Permíteme salvarte.

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GUMBALL

  —Marshall, pensé...pensé que tú...pensé...

Las palabras no salían de mi boca, me encontraba consternado. 

Después de tanto, después de que los días se convirtieran en meses y éstos en años, ha decidido volver ¿Y para qué?, ¿Por qué?...

Se acercó a mí, lentamente con pasos firmes e intimidantes, pasos que nunca le había visto dar, llegó frente a mí y me tomó la barbilla con el dedo indice, obligándome a verle a los ojos.

— Oh, oh pequeño Príncipe Gumball, nos has cambiado nada desde mi ausencia...No espera, sí lo has hecho, tu alma. 

— ¿Mi... mi alma?

—Sí, oh Gumball. Tu alma está tan rota y azulada, no entiendo porque no te has suicidado de una vez por todas.

En ese instante le solté un puñetazo al pómulo y me alejé de él hasta toparme con la puerta en mi espalda.

—¿Sabes porqué? Porque he vivido estos 3 miseros años esperando tu maldito regreso y ahora que has vuelto, sólo tengo deseos de que te largues de nuevo.    

Aseveré mientras le miraba con un deje de desprecio, él sin embargo, lucía cada vez más arrogante. Soltó una risa sarcástica y tronó la lengua, simultáneamente limpiaba la sangre que escurría por su barbilla.

—Parece que tu fuerza es de esas únicas cosas que ha cambiado, ¿Y... no piensas abrazarme o algo? ¿O acaso todo lo que recibiré después de todos estos años será ese puñetazo?

— ¿Crees merecer otra cosa? Ve en lo que te has convertido, eres un imbécil, ¿Qué ha pasado contigo?— Me quité el collar de manzana y lleno de cólera me acerqué a él de nuevo— Toma, quédatelo, tal vez así me sea más fácil olvidarme de ti.

Le tomé la mano y le coloqué el collar sobre la palma, él le miró expectante.

—¿Qué... qué mierda es esto? Yo... yo no...agh...

De un momento a otro Marshall comenzó a colapsar, vacilaba por toda la habitación hasta que se topó con la orilla de mi escritorio y recargó todo su peso sobre éste.

— Bubba...ayuda...yo...

— ¿Marshall?

—¡NO TE ME ACERQUES! No,... no quiero hacerte daño.

Lentamente se reincorporó y jadeante, siguió hablando:

—Bubba tienes que ayudarme... mi vida... tu vida... la de todo Aaa está en... está en riesgo, dentro de mí se encuentra Xezbet,el demonio que se encontraba dentro de la corona de Simone, tiene el poder sobre todo mi cuerpo, antes de que llegue la luna roja, tienes que sacarlo de mi cuer...— comenzó a soltar quejidos de dolor, no comprendía que sucedía— No me queda mucho tiempo, pronto recuperará el control de nuevo, ten.— Me regresó el pequeño accesorio además de un objeto similar a una canica—Ese es un fragmento de mi memoria, cuídalo con tu vida, al igual que la manzana.

—Marsh, yo no... no estoy comprendiendo nada... ¿Qué se supone que...?

— ¡YA NO HAY TIEMPO! Sal de aquí antes de que te asesine y Bubba... nunca olvides que te a...

En ese momento Marshall cayó al suelo y quedó en posición fetal, después de unos instantes se levantó de nuevo. y se acomodó hacia atrás el cabello.

—Hijo de perra, creí que te tenía plenamente domado—maldijo más para sus adentros que para mí, acto seguido giro a verme— Lamento la escena Príncipe, mi marioneta al parecer no se puede mantener quieta como debe, ahora con su permiso, me retiraré por hoy, pero no se preocupe, volveré por usted, más específicamente,... por su alma.

Amarga Soledad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora