Cap. 6:Sentimiento Ajeno

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Entre a la cocina nerviosa. En ella había varias chicas cortando cosas, cocinando, o preparando algo. Al entrar todas dejaron lo que estaban haciendo para observarme de arriba a abajo susurrando entre ellas. Me acomode mi delantal nerviosa y trage saliva ¿Quién sabe lo frías que se han vuelto estas chicas si estan secuestradas hace tiempo? Elva entro a la cocina y todas continuaron con su trabajo, no hablaron, y no me miraron. Creo que quedo claro que no les importaba la regla de 'no hablar con las demas secuestradas' a menos que fuera frente a la presencia de alguien importante.

-Niñas, ella es su nueva compañera-Dijo Elva con un cigarrillo encendido en su mano tan fria como siempre señalandome-Una vez que tengas esto, no voveras a ver la luz del día de la misma manera-Dijo Elva y apoyo el cigarillo dos veces contra mi codo haciendome soltar un quejido.

Elva se retiro y mire a las chicas.Luego a mi codo.

-Dejara de doler en un rato-Dijo una de las chicas.

-Hola-Dije nerviosa acomodando uno de mis cabellos detras de mi oreja.

-Ahora, a trabajar, la cena se sirve en una hora-Dijo dominante una chica.

Mire a las chicas y ellas comenzaron a charlar como si nada.

-Oye, has algo, toma un cuchillo y corta los tomates-Me dijo una chica de mas o menos quince años.

Asenti nerviosa y tomé el cuchillo, una bandeja, y los tomates. Me coloqué junto a unas chicas. Ambas tenían dos puntos quemados en el codo izquierdo.Mire mi codo y me di cuenta de que eran exactamente las mismas marcas.

-Asi que... el jefe pago mucho por ti-Dijo una de las chicas a mi lado.

-No lo sé, lo único que se es que no quiero estar aquí-Dije consternada.

-Ninguna quiere estar aquí-Dijo la otra-¿O acaso piensas que esto es divertido?-Me miro con desprecio.

-No fue lo que quise decir-Hize una mueca-¿Es tan solo que nunca pensaron porque todo esto nos paso a nosotras, por que no a otra persona?-Suspire cortando los tomates.

-La mayoría de las chicas que estan aquí se lo buscaron solas-Dijo una de ellas.

-Yo confíe en la persona equivocada...-Suspiro otra chica.

-¿Tu por qué estas aquí..?-Me pregunto la que comenzó a hablarme.

-Trate de ser amable, y al siguiente segundo me vi en el suelo de una camioneta secuestrada por tres hombres-Dije triste y solté una lágrima.

Los pensamientos de nunca volver a ver a mi madre volvieron a mi mente revolviendo mi estomago, haciendome llorar aún más.

-Oye, aquí no lloramos-Dijo una de las chicas-Demuestras debilidad, eres vunerable, y es justo lo que Amir y sus socios buscando, debilidad-Me dijo-Nunca llores frente a alguien que no seamos nosotras, simplemente, ni siquiera sueltes una lágrima-Dijo fria.

¿Acaso esta chica había perdido sus sentimientos? ¿Cómo pretende que no llore?.
Me alejaron de todo lo que mas amaba, y ahora estoy en Irán, como la esclava de alguien, secuestrada y vendida a un hombre que ni siquiera conozco con otro grupo de niñas secuestradas.

-No te sientas mal...-Dijo una voz infantil y alze la vista.

Una niña de unos cinco años más o menos me miraba desde la mesada de enfrente. En ese momento mi cuerpo se encendió en llamas. Quería matar al maldito que se haya atrevido a tocar a esa niña siendo tan pequeña.

-Mi mami me dijo una vez que cuando yo lloraba, las hadas como tu y ellas morian-Me dijo triste.

Sentí el impulso de abrazarla, era tan inocente, me hacia acordar mucho a mi hermanita en casa, también creía en las hadas. Ojalá nunca deje de creer en eso para no tener que enfrentarse a la realidad que a todas nos toco vivir.

CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora