Jugando a las escondidas

Pequeñas Dudas

Hulaaa Feliz Navidad. Me tarde un montón pero me había ido de viaje.. bueno, a disfrutar

Minato había decidido, junto con Fugaku y Mikoto que lo mejor era ocultar aquellas cosas de sus hijos. Hinata había ido a visitarlos y los llevo a un gran edificio, donde la mejor suite había sido comprada para Minato y sus hijos. Comprobaron con asombro que no había necesidad de empacar absolutamente nada, la sala que estaba pintada con colores cremosos estaba decorada de la manera más elegante que habían visto; había colores suaves como beige y crema, los sofás eran extremadamente suaves y la cocina y los cuartos eran de envidiar.

–Aun no me explico como Naruto fue capaz de todo esto –Dijo Minato mientras se sentaba en el sofá junto a los demás

–¡Por favor dinos lo que pasa! –le dijo Fugaku a Hinata

–Déjenme contarles algo sobre mí. Hace cinco años mi madrastra casi atropella a Obito, en ese momento conocí a Naruto ya que venía con él. Se hicieron pasar por otras personas y cuando me di cuenta ellos me había raptado; pase días encerrada sin querer decir una sola palabra ya que querían obtener información de mi padre. Una noche vino Naruto a verme, dijo que disponía solo de 20 minutos para hablar conmigo porque tenía que irse. Él no me pregunto sobre mi familia, sino que se limitó a contarme quienes eran ellos

<<Nos hacemos llamar Akatsuki>>–me dijo. <<No te raptamos porque no tengamos motivos, después de todo este tiempo que llevas aquí me di cuenta de que eres una ignorante acerca de lo que sucede a tu alrededor. Tu padre es un conspirador, mata sin que nadie de se cuenta y se hace el inocente frente a los demás. Si no quieres creerme te propongo algo. Trabaja para Madara... nosotros que nos mantenemos ocultos bajo las sombras como unos cuervos estamos ayudando a los que son tratados con injusticia, ayudando a los que son mirados por debajo de los hombros y pisoteados como cucarachas. Te dejare ir sin problema alguno pero si aceptas mi propuesta tu lealtad estará aquí con notros. ¿Qué me dices?>>

–¿Eso paso? –Pregunto Mikoto asombrada– espera... ¿Obito? ¿Cómo es que estaba con Naruto?

–Déjeme contarles por favor. Me asombre cuando me dijeron que mi familia era mala pero por alguna razón termine aceptando el trato con Akatsuki, cuando volví con mi familia les conté una mentira de que me escape de unos ladrones y ellos me creyeron. Ese mismo día le dije a mi papa que no soportaba quedarme en Tokio y le pedí que me mandara a Inglaterra, lugar donde estaría Akatsuki. Me inscribí en la mejor academia y ellos estuvieron conmigo en todo momento; los ayude en sus trabajos y poco a poco fui enterándome de cosas que antes estaban invisibles a mis ojos.

–¿Porque mi madre estaba con Naruto? –Pregunto Fugaku

–Madara y Obito son los fundadores de Akatsuki –Sonrío al ver el asombro en los demás–, si quieres saber que paso con su hijo, señor Minato, le aconsejo que no le pregunte a ninguno de nosotros porque no diremos nada. Cuando Naruto sea capaz de hablarlo el vendrá a usted

–Siempre voy a esperar por mi hijo. Y me alegra mucho que no haya tenido una vida difícil... bueno, dejando de lado esas misiones que ustedes hacen

–¿Porque mis padres son los fundadores de Akatsuki? –Pregunto Fugaku

–Madara dijo hace unos días: "Mi hijo, mi nuera, mis nietos y los amigos de estos no debieron terminar en aquellas condiciones teniendo una mente brillante para el desarrollo del país. La gente asquerosa que mira a los demás por debajo de los hombros no merecen siquiera tener la vida que tienen... he visto cosas que nadie más ha visto, y he oído cosas que inclusive les pondría los pelos de punta si ustedes mismos lo oyeran, pero quiero poner un fin a esto. Esas personas que juraron lealtad y protección al país hacen cosas verdaderamente ilegales y ellos no merecen siquiera piedad, y me preguntaran ¿Porque? Pues la respuesta está allí mismo... ellos no tuvieron piedad con aquella gente inocente...". Es evidente que cuando Madara y Obito se propusieron en este objetivo necesitarían una ayuda. Rin y Zetsu decidieron ayudarlo pero era evidente que eso no bastaría.