Capitulo 37

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Pov Christian

El dia en la oficina fue muy productivo a pesar de que extrañe mucho a mis nenas. Estoy a punto de cerrar un importante contrato y cuando lo termine voy a tomarme una semana de vacaciones en Aspen con mis mujeres.

Estoy recogiendo todo para ir a la casa cuando Andrea me informa que tengo una llamada de mi padre, espero me tenga buenas noticias y me diga que ya agarraron a Kathe y su amante.

- Hola papa. Como estas?- saludo.

- Bien hijo y tu? Ana y la bebe?,- me pregunta.

- Ellas están bien,- le explico,- Dime que me tienes buenas noticias?

- Lamentablemente no,- suspira frustrado,- Kathe desapareció  no se ha podido dar con ella en ningún lugar y la policía ha intensificado la busqueda porque hace poco compro un arma y con el historial que tiene no sabemos que trama. Te pido que si es posible dobles la seguridad con Ana y la bebe.- noto su preocupación.

- Por supuesto papa, haré lo mismo con ustedes no quiero que Mía, mi madre o tu les pase algo.- digo.

- Gracias hijo. Pero por Mia no te preocupes. Ella se va a Francia el fin de semana a estudiar.

- Se va? Pero ella ya esta bien?,- digo preocupado,- Estas seguro que puede realizar ese viaje sola?

- Hablamos con el Psicologo y el nos dio luz verde, al parecer conocer a Iris le hizo mucho bien.- como nos ha hecho a todos es que mi princesa es un angelito,- Espero que las cosas entre ustedes se puedan arreglar pronto.

- Es lo que mas deseo pero no la voy a presionar,- estoy resignado y decidido a esperar todo el tiempo que ella crea necesario.

- No te quito mas tiempo, le das un beso a la princesa,- me pide.

- Eso no lo dudes papá ,- digo con diversión y cuelgo. Termino de recoger y salgo de mi oficina al mismo tiempo que Ross,- A las 7 entonces?,- le pregunto.

- Por supuesto. Yo llevo el vino,- voy a protestar y me da esa mirada de no te puedes negar.

- Ok,- levanto la mano en señal de rendición y ella sonrie,- Hasta mas tarde entonces...

Cuando llego a la casa Gail esta afanando en la cocina y me dice que Ana e Iris estan en la habitación, flojo mi corbata mientras camino a la habitacion de mi pequeña a quien encuentro plácidamente dormida en su cuna. Acaricio sus mejillas y su piel es tan suave, beso su cabecita y su olor a bebe me encanta.

- Descansa princesa,- digo cuando se remueve pero no despierta. Salgo de la habitación y camino hacia la mia,- Nena estoy en casa,- digo al abrir la puerta, me quedó estático al verla salir envuelta en una diminuta toalla, su pequeño cuerpo esta mojado al igual que su pelo y veo sus mejillas rojas.- Que deliciosa manera de recibirme.- digo con voz ronca.

- Tu crees,- susurra y muerde su labio inferior. De dos zancadas estoy a su lado la tomo por la cintura y sin decir nada mas la beso, se entrega al beso como si su vida dependíera de ello. La toalla que cubre su cuerpo cae a mis pies y aunque no quiero soltar sus labios lo hago para disfrutar de su espectacular cuerpo, sus pesones están erectos, su respiración agitada y sus ojos dilatados de deseo.

- Necesito hacerte mía,- susurro. Sin ningún reparo mira el bulto que amenaza con romper mi pantalón y muerde sus labios.

- Que te lo impide,- dice con su mirada fija en mi. No necesito nada mas para llevarla a la cama y hacerla mía...

Mientras Ana se viste estoy en la sala haciéndole mimos a Iris quien me ha regalado unas hermosas sonrisas que me tienen derretido, no sabia que hacia esto pero me fascina verla.

El SucesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora