Capítulo 1

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"Bienvenida al equipo".
 

Pov Kate

Hoy es un día particularmente tranquilo, aunque algo inquieto para mí.

Pero mi hermana ama esta clase de días: Cuando las nubes cubren el cielo y le impiden al sol brillar, y el viento sopla ligeramente dando tranquilidad. Es lo más cerca que he estado de estar en paz, en mucho tiempo.

Ha pasado un tiempo desde que pude regresar a mi hogar, dos años para ser exacta, aunque el término "hogar" es metafórico, pues con mis padres y hermana hemos tenido que mudarnos un par de veces, y sí, en realidad pareciera que sólo regrese para encerrarme en mi propio mundo, donde todo era mejor si me mantenía lejos de cualquier otra persona.

Al principio intenté salir y tener una vida relativamente normal, pero no me sentía con la seguridad suficiente para salir a la calle, tenía miedo de lastimar a alguien o de que alguien me lastimara, así que jamás pude hacerlo, por lo tanto simplemente me resigné y me adapte a una vida de soledad.

Al menos así fue el primer año; la mayor parte del tiempo me la pasaba encerrada en mi habitación, tratando de mantener mi mente en blanco y tratando de mantener cualquier emoción al margen. No comía mucho y como ya dije me mantuve tan alejada como me fue posible de las personas, y no es que me gustará mucho la soledad, pero me aterraba la idea de lastimar a mi familia con los poderes que había adquirido, pues no tenía control de ellos y no quería que nadie saliera herido.

Fue entonces cuando mi hermana literalmente me sermoneo diciendo que era una holgazana y estaba arruinando la segunda oportunidad que la vida me estaba dando. ¿Qué niña de 9 años dice eso?. Siendo honesta en su momento las palabras me golpearon y me dieron darme cuenta que tenía razón. Sin embargo, no me podía permitir dejar que una niña de 1.40 cm me dijera que estaba siendo una idiota asustada del mundo, así que sólo le arroje el primer objeto que vi y le dije que quería estar sola, aunque siendo honesta me había cansado de estarlo. Estaba cansada de ver a mis padres sufrir por la barrera que había construido hacía cualquier persona. Ellos no se merecían algo así, merecían una buena hija que no se diera por vencida a pesar de las circunstancias en las que estuviera.

Así que de alguna forma el bonito discurso de mi hermana me impulso a tratar de seguir adelante, y en efecto, una vez que de verdad lo intenté la vida dejo de ser tan miserable y comencé a tener un poco más de confianza en mí. Así que me animé a salir de casa, aunque jamás llegaba muy lejos...

En este preciso momento mi hermana y yo caminamos tranquilamente y en un muy cómodo silencio a un parque ubicado a veinte minutos, caminando,  de nuestro hogar. Dicho parque se ha convertido en un lugar muy especial para mi hermana y para mí, pues luego de un año de venir al menos tres días a la semana, se convirtió en uno de nuestros lugares seguros.

Realmente no me di cuenta en qué momento llegamos a nuestro destino, hasta que reconocí el olor del pasto fresco y la risa de los niños corriendo por todos lados.

—Bien, ¿Qué quieres hacer primero?—pregunte emocionada.

—Sí, sobre eso...—descolgó su mochila de sus hombros.

—¿Has llevado eso todo el tiempo?—fruncí el seño.

—En efecto—se acercó a la banca más cercana y se sentó.

—Pero dijiste que querías venir a divertirte—me senté junto a ella.

—Esto es divertido para mí—saco una libreta de su mochila.

—Vamos, hagamos algo juntas—me levanté.

—Anda, te alcanzaré en un momento—apunto a lo lejos la cancha de fútbol con algunos chicos jugando.

Broken | •Capitán América• [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora