Capítulo 29
Después de aquella nueva interrupción por parte de Matt, Blas y María no habían tenido la oportunidad de estar a solas de nuevo. Cada vez que se cruzaban, alguien aparecía allí.
María tenía tantas ganas de agarrar a White y secuestrar a Blas. Alejarse de todo y de todos. Pero sabía que aquello no estaba bien. Blas aun estaba con Evangelina. Y ella había 'terminado' con Ashton por teléfono. Sabía que tendría que hablar con él personalmente para aclarar del todo las cosas. Pero ahora realmente no le preocupaba. Solo quería encontrar un momento para poder hablar con Blas y arreglarlo todo. Más que arreglarlo la palabra era aclararlo. Simplemente sonreía como una tonta cada vez que recordaba sus besos. Jamás la habían hecho sentir tan... idiota.
Se sobresaltó un poco cuando alguien entró a la sala. Se giró a ver y sonrió al reconocerlo.
—Papa, me asustaste —le dijo.
—Lo siento, hija, no era mi intención —se disculpó él y se acercó a ella para sentarse a su lado.
María lo abrazó, apoyando la cabeza en su hombro. Sam sonrió levemente. Sabía que María quería preguntarle algo. Siempre que lo abrazaba de aquella forma, lo hacía.
—Papi —lo llamó.
—¿Qué sucede, cielo?
—¿Crees que esta bien sentir algo por una persona a la que conoces hace mucho tiempo, pero por motivos dejaste de ver por un par de años y ahora volviste a ver?
—¿Estás hablando de Blas? —dijo él.
María se incorporó rápidamente y lo miró nerviosa.
—Mmm... no, no hablo de Blas —dijo torpemente.
—María, si estás hablando de Blas – dijo divertido. Ella pestañeó seguidamente, sintiéndose descubierta —Y no, no esta mal que sientas cosas por él. Es más... me agrada que sientas cosas por él.
—¿No te opondrías? —inquirió con inseguridad. Sam rió levemente.
—No soy Robert Montoya. Y para mi nada es más importante que tu felicidad. Pero ¿y Ashton?
—Terminé con él... —Sam frunció el ceño.
—¿En que momento?
—En realidad solo le dije que no quería volver a verlo.
—Bueno, eso puede tomarse como algo no claro, mi vida. Deberías solucionar bien eso. Pero si sientes cosas por Blas, sigue adelante y juégate por él.
—Gracias, papi —sonrió ella y besó su mejilla.
—María...
—¿Si? —dijo ella y lo miró.
—¿Qué opinarías si te digo que... quiero casarme?
Los ojos de la morena se abrieron de par en par.
—¿Qué? —fue lo único que salió de sus labios. Sam sonrió nervioso.
—Sé que es algo que no te esperabas escuchar, hija, pero creo que... necesito casarme con alguien que siempre ha estado en mi corazón.
—¿Marta? —dijo ella rápidamente.
—¿Por qué crees que es Marta?
—Solo limítate a responderme, Sam —lo retó. Él agachó la cabeza.
—Si, es Marta.
—¿Ya le pediste que se casara contigo? —quiso saber.
—Se lo pedí como 5 veces... pero ella siempre dice que no.
—¿Por qué? —preguntó.
—Porque cree que lo hago por lastima...
—¿Qué pasó entre Marta y tú, papa? —era algo que siempre le había querido preguntar. Pero jamás había encontrado el momento.
—Éramos jóvenes y nos enamoramos. Fue a primera vista. Ella tenía 15 años cuando su padre entró a trabajar aquí. Y yo era un tonto soñador y me enamoré de ella. Mantuvimos nuestro amor en secreto. Hasta que un día tu abuelo dijo que debía marcharme a la cuidad, buscar una esposa y formar una familia —suspiró —Me fui. Fui un cobarde y no le dije a tu abuelo que amaba a la hija del capataz. Luego conocí a tu madre... amé a tu madre, María, mucho. Pero jamás llegó a ser lo que sentía por Marta. Cuando volví al campo, ella estaba embarazada de Blas, pero el padre jamás se hizo responsable. Y luego llegaste tú y jamás volvimos a hablar de nuestros sentimientos.
—Papá... —murmuró ella y se acercó a abrazarlo —Me parece hermoso que quieras casarte con tu primer amor, papito.
—¿No te opondrías? —preguntó de la misma forma que ella. María rió y se alejó de él.
—No, claro que no.
Sam sonrió y besó su frente. Luego con un poco de dificultad se puso de pie.
—Me voy a recostar un rato, hija, me duele un poco la cabeza...
—Está bien —asintió ella y lo vio desaparecer.
Lo que acababa de escuchar de su padre la había dejado completamente pasmada. Siempre había intuido que su padre sentía un sentimiento especial por Marta, pero jamás pensó que era tan intenso.
Y al parecer la historia volvía a repetirse. ¿Debería hacerle caso a su padre y jugarse por Blas? ¿O dejar que las cosas siguieran su curso?
Se puso de pie, iba a averiguar bien que era lo que Blas Canto le hacía sentir.
Hola amores!!!
Estoy aquí de nuevo!! Me siento generosa hoy y he subido otro capítulo.
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo!!! Y como siempre espero vuestros comentarios con lo que os a parecido y vuestros votos.
Gracias por leer.
Besos, María.
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STORY OF MY LIFE - BLAS - AURYN
Fanfiction{Novela Terminada} Qué nerviosa se sentía, le temblaban las piernas. No recordaba, o eso creía, haber pasado un día tan emocionante como ese. Su cumpleaños número doce. No podía dejar sus manos quietas y se mordía el labio, nerviosa. Novela adaptada