas, cocinando, o preparando algo. Al entrar todas dejaron lo que estaban haciendo para observarme de arriba a abajo susurrando entre ellas. Me acomode mi delantal nerviosa y trage saliva ¿Quién sabe lo frías que se han vuelto estas chicas si estan secuestradas hace tiempo? Elva entro a la cocina y todas continuaron con su trabajo, no hablaron, y no me miraron. Creo que quedo claro que no les importaba la regla de 'no hablar con las demas secuestradas' a menos que fuera frente a la presencia de alguien importante.
-Niñas, ella es su nueva compañera-Dijo Elva con un cigarrillo encendido en su mano tan fria como siempre señalandome-Una vez que tengas esto, no voveras a ver la luz del día de la misma manera-Dijo Elva y apoyo el cigarillo dos veces contra mi codo haciendome soltar un quejido.
Elva se retiro y mire a las chicas.Luego a mi codo.
-Dejara de doler en un rato-Dijo una de las chicas.
-Hola-Dije nerviosa acomodando uno de mis cabellos detras de mi oreja.
-Ahora, a trabajar, la cena se sirve en una hora-Dijo dominante una chica.
Mire a las chicas y ellas comenzaron a charlar como si nada.
-Oye, has algo, toma un cuchillo y corta los tomates-Me dijo una chica de mas o menos quince años.
Asenti nerviosa y tomé el cuchillo, una bandeja, y los tomates. Me coloqué junto a unas chicas. Ambas tenían dos puntos quemados en el codo izquierdo.Mire mi codo y me di cuenta de que eran exactamente las mismas marcas.
-Asi que... el jefe pago mucho por ti-Dijo una de las chicas a mi lado.
-No lo sé, lo único que se es que no quiero estar aquí-Dije consternada.
-Ninguna quiere estar aquí-Dijo la otra-¿O acaso piensas que esto es divertido?-Me miro con desprecio.
-No fue lo que quise decir-Hize una mueca-¿Es tan solo que nunca pensaron porque todo esto nos paso a nosotras, por que no a otra persona?-Suspire cortando los tomates.
-La mayoría de las chicas que estan aquí se lo buscaron solas-Dijo una de ellas.
-Yo confíe en la persona equivocada...-Suspiro otra chica.
-¿Tu por qué estas aquí..?-Me pregunto la que comenzó a hablarme.
-Trate de ser amable, y al siguiente segundo me vi en el suelo de una camioneta secuestrada por tres hombres-Dije triste y solté una lágrima.
Los pensamientos de nunca volver a ver a mi madre volvieron a mi mente revolviendo mi estomago, haciendome llorar aún más.
-Oye, aquí no lloramos-Dijo una de las chicas-Demuestras debilidad, eres vunerable, y es justo lo que Amir y sus socios buscando, debilidad-Me dijo-Nunca llores frente a alguien que no seamos nosotras, simplemente, ni siquiera sueltes una lágrima-Dijo fria.
¿Acaso esta chica había perdido sus sentimientos? ¿Cómo pretende que no llore?.
Me alejaron de todo lo que mas amaba, y ahora estoy en Irán, como la esclava de alguien, secuestrada y vendida a un hombre que ni siquiera conozco con otro grupo de niñas secuestradas.-No te sientas mal...-Dijo una voz infantil y alze la vista.
Una niña de unos cinco años más o menos me miraba desde la mesada de enfrente. En ese momento mi cuerpo se encendió en llamas. Quería matar al maldito que se haya atrevido a tocar a esa niña siendo tan pequeña.
-Mi mami me dijo una vez que cuando yo lloraba, las hadas como tu y ellas morian-Me dijo triste.
Sentí el impulso de abrazarla, era tan inocente, me hacia acordar mucho a mi hermanita en casa, también creía en las hadas. Ojalá nunca deje de creer en eso para no tener que enfrentarse a la realidad que a todas nos toco vivir.
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Cautiva
RomanceDespués de confiar en las personas equivocadas, Amber, se da cuenta, de que por más que intente escapar de la realidad en la que ella sola se enredo, no hay una salida. Después de años de estar cautiva bajo el poder de un hombre, el hombre que una v...