Una Pequeña Charla y Un Castigo

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Holaaaa.... ¡Momento de actualización!

Les dejo con el nuevo Capitulo



Si antes en la historia de los momentos más tensos, no tenía este momento, pues ahora esto se convertiría en el momento más tenso que haya existido en la historia de la humanidad.

El corazón de Naruto bombeaba con tanta fuerza que creyó que se saldría del pecho y lo dejaría morirse allí, pero no, seguía dentro, bombeando con fuerza mientras su cerebro trataba de pensar en algo.

El rubio mayor atrajo a la castaña hacia él para que se alejara de las escaleras. Se sentía nervioso y atrapado, cuando les aviso a los Uchiha sobre lo sucedido pensó en irse por la parte de atrás del hotel para no ser pillado. Estaba esperando no ser atrapado por nadie pero allí estaba, casi empujaba a una chica por las escaleras que para el colmo, eran las escaleras que solo usaba el personal del hotel.

Una vez que soltó a la chica miro su mejilla completamente hinchada y su labio partido. Alzo su mano derecha hasta su mentón y la obligo a mirarlo fijamente

–¿Estas bien? ¿Por qué estas herida? Ven, vamos por ayuda

La castaña frunció el ceño y apretó los puños con fuerza. Tomo al rubio por el brazo y se lo llevo escalera abajo. Una vez que estuvieron solos en el sótano lo soltó y lo miro completamente enfurecido. El rubio pensaba que estaba en problemas

–¿Qué demonios crees que estás haciendo? –soltó la castaña

Minato abrió los ojos con asombro.–"Esa voz... ¿Naruto?"

–TE DEJARON UN MALDITO MENSAJE DICIENDO QUE TENGAS CUIDADO Y TE OFRECES AYUDAR A UNA CHICA SOLO PORQUE TIENE UNA HERIDA –Naruto gritaba. Minato en cambio le sonreía con ternura. Y es que después de cinco años allí lo veía, como si nada hubiera pasado y como si su hijo no se hubiera ido nunca de casa. Eso a Naruto lo desarmo, sus ojos comenzaban a cristalizarse y su voz temblaba aunque le estuviera gritando–. ESTAN VEINTE, MINATO. VEINTE JODIDOS HOMBRES QUE ESTAN TRAS DE TI Y TU TE PREOCUPAS POR UNA CHICA CON UN GOLPE EN LA MEJILLA –Naruto observo como su padre comenzaba a caminar hacia él, lo cual lo hizo enfurecer más–. ESCUCHAME BIEN, NO AYUDES A NADIE EN LA CALLE PORQUE PUEDEN ENGAÑARTE Y SECUESTRARTE, LO PRIMERO ES TU SEGURIDAD... ¡MALDICIÓN MINATO! ¿ACASO ME ESTAS ESCUCHAN....? –Naruto quedo completamente mudo cuando Minato lo jalo y lo estrecho en sus brazos. Allí se dio cuenta de que estaba temblando y de no ser porque su padre en ese momento lo sostenía, ya hubiera caído al suelo.

Sus lágrimas salían sin esfuerzo alguno mientras él se aferraba al hombre que le había dado la vida. Al que hizo sufrir durante estos cinco años y se sentía completamente culpable por ello.

Extrañaba a su familia. Los cumpleaños, las noches de películas, los días lluviosos e incluso extrañaba enfermarse y tener a su padre y sus hermanos sobre él, cuidándolo.

Seguía llorando e incluso quería gritar. Su corazón bombeaba con más fuerza aun y no paraba de temblar. Seguía aferrado a su padre con fuerza, no quería soltarse aunque fuera el fin del mundo pero si había algo que no abandonaba su cabeza, era que tenía que mantenerse fuerte.

Sus amigos, asustados de que él no contestara los mensaje, habían entrado al sótano cuando vieron a una castaña bajar y tenía agarrado a un rubio. Todos los demás prefirieron ocultarse y observar toda la escena, y se sentían asombrados de ver a su líder así. Era la primera vez que lo veían llorando, temblando y desarmado de aquel modo. Se sentían mal con ello porque no solo los presentes observaron la escena. Aun mantenían vídeo llamada así que el grupo entero vio absolutamente todo, e iban hacer hasta lo imposible por no volver a ver a su líder en ese estado. Si Naruto iba a llorar, lo haría de felicidad

Jugando a las escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora