Capítulo 16

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Capítulo 16


Blas llegó justo cuando vio que Robert Montoya intentaba entrar a la casa de los López a la fuerza. Sam y su madre le hacían frente en la puerta. Se bajó rápidamente de su caballo y se acercó con paso decidido. En ese momento Federico, el hijo mayor de Robert, se giró a verlo. Sonrió con malicia.


—Pero miren a quien tenemos aquí —dijo con sarcasmo—Al peón jefe.
—Cállate, Federico —dijo Robert —No estamos aquí para juegos infantiles, vinimos a buscar a tu hermana. Déjame pasar, López.
—Ya te dije, Robert, tu hija no está aquí.
—Entonces ¿Por qué no me dejas entrar?
—Porque usted no es bienvenido aquí —habló Marta apuradamente —No después de lo que sus hijos le hicieron a mi sobrino.
—Ya dije que fue un error.
—Si, haber fallado —murmuró Alejandro. Robert lo miró mal.


Blas se acercó hasta dónde estaba su madre y Sam, se paró delante de ellos y miró fijo a Robert Montoya.


—Creo que el señor López fue claro, señor Montoya. Su hija no está aquí.


Robert se acercó otro paso a él, desafiándolo. Blas ni pestañeó, la verdad era que no le tenía ni un poco de miedo a ese hombre. Entonces Federico y Alejandro sacaron sus armas.


—Van a dejarme pasar —aseguró Robert.
—No —sentenció el castaño. Sintió la mano de su madre apretarlo con fuerza por detrás.
—Esto es demasiado, Montoya —dijo Sam algo nervioso —No tienes ningún derecho a amenazar a mi gente.
—Entonces déjenme pasar.
—¿Qué sucede aquí? —preguntó la voz de una chica.


Todos los ojos giraron a verla. María estaba parada con una mueca preocupada, y a su lado estaban Sara y Matt, con dos canastas en las manos. Robert se alejó de Blas y sus hijos guardaron sus armas.


—¿María? —preguntó Federico. Ella lo miró y al instante puso cara de desagrado.
—Federico —le dijo distante y volvió la vista a Blas —Vuelvo a preguntar, ¿Qué sucede?


Robert dio unos pasos hasta Sara y justo cuando iba a tomarla del brazo, María se puso en su camino. Blas se tensó.


—Sara, ven aquí —le dijo. Ella ni se movió.
—Espere, espere, espere —dijo la morena —Necesito saber que sucede.
—Ellos vinieron a buscar a Sara porque creyeron que estaba con Dani.


María y Matt soltaron unas sonoras carcajadas y se miraron realmente divertidos.


—¿Con Dani? —dijo el rubio —Por dios, el pobre no puede ni salir de la cama después del disparo que le dieron.
—Y Sara ha estado con nosotros todo el día, juntando huevos —dijo María mientras le mostraba una de las canastas.


Robert los miró consecutivamente a los tres, parecía no estar del todo convencido. Pero luego de unos cuantos segundos soltó un suspiro y se giró a ver a Sam.


—Lo siento, López.
—Está bien —dijo Sam.
—Nos vamos, muchachos —les dijo a sus hijos —Sara.


La chica le entregó la canasta a María con una pequeña sonrisa en los labios.


—Muchas gracias —murmuró.
—De nada —sonrió ella.


Sara se acercó a su padre. Luego de unos cuantos segundos todos vieron como ellos se alejaban. María y Matt suspiraron aliviados, habían logrado convencer al ogro. Chocaron sus manos y luego hicieron el baile que habían sacado de juego de gemelas.


Blas los miró divertido, al igual que Sam y Marta.


—En realidad no estuvieron todo el tiempo con ella, ¿cierto? —preguntó Sam.
—No —dijeron los dos al unísono.
—Iba a ver Dani, ¿verdad? —preguntó Marta.
—Si —volvieron a decir como loritos.
—Vamos a tener que ponerle verdaderamente los límites a ese jovencito —dijo la madre de Blas —Pero ya, entremos que el sol ya no está y la noche se pone algo fresca.

STORY OF MY LIFE - BLAS - AURYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora