Un hombre de blanca piel, cabello y ojos negros se encontraba saliendo de la oficina acompañado de su hijo, un niño de 11 años con ojos negros y el largo cabello del mismo color atado en una cola. El adulto fue con su hijo rumbo hacia una línea de taxistas. En el camino el pequeño azabache tenía un poco de hambre y decidieron pasar por una tienda de refrigerios, iban charlando, soltando uno que otro comentario seguido de unas risas, cuando la atención del mayor se vio atraída por una pequeña cabellera dorada, detuvo su andar y lo observo detenidamente junto con un chico totalmente desconocido para el.
Cuando el mayor intento correr hacia el rubio estos ya se había ido en una moto. El pequeño azabache observaba con preocupación a su padre y este solo le dijo que tenía que hacer una llamada. Justo en el tercer tono atendieron.
–"¿Hola?"–Hablo una muy adormilada voz
–Minato
–"¿Fugaku?"–La voz se escuchaba ya un poco más activa–"¿Qué ocurre?"
–Hoy me toco trabajo doble en la oficina por lo que Itachi me vino a ayudar un poco
–"Te ha tocado fuerte" –Minato se incorporó, encendió la linterna que estaba encima de una mesita y se estiro un poco, al momento que su esposa se despertaba un poco curiosa. Observo la hora y se asombró– "Woow no esperaba que te tocara trabajo hasta la una de la madrugada... ¿Cómo está la vida nocturna aquí en la cuidad?"
–Sigue siendo muy activa... pero esa no es la razón por la que te llame
–"¿Ocurre algo?"–Pregunto un poco nervioso ya que su amigo sonaba esta vez serio
–Justo ahora acabo de ver a uno de tus gemelos acompañado de alguien que no conozco. No sé si es Menma o Naruto
–"¿Qué?"–De un salto Minato salió del cuarto con una Kushina preocupada tras de el
–Verifica por favor –Dijo el azabache mientras escuchaba lo que hacía su amigo
–"Estoy en eso"–Le hablo a su esposa para que buscara a los gemelos y ella sin preguntar nada accedió. Revisaron toda la casa para después pasar a las habitaciones, recorrió el pasillo y abrió el primer cuarto sin importarle el ruido. Al encender la luz observo como dos rubios despertaban sobresaltados. Uno de cabellos largos de unos 11 años y otro de 8 años de cabello cortó con marquitas en la cara.
–"¿Que ocurre papa?–Pregunto el de cabellos largos
–"Deidara dime ¿Él es Menma o Naruto? –Pregunto el mayor. Los dos rubios que estaban en la cama se miraron y pegaron un brinco
–"¿Qué demonios haces durmiendo aquí Menma?
–"Vine a dormir con Naruto –Se quejó–. Yo también tengo derecho –Parpadeo un poco antes de preguntar– ¿Donde esta Naru?
–"¡Maldición!" –Dijo Minato. Captando la atención de los presentes. Con la mano izquierda sostenía el teléfono en su oído y con la otra se tapó los ojos al momento que se mordía los labios, dejando que un pequeño hilo de sangre brotara–. Aquí... esta Menma
–Así que es Naruto ¿He? Yo llamare a mi esposa e iremos a tu casa
–"De acuerdo. Nos vemos aquí"–Rápidamente el rubio mayor colgó la llamada y miro a su esposa. Una mujer blanca, de ojos gris-violeta, con una piyama azul y su cabello escarlata totalmente desordenados. Ella lo miraba con dudas y preocupaciones. Soltó un suspiro a la vez que limpiaba la sangre de su labios–. Naruto desapareció

ESTÁS LEYENDO
Jugando a las escondidas
RomanceUn niño que, teniendo solo ocho años ya era todo un prodigio... Una inteligencia que rivalizaba con un adolescente o tal vez mas. Un pequeño accidente termina convirtiéndose en el objetivo de niño y una pequeña casualidad lo que lo hace huir de casa...